Perfecto combinado con el que podrás disfrutar de una experiencia que combina naturaleza con todos los servicios de una metrópolis moderna.
Los 400 kilómetros de costa de Natal y sus alrededores, enmarcados por dunas, arrecifes, acantilados y piscinas naturales, hacen de la capital de Río Grande do Norte uno de los destinos más buscados del país. A todo esto se unen los paseos de bugue, las rústicas villas de pescadores, naturaleza preservada, noche agitada y sol casi todos los días del año.
Resumen: ¡vacaciones perfectas!
Y Pipa, una tranquila aldea de pescadores, a poco más de 80 kilómetros de Natal, que ha pasado siglos inadvertidos en el mapa. A finales de los años 70, sin embargo, los surfistas descubrieron las olas de Pipa y situaron a este pueblo en la ruta de los turistas nacionales y extranjeros.