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Guías de Viajes de Hammamet

Hammamet
Hammamet

Las mejores playas

Paraíso cercano

Paraíso cercano

Si hay que escoger una ciudad que ilustre la condición de destino turístico de Túnez, ésa es sin duda Hammamet. Razones para ello no le faltan: asentada en la costa, a medio camino entre la capital del país y Sousse, esta localidad de 63.000 habitantes reúne todos los requisitos para enamorar al recién llegado. A saber: su excepcional clima templado —con temperaturas medias de 12 ºC en invierno—, exóticos jardines, confortables hoteles que se ocultan entre cipreses, naranjos, palmeras datileras y buganvillas; playas de fina arena blanca que se cuentan entre las mejores del país, hipnóticos y plácidos atardeceres al calor de una aromática taza de té verde... ¿Se le puede pedir más a unas vacaciones? Difícilmente, ya que Hammamet —cuyo nombre significa ‘Las Palomas’— conjuga el sosiego con una importante oferta cultural y de ocio junto al Mediterráneo.

 

Ya en el siglo II d.C., los romanos se rindieron a su hechizo, estableciendo allí un asentamiento conocido como Pupput, y ocupado siglos después por los normandos. Sin embargo, los orígenes de la actual Hammamet se remontan al siglo XV, cuando la ciudad fue reconstruida muy cerca de donde anteriormente se habían alzado Siagu y la citada Pupput.

 

La nueva población viviría anclada en las formas de vida más tradicionales, hasta que en la década de 1920, el multimillonario rumano Georges Sébastian construyó en Hammamet una magnífica mansión, considerada por algunos como una obra maestra de la arquitectura contemporánea. Desde este momento, la ciudad se convertiría en el punto de encuentro de numerosos artistas, arquitectos y escritores de la talla de Frank Lloyd Wright o Paul Klee. Durante la Segunda Guerra Mundial, no obstante, la mansión y el parque anexo fueron confiscados y convertidos en un cuartel general, aunque el Estado los recompraría en 1959, coincidiendo con la construcción de los primeros hoteles en la ciudad.

 

Este hito marcó el inicio de una trayectoria meteórica como destino turístico: un pequeño parnaso cercano y accesible. Y es que para llegar a Hammamet hace falta muy poco: tan sólo el pasaporte y ganas de empaparse de una sociedad cautivadora y diferente, poseedora de una cultura ancestral capaz de dejar una huella imborrable en el viajero. En este sentido, el idioma no será una barrera: además del francés —herencia del pasado de Túnez como colonia gala hasta mediados del siglo XX—, muchos de quienes trabajan en el sector de servicios tienen nociones de inglés y español.

 

Unas pocas horas de vuelo son suficientes para empezar a disfrutar de un universo donde historia, cultura y ocio se dan la mano, conjurándose para hacer realidad las vacaciones perfectas. Bienvenus!

Qué hacer en Hammamet

Qué hacer en Hammamet

Sin duda, el mejor momento del día para visitar Hammamet es a la caída de la tarde, momento en el que los cafés comienzan a llenarse y las calles sacan a relucir el auténtico día a día de los tunecinos, jovial y reposado. Para gozar de las mejores puestas de sol, nada mejor que acercarse hasta el café que abre sus puertas junto a la Kasba, un lugar perfecto para disfrutar de un té mientras los rayos solares confieren a la ciudad una apariencia única.

 

A su vez, también resulta más que recomendable acercarse hasta la medina hafsí, que encierra un dédalo de callejuelas salpicadas de antiguos baños y comercios. Otras calles importantes son la avenida de Habib Burguiba y la avenida de la République. En esta última se localizan la mayoría de comercios y bancos de Hammamet, sin obviar algunos de sus restaurantes más famosos. Ambas arterias confluyen en el Centre Commercial, inaugurado en 1979.

 

Eso sí: si la prioridad es disfrutar del sol y del mar, hay que tener en cuenta que la ciudad cuenta con dos áreas turísticas. La más antigua, al norte, se extiende entre Hammamet y Nabeul, mientra que la nueva, Yasmine, se encuentra más al sur, a unos 9 km del centro urbano de Hammamet. Ambas se caracterizan por sus excepcionales playas, muy limpias y vigiladas por la policía. Asimismo, también gozan de numerosos servicios y excelentes infraestructuras, si bien las de la zona norte son mucho más extensas. En contrapartida, Yasmine es un lugar más selecto, con hoteles de la máxima categoría y el principal puerto deportivo de Túnez.

 

En cualquier caso, los atractivos de Hammamet y sus inmediaciones no acaban aquí. A continuación, se resumen sus principales reclamos.

 

  • Ain er-Rahma

Esta localidad, situado en el golfo de Hammamet, exhibe las ruinas de la antigua colonia romana de Pheradi Majus, a la que es posible acceder a través de un arco de triunfo. En este yacimiento arqueológico se han identificado un ninfeo dedicado a Neptuno y erigido en tiempos de Antonino Pío, el foro (rematado en su ala sur por un pórtico) y las ruinas de un edificio que pudo estar consagrado a Saturno y que posteriormente se destinó a funciones defensivas.

 

  • Avenida de Habib Burguiba

Se trata de la vía principal de Hammamet, y cuenta con numerosos centros comerciales, galerías y restaurantes. La plaza central que se despliega junto a ella alberga por las mañanas un mercado de verduras y pescado. Sin embargo, el paisaje urbano cambia radicalmente a la caída de la noche, ya que el protagonismo pasa a ser patrimonio de los locales de ocio nocturno de Hammamet.

 

  • Bir Bou Regba

Se trata de un municipio próximo a Hammamet y situado muy cerca de la zona turística de Nabeul. Además de su bullicioso mercado, también merece la pena visitar la pequeña cascada del río Faura, que fluye sobre unas piedras que podrían ser los vestigios de un antiguo acueducto de la época romana. A su vez, en una de las cañadas del valle, en un paraje conocido como Thinissut, se elevaba el santuario consagrado del dios Baal Hammon y de su consorte, Tanit. Ambas deidades fueron veneradas en poblaciones rurales hasta el siglo I d.C.

 

  • Centro Cultural Internacional

Ubicado en la avenida de las Nations Unies, se halla en la villa construida por George Sebastián en los años veinte del siglo pasado. Su planta baja da cabida a un edificio rodeado de un bellísimo parque. Durante julio y agosto, el centro acoge la programación del Festival Internacional de Hammamet, que reúne a los mejores cantantes del mundo árabe.

 

  • Cheguernia

Esta pequeña villa del golfo de Hammamet se eleva sobre la antigua Uppenna, de la que aún se conservan algunos testimonios. De la basílica, cuyos mosaicos pueden admirarse hoy en Enfida, aún se distingue el baptisterio que acoge dos picas bautismales superpuestas. La superior, que cuenta con un pretil polilobulado, corresponde al período bizantino.

 

  • Dar Hammamet

Situada en la calle de Sidi Abdallah, se trata de un magnífico ejemplo de construcción tunecina tradicional. Además, en su interior se puede admirar una extensa colección de indumentaria típica de todos los rincones de Túnez. Esta atracción turística abre sus puertas a diario, de las 08:30 h a las 19:30 h.

 

  • Enfida (o Enfidaville)

Esta población de golfo de Hammamet da cabida a un mercado frecuentado por campesinos, pastores y nómadas de diversos puntos del norte del país. En la antigua iglesia, se encuentra el Museo Arqueológico de Enfida, que puede visitarse de martes a domingo. En él se conservan impresionantes mosaicos con motivos cristianos recuperados de Uppenna y Sidi Abich, así como esculturas y objetos funerarios.

 

  • Gran Mezquita

El corazón de la medina es el punto sobre el que se eleva esta espectacular mezquita, construida en 1236 por orden de Abu Am Othmar. Desde entonces, el edificio se ha remodelado y ha sufrido dos importantes reformas. La primera de ellas fue llevada a cabo por el rey Hussein, mientras que la segunda, acometida entre 1978 y 1979, corrió a cargo del Ayuntamiento de Hammamet. En cualquier caso, sólo se puede admirar el exterior del edificio, ya que su acceso está vetado a los no musulmanes.

 

  • Grombalia

Aunque esta localidad se halla 30 km al norte de Hammamet, su animado mercado la convierte en una excursión más que recomendable. La mejor época para acercarse hasta allí es en la segunda quincena de septiembre, ya que es entonces cuando esta población lleva a cabo su Festival de la Vendimia.

 

  • Kasba

Fue construida en el siglo XV y se halla situada junto a la puerta principal de entrada de la medina (se accede a ella por una escalinata). Desde la terraza superior, se puede disfrutar de unas magníficas vistas sobre el Mediterráneo y la ciudad vieja. De abril a octubre, el horario de visita va de las 08:00 h a las 13:00 h, y de las 15:00 h a las 19:00 h, y de noviembre a marzo, de las 08:30 h a las 17:30 h.

 

  • Ksar ez-Zit

 En este enclave se hallan las ruinas de la antigua Siagu, donde se han localizado vestigios de difícil identificación de un fortín bizantino y una basílica cristiana.

 

  • Medina

Bab el-Souk es la entrada principal a la medina, rodeada de una elevada muralla erigida en el año 904 y reconstruida por la dinastía Hafsí en el siglo XIII. La nota más característica de este lugar son los coloridos tenderetes, en los que es posible adquirir todo tipo de productos de artesanía y antigüedades: desde alfombras hasta joyas, pasando por espejos de aire oriental. No obstante, éste no es el único aliciente de la medina: en la primera calle a mano izquierda, el viajero encontrará los baños turcos, que abren para los hombres por la mañana y, para las mujeres, por la tarde.

 

  • Mezquita de Sidi Abdel Kader

Esta construcción, edificada en 1798 y vecina a la Gran Mezquita, da cabida a la Escuela de Estudios Coránicos.

 

  • Pupput

A apenas 6 km al sur de Hammamet por la carretera de Sousse se encuentra el recintor arqueológico de Popput, correspondientes a un antiguo asentamiento romano del siglo II d.C. Más tarde, en la época bizantina, se elevó en este mismo lugar una fortaleza. A pesar de que el recinto conserva muy poco de aquella época, los magníficos mosaicos que adornan las tumbas cristianas, del siglo IV, bien merecen una visita. De abril a septiembre, se puede acceder a las ruinas de las 08:00 h a las 13:00 h y de las 15:00 h a las 19:00 h, y de octubre a marzo, de las 08:30 h a las 17:30 h (en ambos casos, todos los días de la semana.

 

  • Trakruna

Esta pequeña aldea del golfo de Hammamet (se accede hasta allí por la carretera C-133 que lleva hasta Zaghuan) es célebre por su producción de esteras de mimbre. Ésta ha crecido en derredor de la mezquita y de la zauía de Sidi Abd el-Kader, un tipo de santuario islamista. Además, desde allí se puede disfrutar de unos preciosos paisajes.

Gastronomía tunecina

Gastronomía tunecina

La situación geográfica de Túnez, así como su densa y compleja historia, siempre a caballo de Oriente y Occidente, se reflejan con creces en el recetario local. Todo ello sin olvidar la religión mayoritaria de su población, el Islam, que explica algunos rasgos distintivos de su cocina, como la preferencia por la carne de bovino —en detrimento de la de porcino— o la escasa afición de os tunecinos a las bebidas alcohólicas, a pesar de que el país produce vinos de buena calidad.
En la actualidad, la carne y los pescados, acompañados de abundante verdura, conforman la base de una tradición gastronómica que se inscribe en la dieta mediterránea, y que muestra una innegable fijación por los alimentos bien condimentados. De hecho, los aderezos, las especias y los sabores picantes son una constante de los fogones tunecinos.
En el apartado de entrantes, conviene referirse a especialidades como el indefectible cuscús (preparado con sémola de trigo, carne y verduras), la mechouia (ensalada de berenjenas, calabacines, tomates y cebollas asadas, aliñada con ajo picado y olivada), la chorba (una típica sopa picante con granos de cebada o pasta), la ensalada tunecina (con pimientos, lechuga, olivas, huevo cocido y atún o gambas), el brick (hojaldre con relleno salado), la cachouka (menestra de verduras), la harissa (una salsa para acompañar a base de ajo y guindilla), el lablabi (sopa de garbanzos con pan y harissa) o el tajine (tortilla rellena de patata, queso y picadillo).

 

Por lo que respecta a las carnes, el buque insignia de los fogones locales es sin duda el cordero, que se prepara de mil maneras. Una buena muestra del saber hacer de los cocineros tunecinos es la koucha (espaldilla de cordero asada al horno y presentada con patatas y pimientos), el mechoui (pata de cordero al grill) o el mirmiz (estofado de cordero con judías blancas y salsa picante).

 

Tampoco hay que pasar por alto los pescados. El abanico de posibilidades es extenso, y comprende desde el salmonete hasta el mero, pasando por la lubina, el lenguado, las cigalas, las langostas o los langostinos. Todos ellos suelen prepararse a la parrilla o al horno, lo que les permite conservar intactos todo su sabor. A su vez, en el lago de Bizerta se capturan ostras nacionales cuya calidad es excelente.

 

En cuanto a la fruta, las fresas se convierten en uno de los productos estrella del mes de mayo. En junio, merece la pena saborear las primeras uvas, mientras que en octubre es obligado degustar las granadas y los dátiles. En cuanto a los cítricos, muy cultivados en todo el país, el mejor momento para apreciar su sabor es de diciembre a marzo.

 

En relación con los postres, los tunecinos muestran predilección por los sabores extremadamente dulces, como lo demuestran especialidades como los makhroud (pastelitos elaborados con dátiles), el baklawa (un hojaldre muy fino relleno de avellanas y recubierta de miel), el buze (crema de sémola cubierta de nueces), la samsa delice (una especie de cruasán relleno de frutos secos), o los oudnin el kadhi (pasteles de nuez y miel fritos en aceite vegetal).

 

Por regla general, las principales áreas turísticas del país cuentan con un buen número de restaurantes en los que se ofrecen tanto especialidades tunecinas como platos típicos de la cocina internacional, generalmente de influencia francesa, herencia del pasado de Túnez como colonia gala.

 

Entre los mejores restaurantes de Hammamet, descuella Le Berbère, situado en Place des Martyrs. Esta céntrica brasería ofrece especialidades típicas preparadas con gran esmero, como el cuscús berebere. Otras buenas opciones son La Coupole, sito en la avenida de las Nations Unies y especializado en productos del mar y en su irresistible cuscús royal; o Chez Achour. Éste establecimiento, que dispone de un bello jardín, propone una sugerente carta a base de pescado. El restaurante abre sus puertas en la calle de Alí Belhouene.

Eventos, fiestas y festivales en Hammamet

Eventos, fiestas y festivales en Hammamet

Al igual que sucede con cualquier otro país árabe, Túnez se rige por el calendario islámico, basado en el ciclo de la luna. Éste se subdivide en 12 meses de 29 ó 30 días, lo que supone un desfase de 11 días en relación con el calendario occidental o gregoriano. Por lo tanto, antes de hacer las maletas y disfrutar de unos días de asueto en Hammamet, es indispensable informarse de las fechas exactas de todas aquellas fiestas y eventos de las que el turista desee tomar parte.

 

Aquí se indican algunas de más importantes, presentadas por orden tomando como referencia el calendario gregoriano.

 

  • Año Nuevo occidental

El 1 de enero es un festivo estatal. La población acostumbra a celebrarlo en compañía de la familia y los amigos.

 

  • Mawlid al-Nabi (nacimiento de Mahoma)

En esta jornada, los musulmanes conmemoran la llegada al mundo del principal profeta del Islam: Mahoma, nacido en el año 570 ó 571 d.C. Se celebra el duodécimo día de rabi al wal, que es el tercer mes del calendario musulmán, y suele consistir en reuniones familiares. En el 2013, es el 24 de enero, y en el 2014, el 13 de enero. Como puede observarse, la fecha exacta se adelanta cada año 11 días respecto al anterior, por la razón que se indica al inicio de este apartado.

 

  • Día de la Independencia

Cada 20 de marzo, los tunecinos recuerdan con un festivo nacional el aniversario de su independencia, declarada en 1956 por el entonces presidente Habib Burguiba.

 

  • Día de la Juventud

El 21 de marzo es un festivo estatal.

 

  • Festival de las Naranjas

Entre finales de marzo y principios de abril, Hammanet se convierte en una de las ciudades tunecinas (junto con Bou Zelfa y la cercana Nabeul) que organizan concursos de ramos de flores de naranjo.

 

  • Día de los Mártires

En esta jornada, que coincide con el 9 de abril, los tunecinos recuerdan a los soldados caídos en 1938 ante los ocupantes franceses, mientras luchaban por la libertad de su país.

 

  • Día del Trabajo

El 1 de mayo es festivo en todo Túnez.

 

  • Lailat al Miraj (ascensión de Mahoma al cielo)

Con esta fiesta, los musulmanes celebran la subida de Mahoma al Jannah (cielo) en compañía de dos ángeles. Esta jornada coincide con el día 27 del rayab, que es el séptimo mes del calendario musulmán. En el año 2013, es el 5 de junio, y en el 2014, el 25 de mayo.

 

  • Festival Internacional de Hammamet

Esta festividad, que tiene lugar en junio o julio y que cuenta con casi medio siglo de trayectoria, da cabida a piezas teatrales, espectáculos de danza tradicional y conciertos a cargo de cantantes procedentes de todo el mundo árabe. Los estilos representados van desde la música clásica hasta los ritmos más actuales, que tienen como escenario de excepción el teatro (1964) del Centro Cultural Internacional.

 

  • Ramadán

El mes sagrado por excelencia del mundo árabe es el noveno del calendario lunar, y arranca con la luna a finales de sha'ban (u octavo mes). Su hondo significado religioso estriba en que fue durante este período cuando Mahoma recibió sus primeras revelaciones. A lo largo de 30 días, los fieles ayunan y practican la austeridad y la abstinencia hasta la hora del ocaso. Incluso, deben renunciar a perfumarse o fumar para mantenerse puros. De ahí que Hammamet funcione a medio gas durante el Ramadán, a pesar de que casi todos los establecimientos destinados a turistas permanecen abiertos. En la medida de lo posible, es recomendable no coger el coche poco antes de la caída del sol, ya que en ese momento el tráfico se intensifica (no deja de ser lógico: los lugareños quieren regresar cuanto antes a casa para romper al ayuno). Este período sagrado concluye con la fiesta del Eid al-Fitr, que cuenta con una duración de tres días. En el 2013, el Ramadán comienza el 9 de julio, y en el 2014, el 28 de junio.

 

  • Día de la República

Cada 25 de julio, el país festeja la proclamación de la república de Túnez, que tuvo lugar en 1956.

 

  • Fiesta Nacional

El 3 de agosto es el aniversario del nacimiento de Habib Burguiba (1903-2000), presidente de Túnez entre 1957 y 1987 y considerado como el padre del Estado moderno.

 

  • Día de la Mujer

El 13 de agosto, el país conmemora la aprobación del Código de Derechos de Ciudadano (1956). En teoría, este documento garantiza la igualdad de derechos para hombres y mujeres, aunque en la práctica aún queda un largo camino hacia la igualdad en Túnez.

 

  • Festival de la Vendimia

La cercana población de Grombalia, situada a 30 km al norte de Hammamet, pone en marcha un colorido festival para festejar el fin de la recogida de la uva, amenizado con música popular y degustaciones. La cita suele tener lugar en la segunda quincena de septiembre. Grombalia se enmarca en una de las regiones vitivinícolas del país, una actividad que desarrolla desde la época púnica y que tuvo continuidad bajo la dominación romana, a pesar de que entró en franca decadencia con la llegada de los árabes debido a la prohibición coránica de ingerir alcohol.

 

  • Día de la Evacuación de Bizerte

El 15 de octubre, Túnez recuerda el aniversario de a retirada de las últimas tropas francesas de la base de Bizerta, en 1962.

 

  • Eid al-Adha (Fiesta del Sacrificio)

Es una de las fechas más importantes del día calendario musulmán, y sirve para rememorar el sacrificio de Abraham. Aunque éste se dispuso a sacrificar a su hijo Ismael por orden divina, Alá acabó intercediendo para que no lo hiciera, tras comprobar hasta dónde podía llegar su fe. En su lugar, Abraham optó por matar un cordero para ofrendarlo a Dios. Aún hoy, el sacrificio de un animal sigue siendo el acto central de esta festividad. El Eid al-Adha coincide con el décimo día del mes de zil-hajj. En el 2012, será el 26 de octubre; en el 2013, el 15 de octubre en el 2013, y en el 2014, el 4 de octubre.

 

  • Muharram (Año Nuevo musulmán)

Esta fecha marca el comienzo del calendario islámico y acostumbra a celebrarse en compañía de los seres queridos, sin grandes fastos. En el 2012, coincide con el 15 de noviembre; en el 2013, con el 4 de noviembre, y en el 2014, con el 25 de octubre.

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