Islas Baleares (Mallorca): Ruta por la Costa y el Interior de la Isla, a tu aire en coche

Si hay un lugar de Europa mágico en las cuatro estaciones del año, ése es Mallorca. Su clima cálido acompaña cualquier estancia y cada época muestra una estampa especial. En primavera, las excursiones son idílicas, por un campo transformado en alfombra multicolor, al pie de bellísimos almendros en flor, cobijo de ovejas que pastan tranquilas. En verano, el mar reclama su mayor atención, entre aguas turquesa y fondos magníficos, terrazas animadas y veladas inolvidables. En otoño, sereno y suave, el sol y el mar aún llaman al baño, entre fiestas tradicionales en muchos rincones de la Isla. En invierno, Palma continúa vibrante, con una amplia y variada oferta cultural que completa su elegante e histórica arquitectura. Y los 365 días, la geografía de Mallorca se convierte en reclamo indispensable, con la perfección de sus pueblos pintorescos, como Valldemosa, Deià, Sóller y Pollensa; con sus 400 kilómetros de costa salpicada de calas y acantilados ofreciendo unos paisajes irrepetibles; con su Sierra de Tramuntana coronando el norte, entre bosques y ermitas; con sugerentes atardeceres perdiéndose en un horizonte de veleros, y con su propuesta gastronómica autóctona, extremadamente rica y original.