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Guías de Viajes de Ciudad Real

Ciudad Real
Ciudad Real

Una ciudad con gran tradición y vocación de modernidad

La tierra de Don Quijote

La tierra de Don Quijote
Perteneciente a la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, Ciudad Real está comenzando a ser una de las ciudades con más pujanza del centro de la Península Ibérica. Puede ser por la presencia del AVE Madrid-Sevilla, que realiza una parada estratégica en esta hermosa localidad, o bien por ser la sede de la Universidad de Castilla-La Mancha; pero lo cierto es que Ciudad Real está llena de juventud, cultura y patrimonio por los cuatro costados, y por estos motivos constituye uno de los destinos más interesantes para una escapada, un viaje o unas magníficas vacaciones. Aunque la producción vinícola y la ganadería son las actividades económicas más relevantes de la provincia, el turismo está cobrando gran auge en los últimos años gracias a la gran variedad de espacios naturales, rutas culturales y bellas poblaciones que es posible visitar en la región.

Ciudad Real ofrece al visitante un casco antiguo con importantes y antiguas edificaciones, entre las que es posible caminar relajadamente al tiempo que nos detenemos en tascas y bares típicos para "tapear". Y es que la gastronomía de la ciudad es de primer orden, sobre todo acompañada de los magníficos vinos con Denominación de Origen que se elaboran en sus tierras. Además de cultura gastronómica, también es posible remontarnos algunos siglos atrás para conocer a uno de los mitos literarios más importantes de las letras españolas: el mundialmente famoso Don Quijote. No sólo la capital, sino toda la provincia están volcadas hacia este personaje, que es motivo de rutas culturales por parajes impresionantes, convenciones, conferencias y que incluso ha llegado a dar su nombre al Aeropuerto de Ciudad Real.

 En la ciudad podemos disfrutar también de estupendos museos y visitar acogedores parques y jardines, pero además podemos establecer en ella nuestro "cuartel general" para realizar excursiones de un día a distintas poblaciones y lugares de interés, salpicados por el resto de la provincia. La Mancha es una tierra muy especial, que conserva en encanto típico de sus pueblos y localidades. Las ventas y callejuelas son muy similares a las que recorrió el hidalgo Alonso Quijano con su inseparable Sancho Panza, y recorrer las distintas poblaciones nos hará sentir el espíritu de la época. Lugares como Almagro, Campo de Criptana, Miguel Esteban, el Toboso y muchos otros harán las delicias de los amantes de la literatura y de los pueblos pintorescos.

Los parajes naturales también constituyen una excelente visita. El más importante sin duda es el humedal de Las Tablas de Daimiel, un Parque Nacional de 2.000 hectáreas que actualmente ha recuperado todo su esplendor, después de padecer graves problemas de sequía. Además, también merece la pena disfrutar de lugares como el Parque Nacional de Cabañeros, las Lagunas del Ruidera o la Reserva Natural de Alcázar de San Juan.

Magníficos restos medievales entre las más bella naturaleza

Magníficos restos medievales entre las más bella naturaleza
Si bien es cierto que en Ciudad Real, gran parte de su patrimonio monumental e histórico fue destruido durante los pasados siglos (y otra gran parte no fue adecuadamente conservada en los tiempos actuales), en la ciudad aún quedan muchos vestigios para contemplar y que visitar, y que confirman el apodo de "real" de esta maravillosa ciudad. La arquitectura civil y religiosa tiene muchas edificaciones que son por derecho propio dignas de contemplación y recuerdo. Probablemente, el edificio más emblemático y conocido sea la Basílica Catedral de Nuestra Señora del Prado. En principio, en los terrenos donde actualmente se encuentra se erigió una ermita románica, allá por el siglo XI; la catedral actual se comenzó a edificar en el siglo XV. De la primitiva iglesia se conserva la llamada Puerta del Perdón. La torre, que llama la atención a todos los que la contemplan, es fruto de la arquitectura barroca; al ser destruida en parte por el terremoto de Lisboa, se terminó de edificar en el siglo XIX. El interior de la Catedral alberga un magnífico retablo del siglo XVII. La Catedral no es en absoluto la única iglesia de relevancia de Ciudad Real; de hecho, la más antigua es la Iglesia de Santiago Apóstol, que data del siglo XIII aunque ha sido profusamente restaurada. Su artesonado mudéjar del siglo XIV es realmente digno de admiración. Además, también se pueden visitar y contemplar la Iglesia gótica de San Pedro, la Ermita de Alarcos y sus restos medievales, y la Iglesia de la Merced con bellos restos de pintura al fresco.

Ciudad Real es también una población de casonas y palacios que ofrecen hermosas muestras de arquitectura civil. Si bien sus murallas medievales quedaron completamente destruidas, sin que se conserven restos, sí podemos contemplar edificaciones tan impresionantes como la Puerta de Toledo, del siglo XIV; la Casa del Arco (el primer ayuntamiento de Ciudad Real; un edificio que data del siglo XV); el Hospital de la Misericordia, hoy sede del Rectorado de la Universidad de Castilla-La Mancha, o el hermoso Casino de Ciudad Real, del siglo XIX y con un interior decorado en distintos estilos, destacando los motivos art déco. Además de edificios, Ciudad Real también es ciudad de museos, albergando numerosas instituciones dedicadas a temas diferentes: restos arqueológicos, patrimonio, arte sacro, pinturas murales y arte contemporáneo. Por otra parte, también dentro de la ciudad podemos disfrutar de profusión de zonas verdes que abarcan una extensión total de más de 500.000 m2 en forma de parques y jardines. El Parque Puerta de Toledo, el Reina Sofía, los Jardines del Torreón o la Ruta Verde son sólo unos ejemplos de los mejores lugares para descansar entre la naturaleza urbana.

Pero si es naturaleza lo que vamos buscando, entonces lo mejor será abandonar durante un rato la ciudad y encaminarnos hacia alguno de los magníficos parques naturales con que cuenta la provincia: el Parque Natural de Cabañeros, las Tablas de Daimiel o las Lagunas de Ruidera. Cabañeros es una gran finca que durante un tiempo fue motivo de polémica, al proyectarse la ubicación de un campo de tiro en los terrenos que al final fue descartada, tras la presión ejercida por ecologistas y vecinos. Es un lugar mágico, perfecto para la contemplación de la flora y la fauna en libertad. Por su parte, las Tablas de Daimiel son probablemente (y con el permiso de Doñana) uno de los humedales más conocidos e importantes de España. Aunque la sobreexplotación de los acuíferos por parte de las extensiones agrícolas colocó en serio peligro a este bello Parque, en la actualidad el humedal se ha recuperado considerablemente. Es posible recorrerlo por pasarelas de madera y contemplar las aves desde los puntos de observación; actividades perfectas para pasar una jornada en plena naturaleza. Para terminar, las Lagunas de Ruidera son otro Parque Natural en el que se pueden recorrer nada menos que quince lagunas bellísimas, en un paraje que no tiene comparación con ningún otro enclave de nuestro país.

Tierra de vinos, quesos, carnes y estupendas hortalizas

Tierra de vinos, quesos, carnes y estupendas hortalizas
Ya en la obra cumbre de la literatura española, El Quijote, se le da un buen repaso a la gastronomía manchega y a sus deliciosas especialidades. La cocina de Ciudad Real, y por extensión de la provincia y la comunidad autónoma, es sencilla, basada en productos de calidad y, en muchas ocasiones, de inspiración pastoril. Además, La Mancha es bien conocida por proporcionar al resto de España (y al extranjero) magníficos productos con Denominación de Origen cualificada, como el celebérrimo queso manchego o los estupendos vinos de la tierra. Porque si de queso hablamos, probablemente nos estemos refiriendo al queso más conocido y popular de nuestra geografía. El queso manchego, que también se consume conservado en aceite, es un queso curado y de sabor intenso, aunque también hay variedades más suaves; de lo que no hay ninguna duda es de que todas ellas bordan la excelencia y ofrecen magníficos sabores y texturas.

Dentro del recetario, las preparaciones elaboradas con las verduras de la tierra son realmente excepcionales. El pisto manchego es por derecho propio el rey en su campo, mientras que en Ciudad Real también es posible degustar estupendas variedades de gazpachos (llamados galianos) y conservas tradicionales de intenso sabor, como las típicas berenjenas de Almagro. Dentro de las preparaciones de origen pastoril, es inexcusable probar delicias tan sencillas y sabrosas como las migas o las gachas. Aunque en Ciudad Real podemos encontrar muchos restaurantes que ofrecen platos de pescado de excelente calidad, lo cierto es que ésta es tierra de carne, sobre todo de cordero, protagonista de la antológica caldereta. Quizás el bacalao sea el pescado más popular, siendo el ingrediente principal del popular tiznao, receta en la que la cebolla, los pimientos secos y los tomates acompañan al pescado.

La repostería de Ciudad Real pasa por elaboraciones tradicionales que también encontramos en otros puntos de nuestra geografía y que en muchos casos se elaboran en fechas determinadas. Las torrijas y los pestiños son buenos ejemplos, aunque también hay dulces típicos de la mancha como las flores manchegas, la bizcochá o el mostillo. Y para terminar, en el plano vinícola hay mucho que decir, ya que la región cuenta dos denominaciones de origen dentro de su territorio: La Mancha y Valdepeñas. Se trata de vinos blancos y tintos de tipo joven, y en la actualidad se está investigando para conseguir también buenos caldos de crianza.

Desde el Carnaval y la Semana Santa, hasta el Corpus y las fiestas mayores

Desde el Carnaval y la Semana Santa, hasta el Corpus y las fiestas mayores

Ciudad Real es una localidad entregada a las fiestas durante todo el año. Ya entre febrero y marzo llega el momento, esperado por muchos, de ponerse manos a la obra para celebrar el Carnaval. Tanto empeño han puesto los habitantes de la ciudad en celebrar estos días, que los Carnavales de Ciudad Real han terminado por ser declarados Fiesta de Interés Turístico Regional. Probablemente el día más importante sea el Domingo de Piñata, durante el cual se realiza una espectacular cabalgata en la que desfilan carrozas llegadas de distintos puntos de la geografía española. La Semana Santa es la jornada de celebraciones que sigue a los Carnavales; en este caso, con más interés si cabe, ya que son Fiestas de Interés Turístico Nacional. Las procesiones se suceden a lo largo de los días a cargo de las veinticuatro hermandades que recorren las calles, portando un total de treinta y cuatro pasos, a cada cual más bello.

Llegada ya la primavera, Ciudad Real se prepara para celebrar los populares Mayos. Esta fiesta tiene lugar el 30 de abril y en ella los habitantes de la ciudad dan la bienvenida a la estación de las flores engalanando sus patios, calles y fachadas con las famosas crucres de flores. También en primavera se celebra el Corpus Christi, otra jornada de recogimiento religioso cuya espectacularidad viene dada por la celebración de desfiles de tipo religioso y militar. Y el Domingo de Pentecostés es posible asistir a la Romería que lleva a los fieles hasta la Ermita de Alarcos, a ocho kilómetros de la ciudad, y pasar una jornada muy animada de campo, folklore y reuniones de amigos y familiares.

En pleno verano, concretamente el día 31 de julio, se celebran unas fiestas muy populares que sirven como descanso y festejo de fin de la cosecha: la Pandorga. El origen del término es incierto, pero lo que sí es verdad es que son días de alegría, bailes y cantos, además de ofrendas a la Virgen del Prado. Los Jardines del Prado son el escenario de actividades como el concurso de limoná (el día 30 de julio), donde también se hace una "guerra" con la bebida. Los nombramientos de las Dulcineas y del Pandorgo, personajes populares, son otro de los momentos más esperados de las fiestas. Durante el mes de julio se celebra también el Festival Internacional de Folklore de Ciudad Real, todo un evento cultural que atrae a prestigiosos grupos de música popular de España y del extranjero, y durante el cual se celebran también actividades relacionadas con las artes tradicionales. Y también en verano, concretamente del 15 al 22 de agosto, llegan por fin las fiestas mayores de Ciudad Real en honor a la Virgen del Prado. Atracciones, conciertos, verbenas, gigantes y cabezudos y fuegos de artificio se encargan de animar los días y las noches festivas de la ciudad.

Muchas son las razones para visitar Ciudad Real y conocer a fondo su cultura, su animación y su naturaleza. Un lugar donde la hospitalidad es casi una religión, y del cual sin duda el viajero volverá completamente enamorado... Y con la intención de volver, en breve.