Ciudad renacentista y medieval en plena Vía de la Plata
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Ciudad Monumental
Cáceres es una ciudad que en tiempos fue crucial para el comercio de nuestro país, al estar enclavada en la llamada Vía de la Plata. Esta ruta data del tiempo de la presencia romana en nuestro país, y recorre la ciudad de norte a sur. La ruta une las poblaciones de Mérida y Astorga, y es un recorrido perfecto para disfrutar de la belleza y la historia de los alrededores de Cáceres. Además, la profusión de iglesias antiguas y museos dentro de la ciudad es también sorprendente, y no dejará ni un respiro al viajero que busque cultura, arte e historia. Por supuesto, no todo el placer de un viaje consiste en visitar monumentos y museos, y en este sentido Cáceres es también el destino perfecto. Porque la ciudad cuenta con gran cantidad de restaurantes donde degustar la magnífica gastronomía extremeña a precios excelentes, y también con animados y atractivos bares y tascas en los que practicar la saludable costumbre del tapeo, al tiempo que recorremos las calles y los rincones. Y sin olvidarnos de la vida nocturna, especialmente animada al tratarse de una ciudad universitaria.
Dentro de la provincia de Cáceres es también posible visitar y recorrer entornos naturales de excepción. Comenzando por Los Berruecos y las cuevas, como por ejemplo la Cueva del Castañar de Ibor, y siguiendo por parques naturales como el del "Tajo Internacional" o reservas como la Garganta de los Infiernos, de sobrecogedor nombre, las posibilidades son muy numerosas y variadas. Las rutas y sendas para recorrer ofrecen al viajero espectaculares paisajes, profusión de fauna y flora magníficamente conservadas y preciosos pueblos llenos de encanto, que se esconden como tesoros para descubrir. Si unimos todos estos atractivos al animadísimo calendario festivo de la ciudad y sus alrededores, encontraremos que la ciudad de Cáceres es una de las mejores elecciones que podemos hacer a la hora de planificar una escapada por la geografía de nuestro país.
Ciudad renacentista y medieval en plena Vía de la Plata
Nada más llegar a Cáceres, cualquier visitante encamina sus pasos hacia la llamada Ciudad Vieja o Ciudad Monumental, que constituye el casco antiguo de la ciudad. Los orígenes de las construcciones actuales radican en el siglo XIV, aunque las edificaciones y calles originales sufrieron varias reformas a lo largo de los siglos XV y XVI. Este hecho convierte a la Ciudad Vieja en un recinto medieval y renacentista de auténtica excepción, único en el mundo. Este núcleo histórico está rodeado de murallas salpicadas de torres defensivas; se da la peculiaridad de que la reina Isabel la Católica ordenó desmochar estas estructuras, a excepción de la torre de los Cáceres-Ovando, como castigo a la desobediencia de los habitantes de la ciudad. En las murallas también hay muchos arcos y puertas de entrada, entre los que destacan el Arco de la Estrella, el del Cristo y el de Santa Ana. El acceso principal a la Ciudad Vieja se hace desde la Plaza Mayor de la ciudad, donde podemos contemplar parte de las murallas en una vista insuperable. Es también de rigor visitar el Museo de Cáceres, ubicado en el Palacio de las Veletas para contemplar admirados el magnífico aljibe hispano-musulmán que albergan sus sótanos. Se trata del segundo más grande del mundo y uno de los mejor conservados en la actualidad.
Dentro de los mil y un edificios de carácter religioso de Cáceres, el más destacable sin lugar a dudas es la Santa Iglesia Concatedral de Santa María. Se trata de un bello edificio románico-gótico que se terminó de construir en el siglo XVI. Sus portadas góticas y su torre de estilo renacentista ofrecen la característica silueta de esta estructura, que hoy día es Monumento Histórico Artístico. Además, Cáceres es sin duda ciudad de iglesias; entre las muchas que pueblan la ciudad, podemos destacar la Iglesia de San Mateo y la Iglesia-Convento de Santo Domingo, ambas del siglo XVI, así como otras edificaciones más modernas como la Ermita de la Paz o la Iglesia de San Francisco Javier. Todos estos templos, al igual que la Concatedral, están emplazados dentro del casco viejo cacereño. La oferta monumental de Cáceres se completa con los variados castillos que rodean a la ciudad, casi todos ellos erigidos entre los siglos XIV y XVI y situados dentro del término municipal de la ciudad. Además, también hay que destacar los restos romanos que dan testimonio del origen de la Vía de la Plata. Y si de emplazamientos romanos se trata, el más importante es ciertamente el llamado Cáceres el Viejo o Castra Servilia, un campamento militar ubicado en las afueras. Dentro del municipio también es posible visitar dos cuevas pertenecientes al complejo kárstico de Cáceres: la Cueva de Maltravieso, con restos prehistóricos, y la Cueva de Santa Ana.
La provincia de Cáceres alberga también maravillosos espacios, reservas y parques naturales que suponen un respiro y un soplo de aire fresco para quienes quieran pasar unas jornadas fuera de la ciudad. La Sierra de San Pedro y su peculiar ecosistema puede ser un buen punto de partida para alguna ruta en plena naturaleza; pero probablemente el lugar más conocido sea el Parque Nacional del Monfragüe, un espacio realmente único y representativo de toda la biodiversidad presente en nuestra geografía. Siguiendo nuestro camino visitaremos también la espectacular Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos, plagada de saltos de agua y cañones profundos, así como las delicadas estructuras cálcicas de la Cueva de Castañar de Ibor, declarada Monumento Natural por su increíble belleza. El impresionante paraje de Los Berruecos nos muestra las imponentes moles graníticas que se alzan majestuosas al borde del agua; allí es inexcusable visitar el Museo Vostell, creado por el artista alemán y en cuyo entorno podemos contemplar muchas de sus esculturas compartiendo espacio estético con los bolos de granito.
La tierra del jamón, el queso y las migas
Un ingrediente que suele aparecer por doquier en las recetas cacereñas es el excelente pimentón de la Vera, una especia de hermoso color rojo intenso que aporta un sabor indiscutible a los embutidos, sopas y guisos. Y si de sopas y pucheros se trata, la gastronomía de Cáceres ofrece un completo recetario, en el cual destacan preparaciones como la sopa de cachuela, a base de hígado de cerdo, la sopa de tomate, las sopas de ajo o el popular sopicaldo. Para los meses más calurosos también hay una sopa muy especial: el gazpacho. Cáceres comparte con muchas otras regiones del sur de nuestro país la elaboración de esta sopa fría a base de verduras, pan y aceite de oliva, aportando un toque particular a las distintas variedades que presenta esta receta. Cáceres, y toda Extremadura, es también tierra de migas. Las migas extremeñas se elaboran con pan del día anterior, tocino, ajo, pimentón, chorizo y aceite de oliva; sobre esta base existen múltiples variantes. Un plato de origen humilde que ha alcanzado la excelencia gracias a su exquisito sabor. Además de las migas, en Cáceres también es posible probar estupendos guisos y pucheros: el cocido extremeño, con garbanzos, repollo y carne; las patatas guisadas de muchas maneras...
Las carnes de caza son también propias del recetario cacereño, destacando platos como el conejo al salmorejo, las codornices o la liebre en salsa negra. Además, Cáceres es también tierra de cordero y cabrito, que se pueden degustar en forma de excelentes calderetas y estupendos asados. En el apartado de pescados, el bacalao es el ingrediente de diversas preparaciones; pero son en realidad las especies de río las más habituales, en platos como las truchas a la extremeña y sobre todo, las tencas a la cazuela, una especialidad de la tierra. Para acompañar a cualquier comida, los vinos con Denominación de Origen de Montánchez y Cañamero son la elección ideal. Y por supuesto, podemos rematar la degustación con las diversas especialidades dulces que la repostería extremeña pone a nuestra disposición: bollos de chicharrones, perrunillas, repápalos y un largo y delicioso etcétera.
Un año de romerías y verbenas junto con grandes festivales
El año festivo comienza pronto en Cáceres. El mismo 20 de enero se da el pistoletazo de salida de las festividades religiosas en la ciudad con la Romería de San Fabián y San Esteban; y entre el 1 y el 3 de febrero es el momento de celebrar las fiestas más queridas de la ciudad. Se trata de las fiestas de Las Candelas y de San Blas, durante las cuales la Virgen de las Candelas se desplaza junto con los fieles desde su Santuario hasta la ermita de la Ciudad Vieja. El mismo día, víspera de San Blas, los cacereños acuden a pasar la jornada junto a la ermita del santo en una celebración llena de música y colorido. Ya en el mes de abril llega la Semana Santa cacereña, fiesta de Interés Turístico Nacional y una de las más peculiares y diferentes de la geografía española.
En el mes de mayo llegan las fiestas patronales a Cáceres. Son el primer domingo del mes y se celebran en honor la patrona, Nuestra Señora de la Montaña. Además, a finales del mes también tiene lugar la Feria Grande, cuyo evento más importante es la celebración de conciertos dentro del Recinto Hípico. Pero si hablamos de conciertos, es de rigor mencionar uno de los eventos musicales más importantes de España e incluso a nivel internacional: el WOMAD, un compendio de actuaciones musicales de primera línea con artistas llegados de todo el mundo. Cáceres y Canarias son los dos únicos lugares de nuestro país en los que se celebra anualmente este evento; en Cáceres el festival tiene lugar a principios de mayo y cuenta con el atractivo añadido de celebrarse en plena Ciudad Vieja, lo que le aporta una magia y encanto indiscutibles. Además, a lo largo del año la ciudad alberga muchos otros festivales y eventos culturales relacionados con el teatro, la música y el folklore. Y en el mes noviembre, Cáceres se convierte en un retorno al pasado gracias a la celebración del Mercado Medieval en la Ciudad Vieja, un escenario perfecto por el cual deambulan personajes sacados de la Edad Media, se celebra teatro de calle y se montan puestos en los que degustar exquisiteces llegadas de todas partes de España.
Por todo esto y por mucho más, Cáceres es un destino de referencia para el turismo nacional e internacional. Una ciudad que tiene mucho que ofrecer: cultura, naturaleza, gastronomía, historia, una belleza increíble y la excepcional hospitalidad de sus habitantes. Cáceres es una ciudad de la cual es muy fácil enamorarse... Para regresar, siempre, una vez más.