Bienvenido a París, la “Ciudad de la Luz”, uno de los destinos más visitados del mundo desde hace décadas. Y es que la capital gala alberga cientos de rincones repletos de historia y leyendas que merecen ser descubiertas sin prisas, a tu ritmo. Porque París es un mágico lugar que sigue sorprendiendo a propios y extraños y que envuelve al viajero en una atmósfera única. ¿Será porque es considerada uno de los centros mundiales del arte, el diseño y el buen gusto? No hay duda de que sus atractivos son incontables: 137 museos como el Louvre, el Orsay o el Pompidou; bellos templos como la Basílica Real de Saint Denis y la Catedral de Notre Dame; parques urbanos como el Jardín de las Tullerías; tesoros ocultos como sus 300 kilómetros de catacumbas; y, por supuesto, los Campos Elíseos, el Arco de Triunfo y la mítica Torre Eiffel, desde donde se contemplan unas vistas inigualables. Te recomendamos también una escapada a Versalles, a 22 kilómetros al oeste de París, para descubrir su grandioso Palacio. Además, París te espera para que respires su espíritu “bon vivant” y disfrutes de los placeres de la vida, tal vez sentado a la mesa de uno de sus 8.000 cafés con terraza, de sus típicos bistrós, o de sus elegantes restaurantes de fama internacional.
Una vez hayas explorado a fondo la capital gala, llega el momento de poner rumbo a Tahití, una isla idílica y paradisíaca situada al sur del Pacífico.
Descubre las playas de arena negra de la costa este, las de arena blanca de la costa oeste, los exuberantes valles y los majestuosos picos en forma de círculo que hacen de este destino un auténtico viaje al centro de la naturaleza. No te pierdas tampoco su atractiva y enigmática cultura aborigen, como sus “marae”, los lugares sagrados precristianos delimitados por piedras o postes de madera llamados “pair”, sus hechizantes espectáculos de danza conocidos como “ori”, y sus conciertos de música tradicional. En su bulliciosa capital, Papeete, encontrarás de todo, desde refinados restaurantes y clubes nocturnos a vibrantes y coloridos mercados, interesantes museos, tiendas de perlas negras, uno de los productos estrella del archipiélago, y comercios de todo tipo.
La siguiente etapa del viaje se desarrolla al norte de Tahití, en este caso en una de las Îles Sous-le-Vent (las islas de Sotavento, que forman parte de las islas de la Sociedad), la famosa Bora Bora, uno de los atolones más hermosos del mundo. Llamada la “isla romántica”, en Bora Bora puedes admirar los hibiscos de las colinas y valles del monte Otemanu, disfrutar de perfectas playas de arena blanca, zambullirte en unas aguas de un color azul intenso, descubrir una de las más bellas lagunas del planeta de infinitos matices de azul y repleta de peces y corales de colores mágicos... en definitiva, el lugar ideal para descansar y relajarse. Y no está exenta de un buen número de apasionantes actividades como buceo, submarinismo, pesca, cruceros, jet ski, kite surf, paddle, piragua, recorridos en 4×4, senderismo o ¡un inolvidable vuelo en helicóptero!
Un viaje de ensueño a caballo entre el Viejo Continente y los paraísos polinesios que no te puedes perder.