El lujo vive en la Costa Azul
Mediterráneo, sofisticación, veraneo
Si el viajero busca un lugar de la geografía francesa en el que tengan cabida estos tres términos, sin duda acabará dirigiendo sus ojos a Niza. Situada en el departamento de los Alpes Marítimos y en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, entre las ciudades de Cannes y Montecarlo, esta localidad costera de 347.000 habitantes (datos del 2006) ostenta el privilegio de ser el segundo municipio más visitado de Francia, tan sólo superado por París. Asimismo, es la quinta ciudad más poblada del Estado.
Su emplazamiento geográfico, en el punto neurálgico de la Riviera francesa y resguardado por el macizo del Estérel y los Alpes, así como su envidiable microclima de influencia mediterránea (con temperaturas suaves tanto en invierno como en verano) explican la innegable importancia que desempeña la actividad turística en el día a día de Niza. A esto habría que sumar el prestigio de su célebre balneario; a lo largo de los años, éste se ha erigido como polo de atracción para acaudalados veraneantes que han hecho del lujo, el boato y el derroche un estilo de vida.
Fundada por los focenses de Marsella hace unos 2.000 años, el núcleo primigenio fue bautizado como Nikaïa en recuerdo al triunfo contra los ligures (Niké es el nombre dado por los griegos a la diosa de la Victoria). Más adelante, en el año 14 a.C., el emperador romano Octavio Augusto lo convertiría en la capital de la provincia romana de los Alpes Maritimae. Tras ser anexionada al condado de Provenza en el siglo X, en 1388 la ciudad paso a manos de la dinastía de los Saboya. Éstos la conservaron hasta 1793, año en que fue ocupada por las tropas francesas. Sin embargo, su integración definitiva en el Estado francés no llegaría hasta 1860. Por aquel entonces, la Provenza ya comenzaba a despuntar como destino vacacional de aristócratas, burgueses y artistas. No obstante, la eclosión de Niza se inició en la década de los años veinte y treinta, siendo en esta última cuando empezó a popularizarse el hasta el momento denostado turismo de playa. Y así ha sido hasta el momento actual.
Aunque el idioma oficial de Niza es el francés, una parte de la población habla en nizardo (en francés, niçois; en italiano, nizzardo). Se trata de un dialecto del provenzal influida por el ligur, una lengua galoitaliania que se utiliza en algunas zonas cercanas, como en el Principado de Mónaco.
Para viajar hasta allí, se puede optar los vuelos a Niza desde las principales ciudades españolas. Su aeropuerto, el Nice-Côte d'Azur, es el segundo con mayor tráfico de Francia, y está dotado de dos terminales. En cualquier caso, también hay que tener presente que el desplazamiento puede hacerse en tren y autocar (desde Barcelona, por ejemplo). Si se opta por el vehículo privado (la distancia con la capital catalana es de 685 km), el trayecto discurre por autopistas de peaje. Finalmente, no hay que perder de vista que algunos cruceros hacen escala en esta ciudad de la Costa Azul.
Por descontado, reservar hoteles en Niza no es barato. En efecto, difícilmente se podrá encontrar una habitación en un establecimiento de tres estrellas por menos de 100 euros.
De la herencia de Roma a su arquitectura palaciega
En las siguientes líneas se enumeran algunos de los lugares de Niza más atrayentes desde el punto de vista turístico, muchos de los cuales se encuentran en el casco antiguo o Vieux-Nice. En cualquier caso, el visitante también debe tener presente que, además de su oferta cultural y de su frente marítimo, la ciudad también concentra una importante oferta de ocio nocturno.
- Antiguo Ayuntamiento: Ubicada en la plaza de Saint-François e iniciada en el siglo XVI, la que fuera la casa consistorial de Niza es de estilo barroco y está decorada con pinturas al fresco de temática carnavalesca.
- Ayuntamiento: El gobierno municipal de la ciudad se halla en este edificio neoclásico de 1730, que ha hecho las veces de seminario diocesano, hospital y cuartel. En su interior, predomina el estilo Art-déco.
- Basílica de Notre-Dame: Es la mayor iglesia de la ciudad y el primer edificio religioso moderno, ya que fue construido entre 1864 y 1868, a los pocos años de la anexión de Niza a Francia. Inspirada en la catedral de Angers, esta construcción destaca por sus vidrieras.
- Capilla de la Misericordia: Erigida en el año 1770 siguiendo un proyecto de Bernardo Vittone, este edificio de estilo barroco consta de una nave elíptica flanqueada por dos capillas semicirculares. En su interior, merecen una especial atención las pinturas de Bistolfi.
- Capilla de la Sainte-Trinité: Se trata de un edificio originariamente neoclásico que en 1824 fue restaurado por el artista nizardo 1824 por Paul-Emile Barberis. Como principal atracción, cabe subrayar su impresionante altar de madera dorada, realizado por pintores locales y rematado con un cuadro de la Santísima Trinidad.
- Casa de Adán y Eva: Emplazado en la calle de Poissonerie, se trata del único ejemplo de las antiguas residencias nizardas con pinturas al fresco que ha llegado hasta nuestros días. Ésta conserva un bajorrelieve fechado en 1584 que representa a Adán y Eva en paraíso.
- Catedral de Sante-Réparate: Esta seo del siglo XVI es el de mayor edificio religioso de cuantos se hallan el Vieux-Nice. De estilo barroco, su planta es de tipo basilical. La profusa decoración de sus capillas y el coro es quizás su detalla más atrayente.
- Colina del Castillo: Aunque este promontorio apenas conserva unos pocos muros de la antigua ciudad medieval (incluyendo los de la catedral del siglo XI), desde él se puede gozar una inmejorable perspectiva de Niza. Del mismo modo, la zona alberga un parque y un jardín botánico. Aquellos a los que les disguste subir peldaños les alegrará saber que se puede acceder a la colina en ascensor.
- Hospital de Cimiez: Fundado en el año 1754 como hospicio, el edificio ha sido objeto de sucesivas remodelaciones (la última en 1999). En la actualidad, es la sede del Centro Hospitalario Universitario de Niza.
- Hotel Regina: Situado junto al Hospital de Cimiez, este hotel de lujo del siglo XIX fue durante algún tiempo la residencia del pintor francés Henri Matisse. En la actualidad, el inmueble acoge viviendas privadas.
- Iglesia de Saint-Jacques-le-Majeur, o de Gesú: Erigida en 1609, este templo barroco tiene como platos fuertes su fachada de tonos azulados y la profusa decoración de su interior.
- Monasterio de Saint-François de Cimiez: Este conjunto monumental destaca por su iglesia del siglo XVI, su claustro y su bello camponsanto.
- Museo Arqueológico de Niza: Emplazado junto a las ruinas romanas de Cemenelum, este centro exhibe hallazgos arqueológicos que muestran algunos aspectos de la vida cotidiana en Niza durante la antigüedad. A su vez, el museo también cuenta con algunos ejemplos notables de lápidas funerarias correspondientes a la época romana.
- Museo Matisse: Esta pinacoteca, la más importante de Niza, abre sus puertas en la Ville des Arènes, un edificio del siglo XVII que se alza cerca de las ruinas romanas de Cemenelum. Fundada en 1963, esta institución acoge numerosas obras de Henri Matisse, considerado como uno de los principales estandartes del movimiento fauvista. Para más información acerca del museo, se recomienda visitar la correspondiente página web: http://www.musee-matisse-nice.org/.
- Ópera de Niza: Situado en el casco antiguo de la ciudad y frente al mar, este edificio fue construido en 1855 por el arquitecto nizardo François Aune, que se inspiró fundamentalmente en el estilo barroco. En la actualidad, es todo un referente dentro del la vida cultural de la localidad.
- Palacio Lascaris: Este edificio fue proyectado siguiendo los esquemas de la arquitectura palaciega de Génova. Posee una espectacular fachada, una no menos soberbia entrada y una no menos ostentosa escalinata rematada con bóvedas.
- Palacio de la Prefectura: Esta construcción albergó sucesivamente la residencia de los duques de Saboya (siglo XVII), un hospital en tiempos de la Revolución y, finalmente, la Prefectura de Niza cuando la ciudad fue incorporada a Francia, en 1860. Pese a que ha sufrido algunas modificaciones, el palacio continúa siendo una de las principales atracciones del Vieux-Nice.
- Promenade des Anglais (Paseo de los Ingleses): Esta artería es uno de los paseos marítimos más afamados del mundo y, al mismo tiempo, el icono de Niza por antonomasia. En ella abundan los yates y los bañistas procedentes de todos los puntos de la geografía mundial. Asimismo, la zona aún conserva el encanto de las construcciones hoteleras de fin-de-siècle.
- Ruinas de Cemenelum: En los siglos III y II a.C., este enclave dio cabida a un poblado ligur que, en el año 14 a.C. (bajo el mandato de Octavio Augusto) pasó a ser la capital de la provincia romana de los Alpes Maritimae. Entre sus restos más destacados, destacan tres termas y el anfiteatro des Arènes. Del mismo modo, en el recinto pueden observarse los vestigios de un complejo paleocristiano formado por un baptisterio y una catedral.
- Torre Bellanda: Se yergue en el lugar que anteriormente ocupaba una fortificación que fue destruida por Luis XIV. Fue en esta torre donde el músico Héctor Beriloz compuso su obra El rey Lear. Para el visitante actual, además, esta construcción constituye una magnífica atalaya sobre Niza.
Degustar lo mejor de la cocina campesina y mediterránea
A continuación, se detallan algunos restaurantes en los que el visitante podrá descubrir algunos de las especialidades de la cocina nizarda. En cualquier caso, no hay que dejar de probar el buque insignia de los fogones locales: la célebre pissaladière, una especie de pizza sobre una masa de hojaldre y elaborada con anchoas, tomate triturado, cebolla, huevo y aceitunas.
Del mismo modo, también resulta obligado dejarse seducir por las salsas à la niçoise, que tienen el tomate y las olivas negras como ingredientes estrellas. Y por supuesto, también conviene mencionar la conocida ratatouille (una especie de pisto elaborado con berenjenas, calabacines, tomate, cebolla y aceite) y el pan bagnat (un bocadillo de anchoas, tomate y alcaparras y aceite de oliva).
Finalmente, como anécdota, baste recordar que Niza se considera la inventora de los ravioles y los ñoquis. Esta circunstancia no es de extrañar, si se tiene en cuenta que esta ciudad, que perteneció a Italia en el pasado, lleva menos de 150 años formando parte de Francia.
- Le Bistrot: Situado en el número 22 de calle de Alphonse Karr, el local está decorado como una brasería de principios del siglo XX. Su carta se basa especialmente en las especialidades de pescado y marisco, y ofrece menús cuyos precios se sitúan entre los 25 y los 50 euros. Le Bistrot cierra los sábados al mediodía, los domingos y los festivos.
- Chantecler: Este restaurante de cocina francesa y perteneciente al hotel Negresco (Promenade des Anglais, 37) es no de los más elegantes y distinguidos de la ciudad. A su ostentosa decoración, inspirada en el estilo regencia, se suma una acertada apuesta por la cocina creativa. En ella se dan cita desde los langostinos asados hasta las típicas alcachofas barigoule (acompañadas de especias y aceite de oliva). Eso sí: los precios son muy elevados, ya que el precio del cubierto oscila entre los 86 y los 180 euros. El establecimiento abre todos los días, excepto los domingos, los lunes y los martes al mediodía. En enero permanece cerrado.
- Don Camilo Creations: Sito entre Cours Saleya y el castillo de Niza (rue des Ponchettes, 5), se trata de un restaurante gastronómico que ofrece una buena relación calidad-precio. Su carta ofrece originales recetas inspiradas en la cocina francesa. El precio del menú se sitúa entre los 24 y los 75 euros. Cerrado los lunes y los domingos.
- Les Épicuriens: Ubicado en el número 6 de la plaza de Wilson, este establecimiento basa sus propuestas en algunas especialidades de la cocina regional (comer a la carta cuesta entre 30 y 50 euros). A su vez, su cuidada ambientación basada en la madera confiere al local una atmósfera muy acogedora. Les Épicuriens cierra los sábados al mediodía, el domingo y durante todo el mes de agosto.
- Kitchen: Emplazado en el centro de Niza y a tan sólo 5 minutos de la playa y del casco antiguo (rue Chauvain, 10), este restaurante inscribe sus propuestas en el marco de la nouvelle cousine. El establecimiento, fundado en 2007, propone interesantes platos vegetarianos y una cuidada carta de vinos. Comer o cenar se sitúa entre los 15 y los 30 euros.
- La Pescheria: Este local (sito en el número 12 del boulevard de Victor Hugo) conjuga una carta basada en la cocina moderna con una ambientación vintage y una cocina a la vista del público. El precio del menú ronda los 24 euros, que incluyen la bebida.
- Au Petit Gari: Fundada en el 2003, esta brasería, situada en el número 2 de la plaza de Garibaldi, ofrece la posibilidad de comer bajo las imponentes arcadas que jalonan la zona. Sus propuestas se inscriben en la cocina casera, y ofrecen precios atractivos. El restaurante abre sus puertas de lunes a viernes, de 12:00 h a 14:00 h y de 19:00 h a 22:00 h.
- Le Petite Maison: En el centro de la ciudad, y a un paso del Promenade des Anglais, la Ópera y la Nice Vieux (rue Saint François de Paule, 11), se halla uno de los restaurantes más prestigiosos de la Costa Azul. Poseedor de una atmósfera sencilla y acogedora, este establecimiento brinda deliciosas especialidades autóctonas y mediterráneas preparadas con el máximo esmero, aunque sin apartarse de los ingredientes y los métodos más tradicionales de la cocina local. Entre sus especialidades, destacan los platos de carne, pescado y marisco y los patés, sin obviar la indefectible pissaladière y un cuidado carro de postres.
- Voyageur Nissar : Este restaurante (rue Alsace Lorraine, 19) dedica su carta a las especialidades de la cocina francesa y mediterránea más tradicional. Sus precios son realmente económicos: el menú de mediodía sale por unos 11,5 euros, y se puede cenar por menos de 20 euros. El local está abierto todo los días de 11:30 h a 14:00 h y de 18:30 h a 22:00 h, salvo los lunes.
- Windsor: Este establecimiento de cocina regional (rue Dalpozzo, 11) basa su propuesta en platos sencillos a precios razonables (el menú cuesta unos 24 euros, aunque comer a la carta fluctúa entre los 30 y los 40 euros). En verano, su terraza permite degustar sus especialidades entre palmeras y buganvillas. El restaurante abre todos los días excepto los domingos, aunque sólo por la noche.
Principales eventos y fiestas tradicionales en Niza
En este último apartado, se detallan algunos de los acontecimientos festivos y culturales que se desarrollan anualmente en Niza, ordenados de enero a diciembre.
- Jour de l'An (Año Nuevo): El 1 de enero es un festivo de ámbito estatal.
- Prom' Classic: Esta carrera popular, que congrega anualmente a más de 5.000 participantes, tiene lugar la primera quincena de enero. La edición del 2011 (la undécima en la historia de la prueba) se lleva a cabo el 9 de enero. Para obtener más detalles, se recomienda consultar el sitio web oficial de la prueba: http://www.promclassic.com.
- Carnaval de Niza: Entre los meses de marzo y febrero (la fecha exacta varía cada año, dependiendo del calendario lunar), Niza despliega su carnaval. Originario del siglo XIX, este evento ha ido adquiriendo a lo largo de los años una creciente fama internacional, hasta el punto de convertirse en el principal evento cultural de la ciudad. El programa de actos da cabida a los indefectibles desfiles de carrozas y cabezudos, amenizados por diversas bandas de música. A su vez, también se celebran espectáculos pirotécnicos, conciertos y una tradicional batalla de flores. Para más información, se recomienda acceder a la siguiente web: http://www.nicecarnaval.com.
- Lunes de Pascua: Esta jornada es festiva en todo el país.
- Día Internacional del Trabajo: El 1 de mayo es festivo en toda Francia.
- La Fête des Mai (o Lu Festin de Nissa): Esta festividad tradicional tiene lugar todos los domingos del mes de mayo en el marco de los Jardins des Arènes de Cimiez. De origen pagano, el festival giró en sus inicios en torno a las ceremonias de culto a la diosa de la Tierra. Hoy, el programa de actos incluye degustaciones de platos típicos de Niza, así como espectáculos folklóricos y de variedades.
- Fiesta de la Victoria: El día 8 de mayo, el país conmemora el aniversario de la victoria del ejército francés sobre las tropas alemanas en la Segunda Guerra Mundial (1945). Fue en esa fecha cuando Charles de Gaulle anunció la derrota alemana por radio. Un día antes, el ejército de Hitler había firmado la capitulación en Reims. La jornada en festiva en todo el país.
- Día Nacional de Francia: El 14 de julio, Francia celebra su fiesta nacional rememorando el comienzo de la Revolución Francesa, que se inició con la toma de La Bastilla en 1879.
- Festival de Jazz de Niza: Durante la segunda quincena de julio y a lo largo de una semana, los Jardins des Arènes de Cimiez albergan uno de los festivales de jazz más importantes del mundo. Desde su nacimiento (fue creado en 1948 como un acto de clausura del carnaval), el certamen ha dado cabida a artistas de la talla de Ray Charles o Ella Fitzgerald. Para más información, se aconseja visitar este enlace: http://www.nicejazzfestival.fr/.
- Les Concerts du Cloître: Entre mediados de julio y mediados de agosto, la colina de Cimiez se convierte en el escenario de numerosos recitales y conciertos de música de cámara, destinados a amenizar las noches nizardas.
- Día de la Asunción: El 15 de agosto es un día no laborable en todo el país.
- Copa Internacional de Patinaje Artístico: A mediados de octubre, y por espacio de cuatro días, el Patinoire Jean Bouin de Niza alberga esta importante competición de patinaje artístico. La edición del 2010 (la decimoquinta de su historia) se celebra del 13 al 17 de octubre.
- La Toussaint: El día de Todos los Santos (que se celebra el 1 de noviembre, como en el resto de Europa), es un festivo de ámbito nacional.
- Día del Armisticio: El 11 de noviembre, Francia celebra el aniversario de la firma del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial. Ésta tuvo lugar en 1918 en el bosque de Compiègne (perteneciente a la región francesa de Picardía). Esta jornada es festiva en todo el país.
- Navidad: El 25 de diciembre es un festivo de ámbito estatal. Además, durante los días previos, la plaza de Massena acoge un mercadillo de artesanía y una pista de hielo.