El secreto mejor guardado de las Antillas
La Península de Samaná es lo que podríamos llamar la “joya oculta” dominicana, y el secreto más celosamente custodiado por los viajeros que la conocen. Sus tierras casi vírgenes permanecen por ahora alejadas del turismo masificado, aunque el establecimiento de algunas grandes empresas hoteleras indica un pronto auge de la actividad para dentro de pocos años. Por ese motivo ahora es el mejor momento para visitar Samaná , mientras aún conserva su encanto indomable y sus maravillosos paisajes tropicales.
Ballenas jorobadas junto a una península verde
Las Terrenas , localidad situada más al norte, y el espacio natural con más palmeras por metro cuadrado del país; Cayo Levantado, un islote que se alcanza tras treinta minutos de navegación desde la capital, Samaná , y el lugar perfecto para intentar descubrir a las maravillosas ballenas jorobadas; Las Caleras, pequeño pueblo pesquero alejado del bullicio; o Playa Frontón, que tiene la peculiaridad de ser un lugar habitual para la práctica de la escalada. Y para los turistas que busquen exclusividad, el Portillo Beach Club, con su pista de aterrizaje para avionetas y profusión de actividades deportivas, es el destino ideal.
El paraíso del coco, el pescado y el cacao
La bebida oficial en Samaná es, por supuesto, el ron. Con el permiso de la cerveza (que allí conocen como fría), que se consume durante el día para atajar el calor, el ron dominicano es un emblema del país y lo podemos encontrar en diversas variedades. Desde el ron blanco o seco, con mayor graduación alcohólica y que se suele consumir en cócteles o rebajado con agua, al ron amarillo o el ron añejo (que se bebe sólo con hielo, al ser más suave), la calidad de estas bebidas es insuperable. Acompañar unos deliciosos dulces de coco o cacao, sencillos pero exquisitos, con un buen ron con hielo o un cóctel preparado a la orilla del mar en un encantador chiringuito, es algo que no tiene precio…
Tradiciones ancestrales, folklore y Carnaval
El Carnaval es la fiesta por antonomasia de la República Dominicana, y también lo es en Samaná. Las fiestas se celebran durante todos los domingos de febrero para culminar el Día de la Independencia Nacional (27 de febrero). Por las calles se suceden las comparsas y personajes característicos, que proceden de distintas herencias culturales: el areito (indio), el diablo cojuelo (español), los entierros y danzas (africanos)…