Guías de Viajes de España

España es un destino turístico por excelencia ya que sus diecisiete comunidades autónomas y sus dos ciudades africanas ofrecen todo aquello que pueda desear el turista durante sus vacaciones. Sus costas están provistas de las más variadas playas, calas y acantilados, una completa oferta hostelera compuesta por hoteles de lujo, apartamentos, casas rurales y paradores, mientras que su interior guarda los más bellos paisajes cultivados y montañosos; sus ciudades, cargadas de siglos y siglos de historia, recogen un abundante y rico patrimonio artístico; su oferta gastronómica es famosa por su calidad, diferenciación y riqueza de platos, y el espíritu cálido y alegre de su gente se caracteriza por su hospitalidad.

España es un país de la Unión Europea situado en el doceavo lugar de la economía mundial y en el octavo del mundo con mayor presencia de multinacionales. Es denominado Reino de España y está constituido como un Estado social y democrático de Derecho poseedor de una Monarquía parlamentaria, cuya capital es Madrid, ciudad donde están radicados los poderes legislativos y judiciales.

Su territorio ocupa la mayor parte de la península ibérica, a la que se une los archipiélagos de las islas Baleares (en el mar Mediterráneo occidental) y de las islas Canarias (en el océano Atlántico nororiental), las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla situadas en el norte del continente africano, posesiones menores de las islas Chafarinas, el peñón de Vélez de la Gomera, el peñón de Alhucemas, el municipio de Llivia de los Pirineos- rodeado totalmente por territorio francés- la isla de Alborán, las islas Columbretes y una serie de islas e islotes frente a sus propias costas.

Los vuelos con destino a España se pueden dirigir a las siguientes Comunidades Autónomas: Andalucía, Aragón, Canarias, Cantabria, Castilla la Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad de Navarra, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Islas Baleares, La Rioja, Madrid, País Vasco, Principado de Asturias y la Región de Murcia, más las dos ciudades de Ceuta y Melilla. En total, la nación española ocupa una extensión de 504.645 km², lo que le sitúa en el cuarto país más extenso del continente, tras Rusia, Ucrania y Francia, ocupado por una población que supera los 47 millones de habitantes. Además, también es uno de los países más montañosos de Europa, con una altitud media de 650 metros.

El castellano o español es la lengua oficial del Estado, a lo que se une otras lenguas originarias de comunidades del norte como son: el catalán, el gallego, el euskera, el valenciano y el mallorquín. En cuanto a la historia de España es la causante de su rico patrimonio cultural. Sus primeros pobladores llegaron hace 35.000 años y fueron los fenicios los que constituyeron la primera civilización Gadir, la actual Cádiz, la ciudad habitada más antigua de Europa Occidental. La península fue invadida y colonizada por, además de los fenicios, los celtas, cartagineses, griegos, hasta que en año 200 a. C. formó parte del Imperio Romano, momento en el que surge su nombre que deriva de Hispania. Tras la caída de Roma, comienza el embrión de la actual España con el reinado de los visigodos que se estableció del siglo V al VIII. Pero, no tardaría en llegar el periodo musulmán, que duró 750 años, con el florecimiento del Al-andaluz en las zonas sur de la región, produciendo el florecimiento cultural, científico y artístico del país. Los reinos cristianos expulsaron a los últimos moros en 1492 y así comenzó la edad dorada de España, durante el reinado de los Reyes Católicos que dieron forma al Reino de España y al poder de su imperio colonizador.

El siglo XIX fue una época de constantes cambios para España: perdió parte de sus territorios colonizados, fue invadido por Napoleón Bonaparte y reinada por el monarca José Bonaparte, hasta que los franceses fueron expulsados y la nación se mete de lleno en la Revolución Industrial, lo que provocaría grandes cambios sociales en el país.

Pero, sin duda, el episodio histórico más actual y relevante que marcó al país hasta la actualidad fue la terrible Guerra Civil de 1936, cuyo final terminó en la dictadura fascista de Francisco Franco hasta 1975. En las décadas de la posguerra, España experimento la pobreza, el crecimiento económico y la represión política y cultural hasta la muerte de Franco, la reincorporación de la monarquía, con el rey Juan Carlos I, y la aprobación de la Constitución de 1978. Éste es el momento en el que llega el periodo de la Transición que crea las bases de la actual España a través de una transformación sin precedentes que le ha llevado a ser actualmente una democracia consolidada. En esta etapa, el país español crece económica y políticamente entrando en la Comunidad Económica Europea, organizando la Copa Mundial de Fútbol de 1982, Los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992, la Exposición Universal en Sevilla y el V Centenario del Descubrimiento de América por Cristóbal Colón.

Con esta vasta historia, España es una de las naciones más fastuosas y ricas del mundo en patrimonio cultural disperso por su amplia y diferenciada variedad de destinos turísticos, desde los amplios y bellos parques naturales de los Pirineos o Picos de Europa, las blancas y extensas playas de las Islas Canarias, las Islas Baleares o las de la costa del Mediterráneo y del Cantábrico, hasta los más antiguos tesoros literarios, artísticos, arqueológicos y arquitectónicos, como por ejemplo ‘El Quijote’ de Cervantes, obras de arte de maestros mundiales como Velázquez, Picasso, Goya, la Alhambra de Granada, o las Cuevas de Altamira. Por eso, hoy en día, España es el segundo país del mundo en número de turistas extranjeros, así que no es de extrañar que disponga de una de las mejores ofertas turísticas mundiales en cuestión de alojamiento, restauración, comercio, ocio y cultura.

Y es que, además, el visitante que viaje a España descubrirá un tiempo amable y diferenciado. Por un lado, su parte sur, las Islas Canarias y las ciudades de Melilla y Ceuta suele ofrecer al turista un clima bastante cálido y soleado, cuyas temperaturas en verano suelen oscilar entre los 20 y los 35 grados. Mientras que, por su parte, el norte de España tiene un clima algo más fresco y húmedo, proporcionando así unos paisajes ricos en vegetación. Por eso, España lo ofrece todo: desde los típicos días vacacionales de sol y playa hasta las más bellas estancias en parajes imposibles de olvidar resguardados en increíbles zonas rurales.

La pregunta sería qué no ver en España y es que cada una de sus comunidades, con su diferenciado camino en la historia, variedad de costumbres y tradiciones, así como su diversificada naturaleza ofrece algo propio y autentico al visitante que decide recorrer el territorio español. Así que son muchos los lugares relevantes del país que se convierten en destino turístico de lujo.
Los vuelos con destino a su región ultraperiférica te llevan a las Islas Canarias, un archipiélago característico por su origen volcánico, lleno de largas playas, impresionantes cráteres y por un clima subtropical. Cada una de sus siete islas tiene algo que mostrar al turista, desde el fantástico oasis de la Playa de Maspalomas de Gran Canaria, el increíble volcán en activo del Teide de Tenerife- el pico más alto de España y el tercer volcán mayor de la tierra- el bello parque natural de La Caldera de Taburiente de La Palma, el increíble paisaje volcánico del Timanfaya de Lanzarote, hasta las kilométricas playas blancas de Fuerteventura y las verdes y montañosas islas de La Gomera y El Hierro.

Quien viaje a Melilla y Ceuta descubrirá el autentico aire morisco que durante años enriqueció el patrimonio del país, así como importantes construcciones militares, como las Murallas Reales ceutís de la época hispanoportuguesa, o la parte más antigua de la ciudad fortificada de Melilla, conocida como El Pueblo.
El legado Andalucí, compuesto por ocho siglos de encuentros y pugnas entre dos culturas -musulmana y cristiana- dejó huella en prácticamente todo su territorio. Por ello, Las ocho provincias de la comunidad andaluza ofrecen desde la más variada oferta turística hostelera, de ocio, deporte y descanso -como el pueblo de Marbella en Málaga, o la deportiva Tarifa de Cádiz- hasta el más rico patrimonio cultural formado por ejemplo por: la Alhambra de Granada, la arquitectura monumental de la Ruta del Califato de Córdoba, el Alcázar, la Torre del Oro, la Casa de Pilatos y el Minarete de la Giralda de la capital andaluza, Sevilla; así como, por numerosos parques naturales, como el Cabo de Gata-Nijar de Almería, el de Despeñaperros de Jaén o el paisaje marciano de Río Tinto de Huelva.

Murcia, Castilla la Mancha y Extremadura son destinos diferenciados. El que se aloje en algún hotel de Murcia, la región huertana, disfrutará de sus edificios más emblemáticos, como su catedral o el Palacio Episcopal o el antiguo entramado urbano medieval de época andalusí. El turista que viaje a destinos como Castilla La Mancha, por el contrario, se encontrará con 320.000 hectáreas de espacios naturales que hacen de esta comunidad uno de los territorios de Europa con mayor número de parques naturales, nacionales y reservas naturales. Pero, desde luego el viaje a su capital, Toledo, será el más enriquecedor ya que entre sus murallas se encuentra entremezclado el arte romano, visigodo, musulmán, judío y cristiano, lo que le convierte en la Ciudad de las Tres Culturas y por lo que es declarada Patrimonio de la Humanidad.

Por su parte, los vuelos a Extremadura dirigen a su visitante a una tierra de contrastes, marcada por las cuencas del Tajo y el Guadiana y cuyas principales riquezas naturales se encuentran en el Parque Nacional de Monfragüe, el Parque Natural Tajo Internacional y el Parque Natural de Cornalvo, donde perviven las más puras manifestaciones de la vida animal y vegetal del bosque mediterráneo.
Valencia, la tierra de las naranjas, disfruta de una capital cosmopolita que invita al turista a un recorrido único y sorprendente por sus lugares más emblemáticos y vanguardistas, como es el complejo arquitectónico de Calatrava: la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, el Museo Príncipe Felipe, el Palau de les Arts, el Oceanográfico y el Bioparc. Instalaciones modernas que se combina con armonía con el patrimonio artístico de la ciudad compuesto principalmente por su casco viejo, la Lonja, sus puentes, museos y jardines.

Los viajes a Madrid dirigen a la capital, a la ciudad que mejor representa la España de los Austrias y en donde se hallan los edificios, monumentos y lugares más emblemáticos y relevantes del país. Desde su zona central caracterizada por la Milla de Oro de la Cultura del Paseo del Prado, - Con el Museo del Prado, El Reina Sofía y el Thyssen-Bornemisza - su pulmón natural, El Retiro, sus lugares más castizos y concurridos como Sol, La Plaza Mayor, el Mercado de San Miguel, la zona más majestuosa- compuesta por la Catedral de la Almudena, el Palacio Real, el Teatro Real, Los Jardines de Sabatini, o las calles más cosmopolitas, bohemias y multiculturales, como: Plaza España, Gran Vía, Lavapies, La Latina, Malazaña, o el barrio Salamanca. Se tratan de los lugares más característicos de Madrid todos unidos por emblemáticos monumentos como son: La Puerta de Alcalá, la fuente de Cibeles, el kilómetro Cero de Sol, la Plaza de Colón o incluso el Templo de Debot.

Castilla León es una de las regiones más extensas de España, con nueve provincias caracterizadas por sus paisajes variados, sus 40 parques naturales, sus numerosos e imponentes castillos, sus tres bellas ciudades Patrimonio de la Humanidad y sus ocho complejos históricos. Un conjunto que representa la imagen más fiel de la España medieval. Junto a ella, Aragón ofrece al turista deportivo y al que viaja en familia sus parques naturales de Maestrazgo, el del Río Martín o el de la Sierra de Albarracín; los parques temáticos y de ocio, como el conocido Territorio Dinópolis, en Teruel, o el Parque Faunístico de los Pirineos, situado en la localidad de Piedrafita de Jaca. Mientras que su parte cultural se descubre a través de la ruta de las Cinco Villas, que muestra desde el estilo románico medieval hasta el mudéjar.

Los vuelos al norte del país guían al visitante a una tierra muy diferente, famosa por su naturaleza y su rica gastronomía. Cataluña, con la vanguardista Barcelona como capital, es la cuna de la cultura modernista reflejada en importantísimos edificios como la Basílica de la Sagrada Familia, la Pedrera, el Parque Güell, todas obras de Gaudí; mientras que sus emblemáticas calles como La Rambla, el Paseo de Gracia, el Barrio Gótico, o su zona más concurridas como el Por Olímpic, se han convertido en el sitio favorito de barceloneses y visitantes para disfrutar de su tiempo de ocio.

Mientras que los vuelos con destino al País Vasco, Navarra y la Rioja llevan a la más gustosa oferta gastronómica ofrecida en la costa cantábrica. En el País Vasco es imprescindible la vista al casco viejo- conocido por las siete calles, de Bilbao, así como su Museo Guggenheim; y en San Sebastián sólo hay que dar un paseo por la Playa de la Concha para descubrir su señorial y burgués estilo. En Navarra, escenario de las populares fiestas de San Fermín, destaca por sus bellas calzadas romanas y por su multitud de senderos como el de la Cañada Real, vestigio de la trashumancia que conduce los rebaños de los pastos pirenaicos a la ribera del Ebro. Y, por su parte, el destino de la Rioja ofrece el mejor de los vinos y de los pinchos españoles en lugares como la calle Laurel de Logroño o en la zona de la Rioja Alavesa.
También Cantabria y el Principado de Asturias se caracterizan por sus bellos y frondosos paisajes, su cuidada cocina y por sus señoriales barrios. En Cantabria es imprescindible la visita al Sardinero de Santander y al Parque de Cabárceno, mientras que en Asturias es de obligado cumplimiento dar una visita por el empedrado casco viejo de Oviedo y de Gijón.

Y por último, la costera Galicia, la tierra del vino y el marisco, es famosa por ser el epicentro del popular Camino de Santiago, la ruta que recorren los peregrinos procedentes de toda España y de toda Europa para llegar a la ciudad de Santiago de Compostela, capital de la comunidad y declarada Patrimonio de la Humanidad por su incontable número de tesoros que guarda.

Con 17 comunidades y dos ciudades autonómicas, todas diferenciadas y con su idiosincrasia propia, cómo va a ser la gastronomía española. Pues extensa, variada y rica. Cada comunidad dispone de sus productos estrellas y cocina tradicional, pero en su conjunto se caracteriza por consistir en una gastronomía típicamente mediterránea rica en pescados, carnes, frutas, verduras, embutidos y quesos, acompañados de los mejores vinos y licores.
Además, la gastronomía española también se enriquece con la mescolanza del estilo rural y el costero, así como por la influencia de los pueblos que han pasado por el país a lo largo de su historia, lo que le ha proporcionado una gran variedad de ingredientes y técnicas culinarias.

Cada comunidad ofrece un menú típico en el que despunta el plato más popular. La cocina canaria es famosa por sus quesos, sus papas arrugadas con mojo picón y por sus platos típicos conocidos por los nombre de Ropa Vieja (garbanzos, con carne de res y caldo) y Sancocho (pescado salado (papas arrugadas, batata y mojo rojo o verde). La carta andaluza se caracteriza por el uso del aceite de oliva, los frutos secos, los pescados y las carnes. Mientras que en la repostería se muestra gran influencia de la cocina andalusí, con el uso de almendras y miel. Murcia se despunta por su cocina hortelana, mientras que Valencia es conocida por sus paellas variadas.

La cocina de Castilla La Mancha está universalizada por Cervantes en El Quijote. Consiste en una carta abundante, sabrosa y contundente de origen pastoril, cuyos productos más famosos son el queso manchego o las migas. Los platos típicos extremeños son ricos en carne y charcutería. Así en esta tierra se elaboran los mejores jamones ibéricos y los más sabrosos platos de caza cuyos ingredientes principales son faisanes, perdices, codornices, chochas, liebres o palomas torcaces.

En Madrid, sin duda, su plato por excelencia es el famoso cocido madrileño y el desayuno universal que se ha extendido por todo el país es, por supuesto, sus churros con chocolate. Castilla León se caracteriza por su rico tapeo, además de por sus carnes: cordero, ternera y cerdo, sus variados embutidos y su famosa cecina. Por su parte, las bases de la cocina aragonesa se encuentran en la huerta, condimentos, caza, ganadería, setas y trufas. Siendo sus platos más emblemáticos los jamones turolenses, las longanizas, los chorizos del Aragón central, el cordero y el pollo al chilindrón. Y ya en el norte, además de disfrutar de cada vez mejor elaborados pinchos, se paladea, posiblemente, la más exquisita cocina española elaborada por cocineros de renombre internacionalmente como es el caso de Ferrán Adrià. Cataluña es conocida por su tradición en la preparación de arroces, carnes y mariscos conjuntados, excelentes embutidos, que combinan con platos como la escalibada, el empedrat, los calçots o los fesols, siempre acompañados por su típico pan con tomate.

Navarra presume de sus alcachofas con almejas, el chicharro al horno o los pimientos rellenos al bacalao; el País Vasco es conocido por su bacalao al Pin pin y Cantabria por su fabada
Y por último, ya el que viaje a Galicia y Asturias disfrutará la máxima calidad de los productos del mar como son los mejillones, pulpos, gambas, langostinos, rape, erizos de mar, etc., que se acompañan de verduras y hortalizas, entre las que impera la fabada, y un surtido de quesos artesanales, todo cortejado por la mejor sidra y vinos del País.

Quien viaje con destino a España se dirige a uno de los países europeos más cargado de celebraciones y fiestas tradicionales. Cada pueblo del país organiza eventos de carácter sacro o laico con los que recuerdan sus costumbres y tradiciones más arraigadas que se armonizan con los festivales culturales internacionales de música, teatro, arte y cine más actuales. Así, que sin duda el turista que viaje a cualquier punto de España se encontrará con alguna celebración típica o cultural que admirar y disfrutar. Sin embargo, de las infinitas fiestas tradicionales que celebra España, algunas despuntan por su constancia en el tiempo, popularidad y por la cantidad de visitantes que se sienten atraídos por estos eventos.
Los carnavales de Cádiz y Canarias, que se suelen celebrar durante dos o tres semanas de febrero. Cada comunidad organiza este evento con su peculiaridad, pero lo común de ambas regiones es la cantidad de gente que acude a disfrutar de las fiestas carnales llenas de comparsas, murgas, festivales, mogollones musicales y cabalgatas.
Pero lo más auténticamente español son las tradiciones fiestas folclóricas como son los toros. De este tipo de fiestas que se suceden a lo largo del año por casi todo el territorio español, las más famosas por excelencia son las que se suceden en Navarra con los espectaculares encierros de los Sanfermines de Pamplona, organizados a principios del mes de junio.

Las costumbres religiosas también están muy arraigadas en España, sobre todo en la época de Semana Santa, que se suele celebrar entre marzo y abril. En esta semana todo el país venera con apasionados paseos de tronos el nacimiento de Jesús, creando un verdadero espectáculo de devoción, bullicio, alegría y costumbres religiosas. Sin embargo, las ciudades andaluzas son las que más espectacularmente celebran esta semana, a través de tronos portando a las imágenes, miles de nazarenos, marchas procesionales, aromas a incienso y miles de personas que se agolpan por ver y aplaudir a sus cofradías favoritas.

La tradición folclórica, protagonizada por el flamenco es otra característica propia de España. En especial en la comunidad de Andalucía, en cuyas principales ciudades se llevan a cabo las mejores romerías del país. Abril es el mes estrellas para estas fiestas, como son las Ferias de Sevilla y de Málaga, con las que las calles se llenan de cante y baile a todas horas.
Las Romerías son las siguientes fiestas populares, sobre todo la de un pueblo de la provincia de Huelva, conocido por El Rocío, cuyo nombre es tomado para celebrar la romería en la que se venera a la Virgen del Rocío. Esta fiesta es espectacular por la cantidad de carretas engalanadas, caballos embellecidos y romeros vestidos con hermosos trajes flamencos que caminan entre cantos y bailes para presentar sus respetos a la virgen en una amenizada peregrinación mariana.

En Valencia, sin embargo, el protagonista es el fuego en las famosas Fallas de San José, que se celebran en la primera quincena de marzo. Es entonces cuando la comunidad de las paellas y las naranjas se convierte en un espectacular escenario de increíbles, hermosos e imaginativos ninots (figuras de cartón que representan costumbres, fantasías e incluso situaciones y personajes actuales) cuyo fin se encontrará con una grandiosa pirotecnia que llena de luz y color todas las calles valencianas.

Otras fiestas populares también muy conocidas y concurridas son: La Tomatina que se organiza en Buñol (Valencia) y que se caracteriza por convertirse en la más grandiosa batalla campal de tomates
En provincias del norte como la de San Sebastián se celebran tradiciones como las Tamborradas de enero, con las que las calles de la ciudad se llenan de los tamborreros (que tocan el tambor) y los cocineros/aguadoras, con cuyos ritmos festejan el día de San Sebastián.
Y por su parte, la capital de Madrid se engalana en mayo para festejar su fiestas más famosa y típica la de San Isidro. Con este evento la capital de España dedica al santo las recreaciones de tradiciones arraigadas, con las calles llenas de barquilleros, chulapas y chulos madrileños.