Punto de partida de la antigua Vía de la Plata, Mérida presume de ser una de las ciudades más florecientes del Imperio, por ser la capital de la Lusitania romana. Su teatro romano del siglo I a.C. sigue siendo, a día de hoy, su principal atractivo, ya que es una auténtica joya de la arquitectura y sigue cumpliendo la función para la que fue diseñado, gracias a su asombrosa conservación. En su extremo oeste puedes ver la Casa-Basílica del Teatro, cuyas estancias se articulan en torno al patio porticado, donde aún pueden apreciarse los restos de un estanque. Te sorprenderán los restos de mosaicos decorados que se mantienen en algunas de las habitaciones.

También podrás comprobar el buen estado del anfiteatro, ya que en verano ambos recintos acogen el célebre Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. En tu ruta por la ciudad no dejarás de maravillarte con uno de los circos romanos mejor conservados de la península, así como con el Museo Nacional de Arte Romano. Te recomendamos acercarte a la Alcazaba árabe, desde donde contemplar una hermosa vista del río Guadiana al atardecer. ¡Prepara tu cámara y a fotografiar la impresionante puesta de sol!