París, la "Ciudad de la Luz", uno de los destinos más visitados del mundo por derecho propio. La capital francesa alberga cientos de rincones repletos de historia y leyendas que merecen ser descubiertos sin prisas. Es un mágico lugar que sigue sorprendiendo a propios y extraños y que envuelve al viajero en una atmósfera única. ¿Será porque es considerada uno de los epicentros mundiales del arte, el diseño y el buen gusto? Y sus atractivos son incontables: 137 museos como el Lovre, el Orsay o el Pompidou; bellos templos como la Catedral de Notre Dame o la Basílica Real de Saint Denis; parques urbanos como el Jardín de las Tullerías; tesoros ocultos como sus 300 kilómetros de catacumbas; y, por supuesto, los Campos Elíseos, el Arco de Triunfo y la mítica Torre Eiffel, desde donde se contemplan unas vistas inigualables. Te recomendamos también una visita a Versalles, a 22 kilómetros al oeste de París para descubrir su grandioso Palacio por donde correteaba la célebre María Antonieta. París te espera para que también respires su espíritu "bon vivant" y disfrutes de los placeres de la vida, tal vez sentado a la mesa de uno de sus 8.000 cafés con terraza, o de sus típicos bistrós, o de sus elegantes restaurantes de fama internacional.
La siguiente escala del viaje es
Ámsterdam, una ciudad diseñada para pasear, pues a excepción de bicicletas y tranvías apenas hay tránsito rodado. La capital de los Países Bajos combina a la perfección sus aires modernos y cosmopolitas con una atmósfera histórica incomparable, siendo desde hace décadas una de las ciudades más turísticas del mundo. De visita obligan son el Rijksmuseum, con las obras de Rembrandt como elemento esencial, el Museo Van Gogh, que expone parte del legado postimpresionista del célebre pintor, y la casa de Ana Frank, la vivienda donde se ocultó de la persecución nazi la joven judía. Disfruta también de la inconfundible belleza de sus canales repletos de barcos o visita los cuidados parques que salpican toda la ciudad, en los que se celebran animados mercadillos. Pasa siete días entre París y Ámsterdam, dos auténticas capitales mundiales del arte, la cultura... y el ocio.