Un país con una personalidad tan variada como interesante
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Cultura, historia y modernidad
Ciudades medievales abrazadas por la Naturaleza
Otra maravillosa ciudad belga es Gante, con su Catedral de San Bavón; este curioso templo aúna nada menos que tres estilos arquitectónicos (románico, gótico y barroco), y alberga el maravilloso cuadro de los pintores Van Eyck llamado La Adoración del Cordero Místico. Lovaina le sigue también de cerca, por ser la ciudad universitaria por excelencia, lo que le aporta una animación extraordinaria. Malinas, a tan solo 25 Km. de Bruselas, es la capital eclesiástica de Bélgica, además de la ciudad de los carillones, los tapices y el curioso Museo del Juguete... Y muchas más ciudades y pueblos conforman el conjunto de maravillas urbanas que ofrece Bélgica como destino turístico.
La Naturaleza es también hermosa y agreste en Bélgica. El país cuenta con zonas boscosas tan famosas como el gran Bosque de las Ardenas, y hay establecidas gran cantidad de rutas en distintas zonas para recorrer haciendo senderismo o en bicicleta. Existen diversas reservas naturales, como la Reserva Natural de Zwin, próxima a Brujas. Y ya que hablamos de naturaleza, no podemos dejar de mencionar un atractivo muy sorprendente de Bélgica: sus playas. Ostende es la ciudad de baños más célebre del país, con amplias playas de arena blanca; desde ella podemos cambiar de rumbo y encaminarnos a otros puntos costeros como Nieuwpoort u Oostduinkerke. Este último posee un encantador entorno agreste y rural, con playas solitarias de las que disfrutar. De Panne es el nombre de uno de los destinos turísticos más solicitados por los propios belgas; además de su proximidad con la Reserva Natural de Westhoeck, también disfruta de enormes playas. El lago Minnewater (o Lago del Amor) cerca de Brujas, y los lagos de Ixelles, próximos a Bruselas, son otros puntos donde disfrutar de la presencia del agua y la naturaleza en vivo.
Mucho más que cerveza y chocolate
Navidades, Carnaval y todo un año de festivales culturales
Cuando llega el frío, Flandes se transforma en un lugar de sueños de invierno. Pistas de patinaje, mercadillos de Navidad, vino caliente, luces mágicas,... Viaja a Flandes y Bruselas durante la época de Navidad y Año Nuevo para disfrutar de maravillosos espectáculos, exposiciones y otros eventos que sólo estarán en activo durante el invierno. El mercado navideño es una tradición que no puede faltar en las 6 ciudades de arte de Flandes (Amberes, Bruselas, Brujas, Gante, Malinas y Lovaina), y constituye toda una atracción para visitar estas ciudades durante las celebraciones. El mercadillo navideño de Bruselas es uno de los más grandes de toda Europa; llega a ocupar toda la extensión de la Plaza Mayor o Grand Place, y además se extiende por distintas calles, de manera que alcanza la Place de Saint Catherine. Y en este punto, se puede ver (y disfrutar) la enorme noria que ofrece unas vistas impagables de toda la ciudad. La iluminación callejera es también vibrante y espectacular.
Los Carnavales son también un evento importante en distintas localidades belgas, siendo especialmente relevantes los de la ciudad de Aalst, declarados parte del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Con el nombre de Zinneke Parade o Desfile de Zinneke (Gran Día Z), durante el mes de mayo las calles de Bruselas se animan al ritmo de todo tipo de música y disfraces desde el año 2000. Todas las representaciones son en la calle, donde se puede disfrutar de la música, los disfraces y las carrozas las 24 horas del día. Pero en realidad, la celebración más importante y espectacular es sin duda el Ommegang, un festival que se celebra en Bruselas los primeros martes y jueves de julio. Esta festividad pretende rememorar los tiempos del Emperador Carlos V, y se viene celebrando desde 1.549. Las calles se pueblan de trajes ricamente coloreados, caballos enjabegados, estandartes y banderas y un montón de competiciones de tipo medieval. La diversión y la animación están servidas, siempre vigiladas por los típicos "gigantes", una tradición muy similar a la española.
Otros festivales interesantes que abogan por la cultura y la diversión son el Festival del Cortometraje del distrito de Ixelles, el Fesival Recyclart y el Festival Bruxellensis. Este último surgió para dar a conocer las distintas cervezas, y los locales que las fabrican y venden, a propios y extraños; por su parte, Recyclart convoca a multitud de músicos, bailarines, actores, artistas gráficos y otros creadores para que puedan exponer sus obras al público, siempre relacionadas con el arte del reciclaje y el cuidado del medio ambiente. La música es la protagonista total durante la Maratón de Jazz de Bruselas, que en el mes de mayo hace que su población se mueva a ritmo de soul y blues, seguida después por la música étnica del Festival Couleur Café. Un mercado de productos étnicos y un ambiente inmejorable dan la bienvenida a todo aquél que quiera ir a escuchar ritmos de otras culturas, en la capital de un país tan variado como acogedor.
El último día, "el día de los monederos vacíos", hay una procesión en la que participan los "stroppendragers" (los portadores de soga) con una soga en blanco y negro (los colores predominantes del escudo de Gante).