La península de la belleza
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La península sorrentina está ubicada a orillas de la Costa Amalfitana, en la parte sur de la península de Italia. Frente a ella se encuentra la isla de Capri, mágica y mítica, que a sus espectaculares paisajes une el hecho de ser actualmente destino de la jet set y la beautiful people internacional. Ciudades bulliciosas y animadísimas como Nápoles se encuentran a un tiro de piedra de Sorrento, al igual que lugares tan maravillosos como el volcán Vesubio (omnipresente desde casi cualquier punto) y las tristemente célebres ciudades de Pompeya y Herculano, cuyas espectaculares ruinas son dignas de ser visitadas. Sorrento y sus alrededores son tierras de naranjos y limoneros; los cultivos de cítricos embriagan el ambiente con su aroma, y se muestran hermosos en conjunto con las múltiples huertas que adornan las laderas aterrazadas de los montículos, que en ocasiones se deslizan incluso hasta el mar.
La ciudad de Sorrento cuenta además con un hermoso centro antiguo y atractivos puertos, siendo también lugar de hermosas y señoriales mansiones. Meta, Piano di Sorrento, Vico Equense... Localidades bellísimas, animadas y pintorescas en las cuales es posible perderse entre la hospitalidad de los italianos del sur y sus mercados, trattorias, bares y plazas. Porque callejear es una obligación en estos lugares, donde además podremos degustar la magnífica gastronomía sorrentina, todo un compendio de sabores mediterráneos e italianos con influencias de otras culturas. Bien sea comiendo o cenando en estupendos restaurantes de prestigio, en los que poder saborear lo mejor de la alta cocina combinada con la tradición; bien visitando los encantadores establecimientos familiares, con sus típicos manteles de cuadros y la pasta más rica del mundo, la gastronomía de la región hará que terminemos de enamorarnos de esta región. Para quienes quieran conocer de primera mano el corazón más auténtico del sur de Italia y descubrir un lugar con infinidad de atractivos de todo tipo (culturales, paisajísticos e históricos), Sorrento les dará la bienvenida acogiéndoles en sus hermosas tierras.
Desde la ciudad hasta Pompeya, Capri... Y mucho más
Sorrento es una ciudad de origen romano que aún conserva el antiguo trazado de las calles. Muchas de las construcciones antiguas que se conservan en la localidad son de los siglos XV y XVI, época de gran esplendor de la urbe. Un buen ejemplo son las Murallas del siglo XVI que protegían a los habitantes de la ciudad de posibles incursiones desde los montes que la rodean, o el Duomo (Catedral) que fue reconstruida en el siglo XV. Sin embargo, el auténtico emblema de Sorrento es la Basílica de San Antonino, que data del siglo XI y en la que se conservan capiteles romanos en estilo corintio. También es posible contemplar en su interior bellos ejemplos de pintura mural medieval. Otro de los placeres de Sorrento es caminar por sus vías principales contemplando los magníficos palazzos, como el Palazzo Veniero o el Palazzo Correale, situados en la Via Pietà. Y para quienes busquen más bien el sol y el mar en esta bella ciudad, las playas esperan bañadas por el sol y las aguas cálidas del mar Mediterráneo. La más popular y concurrida es Bagni della Regina Giovanna, donde se pueden contemplar los restos de una antigua villa. La Spiaga di Puolo es otra hermosa y popular extensión de arena, al igual que la Marina della Lobra, que por las noches vibra de animación y espectáculos al aire libre.
Frente a la península sorrentina, en la costa amalfitana, se encuentra situada la isla de Capri, un destino vacacional que ya era popular en tiempos de los romanos. Distintos dirigentes y emperadores construyeron allí villas de verano, de las cuales se conservan restos arqueológicos. En Capri es posible visitar enclaves históricos, preciosos puertos pesqueros y lugares de excepcional interés paisajístico, como la Grotta Azzurra (Gruta Azul), a la que es necesario acceder en barco para contemplar admirados el intenso color turquesa de sus aguas. Del puerto de Sorrento parten embarcaciones que realizan cruceros de un día en los que se recorren los distintos puntos de interés para los viajeros. Hacia el interior, el monte Vesubio y los restos de las ciudades romanas de Pompeya y Herculano atraen nuestra atención. Las ciudades fueron completamente arrasadas por una erupción de volcán, que las destruyó en su totalidad mientras sus habitantes dormían. En ellas pueden contemplarse escalofriantes reproducciones de los cadáveres cubiertos de lava que se encontraron entre las ruinas, muchos de ellos apaciblemente dormidos. La leyenda contaba que la vida licenciosa de ambas ciudades, destino vacacional de lujo de las altas esferas romanas, fue lo que motivó el castigo que sufrieron a manos de los dioses. Sea como fuere, muchos de los edificios (sobre todo de Pompeya, la más espectacular de las dos ciudades), calles y casas se han conservado en gran medida. Recorrer las ciudades, contemplando las casas, las habitaciones, los burdeles y los maravillosos mosaicos es toda una experiencia.
En la península sorrentina, muy cerca de la ciudad, todavía quedan muchas localidades hermosas e interesantes que recorrer y visitar. Vico Equense y su castillo, Meta con magníficas playas, Massa Lubrense y sus enclaves arqueológicos, la animada Piano di Sorrento, Amalfi, Positano... Recorrer la región deteniéndose el tiempo suficiente en cada lugar es un placer irrepetible para cualquier viajero.
Cocina de la huerta y especialidades marineras
Entre los platos típicos de Sorrento encontramos especialidades como los cannelloni (una especie de macarrones grandes rellenos de carne y queso), los tradicionales gnocchi (una pasta muy especial, elaborada con patata y harina y que se consume acompañada de salsa de tomate o mantequilla y queso), la célebre ensalada caprese, compuesta de rodajas de tomate, queso mozarella y orégano... También destacan platos como la parmigiana, una tarta salada preparada con berenjenas rebozadas y queso, y por supuesto todo tipo de magnífica pasta (por ejemplo, la que se sirve con calabacines fritos) y pizzas, muy especialmente la napolitana. Sorrento, y en general la zona de Campania, es tierra de embutidos, encurtidos y quesos, especialidades que allí resultan increíblemente sabrosas.
Los pescados son de obligado consumo en los puertos y en los restaurantes de las marinas. Desde los deliciosos salmonetes fritos a los populares y sabrosos besugos, pasando por los mariscos más frescos del Mediterráneo (mucha atención a las excelentes gambas) y por las distintas preparaciones a base de atún, especialmente atún rojo, la variedad es tan amplia como apetecible. Los platos de pasta con mejillones, almejas y otros mariscos de concha son exquisitos, y muchas veces tienen un interesante toque picante. El vino espumante, una especie de vino blanco con burbujas, es muy popular como acompañamiento de estos platos. También hay excelentes caldos con denominación de origen, así como populares licores para concluir las comidas, entre los cuales probablemente el más célebre sea el limoncello, que se consume casi helado. En cuanto a dulces y repostería, en Sorrento no podemos dejar de probar las pastas de almendra conocidas como paste reali, las delizie al limoni (especie de buñuelos rellenos con crema de limón), la tarta caprese (con mantequillas, almendra y cacao) y los magníficos helados artesanos.
Carnavales alegres, Semana Santa de procesiones y festivales
El pueblo sorrentino es amante de la fiesta, las tradiciones y la espiritualidad. Prueba de ello son las muchas festividades que jalonan el calendario durante todo el año, y que comienzan entre los meses de febrero y marzo con la celebración del Carnaval. Al despliege habitual de disfraces, desenfreno, música, desfiles y alegría le sucede la Semana Santa. En Sorrento y los pueblos de alrededor son célebres las sentidas procesiones que se realizan por las calles. En la ciudad cobran importancia las representaciones en vivo de la Pasión de Cristo. La Procesión Blanca y la Procesión Negra son los momentos cumbre de estos días de tradición religiosa.
Durante el mes de julio tienen lugar las Fiestas de Santa Anna y la Sagra del Mar en Marina Grande. En todas las fiestas es habitual ver el baile de la tarantella, así como muchas otras representaciones folklóricas y la posibilidad de asistir a degustaciones gastronómicas. La Festa di San Andrea en Amalfi, patrón de la ciudad, tiene una curiosa peculiaridad: se celebra en dos ocasiones. El 30 de noviembre se lleva la imagen del santo en procesión por las calles de la ciudad, mientras que el 27 de junio se conmemora el milagro que salvó a Sorrento del ataque del pirata Barbarroja en el siglo XVI. En esta ocasión, la procesión se realiza por la bahía acompañada de fuegos artificiales. Además, en primavera se celebra la Regata de las Antiguas Repúblicas Marítimas, un evento espectacular en el que tanto las embarcaciones como los participantes se visten de época.
Los festivales culturales son también parte integrante de la cultura festiva sorrentina. Quizás el más célebre sea el Festival de Cine de Sorrento (Incontri Internazionali di Cinema di Sorrento) que tiene lugar desde el año 1963 y supone una inundación de glamour y estrellas en plena ciudad, el mes de diciembre. El festival del Verano de la Música y se extiende de julio a septiembre, celebrándose conciertos con figuras internacionales en el claustro de San Francisco. Además, de junio a septiembre también se celebra el Festival de la Música de Wagner, con representaciones operísticas, de teatro, de danza y magníficos conciertos, en la localidad de Ravello.
Música y cultura, cine y fiesta, religiosidad y alegría pagana: son algunas de las vitales características de la vibrante ciudad de Sorrento, y de la bella península que la rodea. Un lugar inimitable que es preciso visitar, para después escuchar la famosa melodía que nos pide que volvamos a Sorrento... ¿Cómo podríamos resistirnos?