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Guías de Viajes de Segovia

Segovia
Segovia

El mejor enclave para una ciudad multicultural

Segovia, ciudad magnífica

Segovia, ciudad magnífica

Segovia está situada en un punto estratégico de nuestra geografía. Este hecho ha provocado que prácticamente todas las culturas que han habitado la Península Ibérica desde los albores de la Humanidad, hayan dejado su particular impronta en la ciudad y la provincia. Los primitivos habitantes celtas de Segovia dejaron paso a la ocupación romana, cuyas edificaciones civiles, como el célebre Acueducto, se conservan intactas para admiración de los turistas nacionales e internacionales. Pero en Segovia no sólo podemos encontrar testimonios de los antiguos habitantes; la ciudad también posee un magnífico y recoleto casco antiguo por el que poder pasear, tapear y contemplar edificios tan impresionantes como la Catedral.

Además de su vasta oferta histórica, artística y cultural, Segovia es la capital perfecta para disfrutar de las delicias de la mejor cocina. Sus asados son antológicos y tienen fama mundial, gracias a personajes tan conocidos como el famoso Cándido y sus cochinillos. La profusión de restaurantes, asadores y mesones que encontramos por sus calles y plazas ofrecen deliciosas especialidades a precios más que asequibles, lo que supone el complemento perfecto para cualquier jornada turística por la ciudad. Además, Segovia es el lugar perfecto para realizar excursiones a todas las localidades de la provincia, enclavadas en espectaculares parajes y con un encanto indiscutible. Sepúlveda, Pedraza y muchos otros bellos pueblos esperan a los viajeros para ofrecerles todo sus atractivos y su hospitalidad.

La provincia de Segovia alberga espacios naturales de auténtica excepción. La orografía de la provincia hace que en ella podamos encontrar todo tipo de paisajes, desde alta montaña a cañones profundos donde los ríos corren horadando el terreno desde hace millones de años. Rutas por monte y campo, amplias dehesas, recónditas iglesias en lugares increíbles y preciosos bosques y pinares, son destinos insuperables para quienes amen la naturaleza en estado puro. Y para rematar la jugada, tanto la capital como el resto de las poblaciones ofrecen un completo calendario festivo, en el que la tradición se conjuga con la religiosidad y la animación callejera para ofrecer a los visitantes momentos inolvidables de diversión. Celebraciones como San Frutos en la capital, la Semana Santa plena de procesiones a cargo de las diez cofradías de la ciudad, San Lorenzo y San Juan en verano, el Festival de Segovia... Son días y semanas que salpican el calendario para conseguir que no haya prácticamente ni un mes en el que no se pueda disfrutar de las verbenas y los actos tradicionales en alguna de las poblaciones segovianas.

Segovia cuenta además con la ventaja de encontrarse muy cerca de Madrid, la capital de España y urbe cosmopolita por excelencia. Las comunicaciones con la ciudad son magníficas y acercarse a ella para pasar un día de turismo es tan sencillo como recomendable. Eso, si hemos terminado ya de disfrutar de todos los atractivos de la ciudad de Segovia y de los pueblos de alrededor; algo para lo que, muy probablemente, necesitaremos más de unas vacaciones.

Desde el Acueducto hasta la Vera Cruz: un recorrido por la Historia

Desde el Acueducto hasta la Vera Cruz: un recorrido por la Historia

Cuando el viajero llega a Segovia, por lo general dirige sus pasos al Acueducto, símbolo de la ciudad y la obra romana de ingeniería civil más espectacular y mejor conservada de nuestro país. Esta construcción se erigió en el siglo I D.C., y resulta increíble pensar que entre sus bloques pétreos no hay ningún tipo de material de unión. La construcción se mantiene en pie después de siglos y siglos de avatares, demostrando la increíble habilidad de la cultura romana para la arquitectura. Una vez hayamos impresionado nuestras retinas con esta gigantesca y armoniosa estructura, será el momento de darnos un buen paseo por el casco antiguo segoviano y de disfrutar del resto del patrimonio histórico que lo adorna, así como de sus hermosas calles y rincones. La Ciudad Vieja fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985, gracias a construcciones tan bellas como el Acueducto o la Catedral.

La Catedral de Santa María, de estilo gótico tardío, se considera con toda la razón una auténtica obra maestra. Sus grandes dimensiones y su elegante arquitectura, tanto exterior como interior, suponen un placer para la contemplación. Merece también pasear al anochecer para observar la Catedral bajo la acertada iluminación que la adorna. Y si hay otro edificio célebre en Segovia, es sin duda el Alcázar. Este palacio que fue residencia real se encuentra en las afueras de la ciudad, situado sobre un cerro, y data del siglo XII. Su estilo es de transición entre el románico y el gótico, y tiene un cierto toque de castillo medieval y palacio de cuento de hadas que le aporta un encanto indiscutible. Además de estas dos espléndidas representaciones arquitectónicas, en Segovia también merece la pena visitar el Monasterio de San Antonio el Real para contemplar sus fantásticos artesonados mudéjares; los restos de las Murallas, los parques y jardines que ofrecen relax y descanso a los caminantes, las antiguas iglesias de San Millán y de San Juan de los Caballeros... Y muy especialmente, la Iglesia de la Vera Cruz. Situada en las afueras, tras un agradable paseo nos encontramos con este templo de origen templario, que tiene la particularidad de ser de planta octogonal. En el interior de la iglesia hay una construcción pétrea en cuyo centro, según cuenta la leyenda, es posible recargarse de energía...

La naturaleza de la provincia de Segovia merece casi un capítulo aparte. Resulta complicado resumir todos los maravillosos parajes que rodean a la ciudad en unas pocas líneas. Sin ir más lejos, los parques naturales de las Hoces del Río Riaza y del Río Duratón ofrecen a los viajeros la oportunidad de recorrer lugares impresionantes remando en canoas fáciles de manejar, y así poder contemplar lugares inaccesibles como la Iglesia de San Frutos, o disfrutar en primavera de la época de cría de los buitres. Otro punto que no hay que dejar de visitar es la Granja de San Ildefonso, un palacio espectacular rodeado de maravillosos jardines célebres en todo el mundo. Además, en Segovia podemos recorrer rutas que van por los Montes de Valsaín, las sendas de la Boca del Asno, los pinares de Navafría, la cueva de los Enebralejos (sobre todo durante la primavera, cuando el deshielo deja correr libres los arroyos subterráneos)... O disfrutar de paseos y estupendas comidas en localidades históricas como Pedraza, espectacular población construida en piedra y perfectamente conservada, o Sepúlveda, la cuna del mejor asado de cordero.

Asados de fama mundial en tierra de caza y setas

Asados de fama mundial en tierra de caza y setas

Hablar de Segovia implica necesariamente hablar de su tradición de asados en horno de leña. La ciudad alberga uno de los restaurantes más célebres en lo que respecta al cochinillo o tostón asado: el mesón de Cándido, restaurador que se hizo famoso por la calidad de sus elaboraciones. Las imágenes del cocinero cortando el cochinillo con un plato permanecen en la retina de varias generaciones, y quienes han probado sus excelencias no dudan en recomendarlas. Además del cochinillo, el cordero o lechazo y el cabrito también ocupan lugares de honor en las mesas segovianas. El método de asado en horno de leña, propio también de otros puntos de la región castellana, aporta a estas delicadas carnes un punto dorado y jugoso inigualable.

Los embutidos de la región son también estupendos, realizados con carnes de cerdo de primera calidad (ecológicas en gran medida); chorizo segoviano, lomo, morcillas y estupendos jamones de tipo ibérico y serrano. Las planicies y los montes de la provincia son el lugar perfecto para la caza, lo que también se refleja en el recetario de la zona. Además, Segovia es una tierra con gran tradición de recogida de setas, ofreciendo en primavera delicias como las colmenillas, y en otoño estupendos champiñones, setas de cardo, hongos y muchas otras variedades.

El pescado con más presencia en las mesas segovianas es la trucha, cuya excelente calidad se muestra en todo su esplendor en diversas preparaciones tradicionales o modernas. Los guisos y pucheros de la región también son parte importante del recetario, siendo sin duda el ingrediente más conocido el célebre judión de La Granja. Se trata de una variedad de judía roja y de gran tamaño con la que se elabora un delicioso potaje con embutidos y carnes. La caldereta de cordero y la sopa castellana están también presentes en el recetario de Segovia, al igual que en muchas otras provincias de la comunidad autónoma.

La repostería segoviana disfruta de postres tan típicos y deliciosos como el tradicional ponche segoviano. Se trata de una especie de tarta, tostada por arriba y de poco espesor, rellena de una crema dulce. Los conventos de la provincia surten a las localidades de excelentes especialidades: yemas, florones, roscos... Como postre también es posible degustar alguno de los quesos de la región, elaborados en su mayoría con leche de oveja. Y también destacar que en la provincia de Segovia se elaboran estupendos vinos, tanto blancos como tintos, en localidades como Valtiendas o Nieva.

Fiestas patronales y festivales para todos los gustos

Fiestas patronales y festivales para todos los gustos

La tradición carnavalesca es seguida muy de cerca por los segovianos. A pesar de las frías temperaturas típicas de la zona a finales de febrero, los habitantes de la ciudad (y de la gran mayoría de los pueblos de la provincia) aprovechan estos días para disfrazarse y asistir a desfiles, conciertos y verbenas, que tienen su colofón en el típico entierro de la sardina. Poco después llegan fechas de religiosidad con la Semana Santa, que en Segovia otorga el protagonismo total a las diez cofradías de la ciudad. Cada cofradía pertenece a un barrio y todas realizan sus propias procesiones, lo que convierte a la ciudad en un sobrecogedor escenario de recogimiento y espiritualidad durante estas fechas.

Pero las fiestas más animadas comienzan en Segovia con la llegada del verano. A finales del mes de junio, recién comenzada la temporada estival, se inician las fiestas de San Juan y San Pedro. Son las festividades más esperadas por los segovianos, siguiendo una tradición que se remonta nada menos que al siglo XV. El diez de agosto, por su parte, el barrio de San Lorenzo también tiene sus propias fiestas en homenaje a su santo patrón. Llegando al mes de septiembre, el día 25 son las fiestas de la patrona de la ciudad: la Virgen de la Fuencisla. La imagen de la Virgen se desplaza desde su Santuario hasta la Catedral, y en los siguientes nueve días tienen lugar las novenas, en las cuales se canta el Himno a la Patrona. Los cadetes de la Academia de Artillería y la Banda municipal acompañan a la imagen en su procesión a la Catedral, y de vuela al Santuario.

A mediados de julio tiene lugar en Segovia un evento cultural del máximo interés. Se trata del Festival de Segovia, que va ya por su trigésimo quinta edición y centra sus actividades fundamentalmente en la música. La Plaza de Armas, el Alcázar, la Catedral y otros bellos enclaves son los escenarios de los distintos conciertos que tienen lugar en la capital, en los que grupos e intérpretes de gran variedad de estilos llegados de todas partes del mundo interpretan las obras. Figuras del bel canto como Ainhoa Arteta, compañías de danza de prestigio, orquestas de música de cámara, grandes solistas y grupos de jazz y swing hacen las delicias durante estos días de los amantes de la música.

Y ya en pleno otoño llegan las celebraciones en honor al patrón de Segovia: son las fiestas de San Frutos, cuya festividad tiene lugar el día 25. Estas jornadas se festejan con diferentes actividades, como el canto del Villancico del Santo en la Catedral, conciertos y otras actividades en la Plaza Mayor, entre las que destaca la muestra micológica. Es tradición que los segovianos se congreguen frente a la estatua del Santo la noche anterior a la fiesta, para contemplarle pasar la hoja del libro que lee desde hace siglos...

No cabe duda de que Segovia tiene mucho que ofrecer a los viajeros. Monumentos, cultura, hospitalidad, animación, naturaleza y gastronomía unen sus fuerzas para convertir a esta ciudad, Patrimonio de la Humanidad, en un destino perfecto para unas vacaciones de lo más completas. ¿Nos vamos a Segovia?