Sol y calor en plena Costa del Sol
Playas y exclusividad al pie de Sierra Blanca
El nombre de Marbella nos trae a la mente muchos conceptos: sol y calor en plena Costa del Sol, cálidas aguas mediterráneas, playas exclusivas, puertos deportivos donde atracan los yates más espectaculares, urbanizaciones exclusivas con muchos nombres famosos entre sus vecinos… Lujo y famosos aparte, en Marbella hay infinidad de atractivos para cualquier viajero que quiera conocer esta preciosa ciudad y su entorno. Se trata de un enclave muy antiguo, y en esta zona se localizan importantes yacimientos arqueológicos que dan fe de los primeros pobladores de la villa. Por ella pasaron los pueblos prerrománicos, los romanos, los árabes… Hasta transformarse en el crisol de culturas que es hoy día. Los vestigios de todas estas civilizaciones se pueden descubrir en el interesante patrimonio histórico con que cuenta la ciudad.
Geográficamente, Marbella pertenece a la provincia de Málaga y está integrada en la Comarca de la Costa del Sol Occidental. Estratégicamente ubicada a orillas del mar Mediterráneo y muy próxima al Estrecho del Gibraltar, sus 117 km2 acogen a alrededor de 132.000 habitantes. La villa está situada entre el mar y la montaña, ya que a sus espaldas se alza la Sierra Blanca, todo un paraíso natural de gran riqueza ecológica y paisajística.
Pero es el mar el que desde siempre ha dado su razón de ser a Marbella. El municipio cuenta con un total de 27 kilómetros de costa, en donde se ubican veinticuatro playas dotadas de todas las comodidades y servicios que se puedan desear. A diez kilómetros de la ciudad se encuentra la localidad de San Pedro de Alcántara, cuyas playas resultan una buena muestra de cómo combinar con acierto el desarrollo turístico y la protección del medio ambiente. Además de playas, quienes acudan a Marbella también podrán conocer su lujoso puerto deportivo: Puerto Banús. Se trata de uno de los puertos más famosos y con más prestigio del Mediterráneo, y la calidad de las embarcaciones que lo pueblan así lo confirma. Los visitantes pueden recrearse con la contemplación de barcos y yates, y también con la gran abundancia de establecimientos de lujo, donde tienen su representación las firmas internacionales más exclusivas.
La faceta deportiva es también seña de identidad de Marbella. La ciudad dispone de diez espléndidos campos de golf, algunos de ellos diseñados por primeras figuras de este deporte. La hípica y el tenis también cuentan con estupendos clubs donde poder practicarlos, y Sierra Blanca constituye un paraíso para la práctica de deportes al aire libre y actividades de aventura. Quienes disfruten de los deportes náuticos tienen a su disposición nada menos que tres puertos donde poder disfrutar de su afición con todo el equipamiento necesario.
Los alrededores de Marbella son tan interesantes como la ciudad en sí. Algunas de las más bellas localidades de Andalucía se encuentran en sus cercanías, como la espectacular Ronda, la pintoresca Mijas o la bella Estepona, sin ir más lejos. Lugares perfectos por los que hacer una ruta y conocer sus rincones con más encanto, aprovechando para degustar en restaurantes y chiringuitos lo mejor de la deliciosa gastronomía andaluza.
Un paseo por la Historia, el lujo y la naturaleza
Marbella no es ciudad para un fin de semana. O quizás sí, pero en sólo dos días no daremos abasto a la hora de experimentar todo lo que esta ciudad y sus alrededores tienen para ofrecer. Un viaje a Marbella merece que se le dediquen unos cuantos días, durante los cuales tendremos tiempo para broncearnos y disfrutar del Mediterráneo en sus extensas playas, conocer de primera mano la historia de sus antepasados, visitar una bellísima sierra y extasiarnos ante la espectacularidad de los yates, las mansiones y las tiendas y comercios más exclusivos. Eso, sin olvidarnos de practicar alguno de nuestros deportes favoritos…
Ya hemos dicho que son veintisiete los kilómetros de costa con que cuenta el municipio de Marbella. Desde Guadalmina a Cabopino podremos recorrer la costa con tranquilidad, en busca de los rincones más bellos y agradables que ofrecen sus múltiples playas. No hay que olvidar que Marbella es un recurso turístico de lujo, por lo que a pie de las mejores playas siempre localizaremos espléndidos hoteles, complejos y restaurantes que dan la bienvenida al viajero. Muchas de estas playas cuentan con la deseada Bandera Azul de la unión europea, que garantiza la calidad de sus aguas, su arena y sus servicios. El centro neurálgico es la localidad de San Pedro de Alcántara; en sus alrededores se localizan arenales tan atractivos y extensos como la Playa de Guadalmina, la de Linda Vista, la propia del núcleo urbano (perfecta para la práctica de deportes náuticos como el windsurf o las motos de agua) y la de Cortijo Blanco. Son playas muy extensas que no bajan de los 500 metros de longitud, llegando a ocupar hasta más de kilómetro y medio de costa.
Otras de las playas más conocidas son las Puerto Banús, Río Verde, Ancón o la Fontanilla. La gran mayoría de estos arenales están situados junto a urbanizaciones turísticias y/o puertos deportivos, lo que hace que estén completamente equipados y que en sus cercanías podamos encontrar todo tipo de establecimientos. Aunque en verano registran un alto grado de ocupación, su gran extensión ofrece espacio suficiente para albergar a todos los bañistas. Sin embargo, los amantes de la tranquilidad y los entornos menos masificados también tienen sus propios arenales, como la playa del Pinillo o la del Cable, situadas lejos de las urbanizaciones más concurridas. La playa de Artola, por su parte, se encuentra situada en un paraje natural protegido y en ella está permitida la práctica del nudismo. Junto a ella se encuentra uno de los puertos deportivos con más encanto de la Costa del Sol, el puerto de Cabopino.
Una vez nos hayamos relajado lo suficiente al sol de las playas marbellíes, es el momento de hacer un alto para conocer la ciudad y su Casco Histórico. Ubicado frente a la hermosa bahía, es una red de callejuelas y patios encalados con todo el sabor de las villas andaluzas. Su centro es la Plaza de los Naranjos, con bellos edificos renacentistas en los que destacan el Ayuntamiento y la Casa del Corregidor. La iglesia principal de Marbella es la Iglesia Mayor de la Encarnación, del s. XVI. A destacar también la torre árabe, único testigo en pie de una antigua fortaleza del s. IX, y los diversos yacimientos arqueológicos que salpican el territorio marbellí, como las Termas de Guadalmina o la Vega del Río Verde.
Una visita a Puerto Banús es siempre algo obligatorio para el visitante. Las lujosas embarcaciones, los automóviles espectaculares, la profusión de “gente guapa”… Son atractivos únicos y característicos de esta ciudad. Marbella cuenta con varios puertos deportivos en sus alrededores, aparte de Puerto Banús; por ejemplo, el de Sotogrande, el Marítimo de Marbella o el antes citado puerto de Cabopino. Tampoco podemos olvidarnos, por supuesto, del entorno natural de Sierra Blanca (con localidades tan bellas como Ojén) o el Parque Natural de la Sierra de las Nieves, en la Serranía de Ronda. Las visitas a Mijas, Estepona o Ronda son también una idea perfecta para pasar un perfecto día de excursión.
Tierras de tesoros del mar y la huerta
El mar que baña las costas de la zona y las tierras fértiles en manantiales del interior, garantizan que la gastronomía de Marbella es de una calidad excepcional. Si a ello le unimos la profusión de excelentes restaurantes en todos los puntos turísticos del entorno, y una buena representación de la cocina del resto del estado e internacional, descubriremos que comer bien es casi una obligación en esta hermosa villa.
El pescado es el rey de la mesa por antonomasia. Desde los humildes pero deliciosos espetos de sardinas, un plato que ningún viajero se debe perder (sobre todo si lo degustamos en un tranquilo chiringuito al borde del mar…); hasta el pescaíto frito, todo un clásico de la gastronomía andaluza, la cocina del pescado y el marisco está ampliamente representada. Los jureles, los exquisitos salmonetes del Mediterráneo, los calamares y los boquerones se presentan como parte de la fritura, pero muchos de ellos también se consumen a la parrilla o como parte de estupendas paellas de pescado y marisco.
No hay que olvidar que estamos en tierras del sur, donde también reinan los gazpachos y el ajoblanco, las sopas frías (junto con el salmorejo) más famosas de Andalucía. Las estupendas verduras de las huertas cercanas a Marbella proporcionan una materia prima de excelente calidad para preparar estas exquisitas especialidades, donde la presencia de un aceite de oliva de calidad inmejorable realza el sabor de las hortalizas. Una curiosidad para legos en la materia: el ajoblanco se similar al gazpacho, pero sin tomate y con almendras. Y desde luego, gazpachos hay tantos como cocineros que los preparen,…
La repostería marbellí es herencia directa de la cultura árabe. Almendra, miel y aceite de oliva se dan cita en múltiples especialidades, como las tortas de aceite o los roscos de vino, mientras que también encontramos otras delicias como los borrachuelos o las torrijas. Estos dulces son perfectos para acompañar con los vinos con Denominación de Origen Málaga, delicados vinos dulces muy apreciados dentro y fuera de nuestras fronteras.
Las Ferias más alegres y las tradiciones más sentidas
Las fiestas más importantes de Marbella se celebran la semana del once de junio, y son en honor de San Bernabé, patrón de Marbella. Además de celebrar el día del Santo, también se conmemora la reconquista de la villa por parte de los Reyes Católicos. Son fiestas de fuerte arraigo popular con intenso sabor andaluz, una auténtica feria donde la gente pasea con los trajes típicos, se “tapea”, se canta y se baila. El Recinto Ferial acoge las típicas casetas, donde la gente se reúne a comer, beber y divertirse hasta bien entrada la madrugada.
La Semana Santa se celebra en Marbella con la misma intensidad y espiritualidad que en el resto de Andalucía. En la ciudad hay nueve cofradías, incluyendo las de San Pedro de Alcántara; todas ellas tienen sus santos y patrones venerados, y sacan las imágenes en procesión por las calles. Santa Marta, la Virgen del Mayor Dolor, María Santísima del Calvario o el Santísimo Cristo del Perdón son nombres llenos de pasión, que reflejan perfectamente la devoción de las hermandades durante estos días.
Como villa marinera y portuaria que es, Marbella celebra con especial devoción el día de la Virgen del Carmen, 16 de julio. Son fiestas que duran toda la semana, desde la misa en la Capilla del Puerto (en la que se muestra una imagen de la Virgen Marinera sacada de una gruta a doce metros de profundidad), hasta la procesión marítima con la imagen que va desde el Puerto Pesquero hasta Puerto Banús, y luego de vuelta al Puerto Deportivo, desde la imagen procesiona por tierra hasta regresara la iglesia.
En San Pedro de Alcántara tienen lugar, por su parte, las fiestas en honor a su patrón San Pedro (19 de octubre). En esta ocasión, los vecinos adornan con profusión las calles que se pueblan de visitantes procedentes de toda la geografía española. Durante los días de fiesta se celebran dos Ferias: la del Día y la de la Noche, que llenan de diversión el Recinto Ferial.
Para terminar, no podemos dejar de citar una fiesta tradicional: la Fiesta del Tostón. Menos turística quizás, pero muy tradicional y familiar, tiene lugar el 1 de noviembre y es una fecha en la que los grupos de amigos y las familias se dirigen al campo con castañas, para asarlas allí. En la actualidad, la fiesta se ha convertido en gran parte en una celebración de la juventud, que suele acampar en la zona el día anterior para pasar allí toda la jornada festiva.