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Guías de Viajes de Dénia

Dénia
Dénia

Largas playas y finísima arena dorada

Historia multicultural en un entorno natural de excepción

Historia multicultural en un entorno natural de excepción
Dénia es una preciosa ciudad de la provincia de Alicante, cuya situación geográfica privilegiada (junto al Cabo de San Antonio y justo enfrente de las Islas Baleares) la convierte en uno de los destinos turísticos más atractivos de todo el Levante español. Dénia pertenece a la comarca de la Marina Alta, y de hecho, es su capital. La localidad tene una extensión de 66,2 kilómetros cuadrados, y a finales del año 2009 se contabilizaban alrededor de 46.500 habitantes, que durante los meses de verano ven cómo esta cifra se multiplica hasta por diez.

Esta localidad cuenta con una interesantísima historia antigua, testigos de la cual son su casco antiguo, el majestuoso Castillo que le sirve como escenario y el Museo Arqueológico que se ubica en su interior. Por Dénia pasaron gran cantidad de los pueblos que forman parte de nuestra cultura: íberos, romanos y musulmanes, además de los cristianos que finalmente la dominaron. En los museos, monumentos y el resto del patrimonio cultural de la ciudad podemos seguir sus huellas con facilidad.

Las playas de Dénia son asimismo punto y aparte. Y no sólo sus playas, de largo recorrido y finísima arena dorada, sino también sus preciosas calas rocosas y su fondo marino, que cuenta con una Reserva protegida que hace las delicias de cientos de submarinistas a lo largo del año. La costa de Dénia es realmente un enclave privilegiado, y sus aguas tranquilas y templadas son perfectas para bañistas que quieran disfrutar del maravilloso Mediterráneo sin preocupaciones.

Ya en la ciudad, merece la pena darse un paseo por los dos puertos de Dénia. El puerto deportivo La Marina está perfectamente equipado para albergar espectaculares embarcaciones de gran tamaño, y además disfruta de un estupendo ambiente gracias a la gran cantidad de establecimientos de hostelería con que cuenta. Pero también hay que visitar el pequeño puerto local, también de tipo deportivo y con un inconfundible encanto, del que parte un precioso paseo marítimo en el que disfrutar de hermosos atardeceres sobre el mar.

La deliciosa gastronomía de Dénia y su animado calendario festivo son dos más de los múltiples atractivos con que cuenta esta animada localidad. Para todos aquéllos que busquen un lugar completo para sus vacaciones, con hermosos entornos naturales, profusión de patrimonio histórico, playas de primer nivel y una vida nocturna de lo más completa, Dénia es sin duda una opción a considerar.

Mar y montaña junto a Historia y patrimonio

Mar y montaña junto a Historia y patrimonio
No cabe duda de que las playas son uno de los primeros atractivos de la localidad de Dénia, aunque por supuesto no son el único. Se trata de largos arenales, plenos de arena fina y cálida, que se ven salpicados de vez en cuando por preciosas calas rocosas, donde los fondos de agua turquesa se transparentan como si de un paraíso tropical se tratase. Hay que señalar que todas las playas de Dénia están certificadas por la normativa internacional Iso 9.001 e Iso 14.00, que garantizan la calidad de sus servicios, así como de su entorno y conservación medioambiental.

En el norte de la localidad podemos encontrar los amplios arenales del Area de Les Marines, que cuentan con diversas playas: Les Marines, Les Bonetes, Punta del Raset, Els Molins, L’Almadrava y Les Deveses. Por su parte, el sur alberga la playa de arena de La Marineta Casiana, que disfruta a continuación de la compañía del bello paraje de las calas de piedra de Las Rotas. Para finalizar el recorrido, los acantilados del Cabo de San Antonio rematan un paisaje realmente espectacular. Esta zona cuenta con un impresionante paisaje, donde los colores siempre cambiantes del mar contrastan con las oscuras rocas. Cabe destacar la presencia de la Reserva Marina del Cabo de San Antonio, un enclave protegido donde es posible encontrar gran cantidad de fauna marina, así como praderas de posidonia; por estos motivos, es uno de los mejores lugares de todo el Mediterráneo para practicar submarinismo y esnórkel.

Siempre junto al entorno marino, pero en este caso ya sobre tierra firme, en Dénia podemos encontrar dos preciosos puertos deportivos con gran cantidad de embarcaciones de recreo con las que solazar nuestra vista. El puerto pesquero, además, acoge todos los días la llegada de los barcos con pescado fresco y su subasta en la lonja, y por otra parte cuenta con amarres para barcos de pequeño tamaño. Partiendo del puerto, es posible continuar caminando por el paseo marítimo y contemplar algunas esculturas, como la de los “Bous a la mar”, que representa una de las festividades más tradicionales y populares de la ciudad, o el Monumento al Ancla. En esta zona se ubican las tradicionales viviendas de pescadores, ya que se trata del barrio “baix la mar”; un rincón de lo más pintoresco y con un inimitable encanto, que se ha conservado perfectamente en sus calles estrechas y sus plazoletas. Y si lo que nos gustan son los yates grandes y las zonas plenas de bullicio y animación, el puerto deportivo La Marina es el lugar idóneo para visitar. En él los amarres acogen embarcaciones de hasta sesenta metros de eslora, y podemos encontrar escuelas y clubs de actividades náuticas, restaurantes, terrazas, etc., donde disfrutar de la gastronomía de Denia y de unas magníficas vistas sobre el mar.

En Dénia encontramos también un Parque Natural protegido: el Parque Natural del Montgó, así llamado por el monte de 735 metros de altura que lo forma y lo corona. Es un paraíso de vida vegetal autóctona y de fauna de todo tipo, que se puede recorrer a través de rutas de senderismo o bicicleta, y descubrir de la manera más relajada y natural todo lo que su entorno tiene para ofrecer.

Pero ya es el momento de que los viajeros se den una ducha para quitarse la arena y el salitre del mar, y acudan a dar un paseo para conocer el magnífico patrimonio cultural con que cuenta la localidad de Dénia. Por supuesto, el icono de la ciudad es su Castillo, situado en el núcleo urbano y donde se han encontrado restos de la antigua ciudad romana Diannium, que dio nombre a la actual Dénia. En realidad, el Castillo es de época posterior: concretamente, de los siglos XI-XII. En su arquitectura podemos descubrir sus orígenes musulmanes (almohades), construcciones del s. XV como la Torre Roja y la del Consell, sistemas defensivos renacentistas y el Palacio del Gobernador reconstruido (tras su destrucción en la Guerra de Secesión), de los siglos XVI-XVII.

Dentro del Castillo, y como parte del casco antiguo de la localidad, se ubica actualmente el estupendo Museo arqueológico. El Museo Etnológico y el Museo del Juguete completan la oferta de arte y cultura de la localidad, conjuntamente con un interesante grupo de iglesias: la iglesia Barroca de la Asunción (s. XVIII), la iglesia de San Antonio (s. XVII) y el convento de Ntra. Sra. De Loreto, aún regido y habitado por monjas Agustinas de clausura, circunstancia que hace que no se pueda visitar (s. XVII).

Fusión de los mejores productos de la tierra y el Mediterráneo

Fusión de los mejores productos de la tierra y el Mediterráneo
Mar y huerta valenciana: son las tres palabras que definen la gastronomía de Dénia, siempre acompañadas de la tradición y la innovación constante. La fusión de los mejores productos de la tierra y el Mediterráneo da lugar a platos deliciosos, dentro de los cuales, como es tradición en la zona de Levante, los arroces alcanzan la excelencia. El arròs a banda  o arroz a banda es el principal representante de estos exquisitos platos, y no en vano todos los años se organiza un Concurso Internacional de Arroz a Banda, una cita a la que ningún profesional de los fogones de la zona (y de muchos otros lugares) se permite faltar.

Además de los arroces, en Dénia es justamente famosa su gamba roja del Mediterráneo; pero tampoco podemos dejar de mencionar otras especialidades, como el suquet de peix, los erizos de mar, el pulpo seco para el aperitivo, la llandeta y el espencat (un plato de verduras al horno similar a la escalivada catalana, y que suele contar con ingredientes como el tomate, los pimientos, la berenjena y la cebolla).

Dénia cuenta con más de trescientos restaurantes y establecimientos de hostelería donde disfrutar de estas delicias, pero también de gastronomías llegadas de muchas otras partes del mundo, lo que da fe de la internacionalidad de esta localidad y de su turismo. Aunque si queremos ver en vivo y en directo los mejores productos gastronómicos de la zona, hay dos lugares que no nos deberemos perder: el Mercado Municipal y la Lonja de Pescado. En el mercado se pueden comprar productos frescos y elaborados de todo tipo, desde carnes, pescados y frutas, a panes, reposterías o especias. Por su parte, la Lonja se ubica en el Muelle Pesquero del Puerto de Dénia; los barcos arriban entre las tres y media y las seis de la tarde, y a partir de las cinco de la tarde comienza la venta del pescado fresco recién traído.

Todo un año de diversión y fiestas

Todo un año de diversión y fiestas

Las fiestas de Dénia no dejan prácticamente un respiro al calendario, ya que aparte de las tradicionales Navidades y festividad de Reyes, el día 26 de enero comienzan las romerías con la que se organiza a la ermita de Santa Paula. Durante la jornada se puede contemplar la procesión, pero también asistir al tradicional porrat o mercadillo de golosinas y dulces artesanos. Y casi inmediatamente después, da comienzo una semana que es toda una tradición en nuestro país: la semana de Carnaval, que se celebra con desfiles de disfraces infantiles y de adultos, acompañados de las clásicas y divertidas chirigotas, y por supuesto, del tradicional entierro de la sardina.

A finales de febrero hay un anticipo de una de las fiestas más célebres de la zona: el Medio año de Moros y Cristianos, con un desfile de las filaes o comparsas de tipo informal. Y ya a mediados de marzo es tiempo de fallas; nada menos que once comisiones se encargan de montar fallas por las calles de Dénia cada año. La pólvora, los petardos y el fuego son los ancestrales protagonistas de las fiestas, acompañados siempre por las mascletás y los fuegos de artificio.

También en marzo, el barrio marinero “Baix la mar” celebra las fiestas en honor a su patrona, la Virgen de los Desamparados. Y ya en el mes de mayo se celebran en toda la localidad las fiestas de Jesús Pobre y la Santísima Trinidad, con festejos callejeros, romerías, bous al carrer, concursos de disfraces, procesiones, conciertos, etc. En junio, por su parte, es el momento de celebrar la Noche de San Juan con las tradicionales Hogueras; aunque las comisiones oficiales realizan monumentos de cartón para quemar, aún hay barrios que siguen la tradición de quemar en las hogueras cosas viejas reunidas a lo largo del año. Las Fiestas de San Juan se conmemoran con una romería a la ermita, donde de nuevo se celebra el porrat.

Las Fiestas Patronales de Dénia se celebran en honor a la Santísima Sangre, y es el mejor momento de contemplar la tradición de los Bous a la mar, una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional. En este evento, se sueltan toros que corren por la calle principal, precedidos de una serie de participantes que corren ante ellos sin tocarlos. Al final, tanto personas como animales caen al mar, desde donde los toros suben de nuevo a tierra firme por una rampa establecida a tal efecto. En esta fiesta no se maltrata a los animales, y es de diversión asegurada para quienes la contemplan. Otros eventos a destacar en las fiestas patronales son el desfile de carrozas, Fiesta de Interés Turístico Provincial y en el que se pueden contemplar las carrozas adornadas a mano por las comisiones, y el Castillo de Fuegos Artificiales.

En agosto llegan las fiestas de San Roque, y con ellas la celebración de la festividad de Moros y Cristianos. Se celebran embajadas, pasacalles, izada de banderas y desembarco de las tropas. El Desfile de Gala es la ocasión para ver desfilar a los comparseros con sus preciosos trajes y coreografías.

Y para terminar, solamente destacar la celebración de las fiestas del Cabrerot de Jesús Pobre (principios de octubre), que en realidad constituye una fiesta por la finalización de la vendimia; en estos días se tiene la oportunidad de probar las típicas “coques” con uva moscatel, al ritmo de la animación callejera.