Bienvenidos a la ciudad de Milán, un auténtico paraíso para los amantes del shopping. Capital de la moda y del diseño, presenta una infinita oferta de comercios, talleres artesanos, tiendas de vanguardia, showrooms y exclusivas boutiques. ¡Pasea sin prisas por el glamuroso Quadrilatero d'Oro y la descubrirás! Admira su importante patrimonio arquitectónico y artístico entre el que se encuentra la plaza del Duomo, con la increíble Catedral, el Palacio Real y el arco de entrada a la Galería Vittorio Emanuele II; la Basílica de Santa Maria delle Grazie, que custodia "La última cena" de Leonardo da Vinci; y el Teatro de La Scala, uno de los liceos operísticos más importantes del mundo. Te recomendamos que explores la bohemia y artística zona de Navigli, un área portuaria reconvertida en un interesante enclave de esparcimiento donde la buena gastronomía, el arte, la fiesta y el buen ambiente están garantizados. Para los amantes del arte, es imprescindible la zona de Brera, con su espectacular Pinacoteca.
Por su parte, Nápoles es la tercera urbe más grande de Italia, además de una de las más antiguas, artísticas y sorprendentes que hay a lo largo y ancho del país. Una población milenaria que envuelve al visitante con su vitalidad callejera, su pasión por la vida y su amplia y hermosa bahía con vistas al omnipresente Vesubio. Puedes empezar la visita por su magnífico centro histórico, reconocido Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, donde se concentran sus famosos tesoros arqueológicos, sus elegantes castillos y palacios, sus iglesias barrocas y sus destacados museos. Todo aderezado, por supuesto, con el genuino carácter de una de las ciudades más seductoras, a la par que caóticas de toda Italia. Su ecléctica mezcla arquitectónica y monumental, sus tradiciones únicas y sus delicias gastronómicas te harán disfrutar del viaje con los cinco sentidos. ¡Ojo! No olvides que te encuentras en uno de los templos gastronómicos del país donde podrás saborear algunas de las mejores pizzas de todo el país transalpino.
Porque Milán y Nápoles dan para mucho, ¿y qué mejor manera de realizar el trayecto que las separa que a bordo de un cómodo tren? Déjate mecer por el carácterístico traqueteo del ferrocarril mientras ves pasar por la ventana los hermosos paisajes de la bella Italia.