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Aunque Suiza es uno de esos destinos que destaca por su gran belleza paisajística -compuesta por grandes montañas alpinas, lagos de aguas cristalinas y exuberante vegetación-, el país europeo alberga tres ciudades estrella perfectas para hacer un city-break. O lo que es lo mismo, una escapada de corta duración.
Zúrich, Ginebra y Basilea son los lugares ideales en los que descubrir en pocos días un gran número de atractivos turísticos.
La ciudad de Zúrich, reconocida por su amplio patrimonio histórico-cultural, es una de las más visitadas del país y, sin lugar a dudas, una de las más bonitas. Es imprescindible conocer su casco antiguo o “Altstadt”, disfrutar de un relajado picnic en el lago de Zúrich o admirar una increíble panorámica desde el mirador Üetliberg.
Ginebra, por su parte, es una ciudad viva y llena de historia. Situada al sur del extenso lago Lemán, la ciudad ofrece multitud de planes de ocio y cultura, además de unas vistas espectaculares al Mont Blanc. El Muro de los Reformadores es uno de los lugares de mayor interés histórico, así como la fuente de Jet d’Eau.
Al noroeste de Suiza se encuentra la ciudad de Basilea. Uno de sus mayores atractivos es el colindante río Rin, donde es posible realizar todo tipo de actividades. Tampoco te puedes perder la esencia medieval del Marktplatz o la icónica Fuente de Tinguely.
Además, desde ellas podrás realizar múltiples excursiones a pequeños pueblos con mucho encanto y a la naturaleza más infinita que te puedes imaginar. ¿Preparado?
No te pierdas los principales atractivos de Ginebra, Basilea y Zúrich
Zúrich, Ginebra y Basilea
Si estás pensando en visitar Suiza en verano, estás de suerte. La llamada “El arca de agua de Europa” destaca por la gran cantidad de lagos y lagunas de agua dulce que alberga, donde podrás bañarte y, a la vez, admirar unas vistas espectaculares.
La ciudad de Zúrich cuenta con dos principales puntos donde disfrutar del agua: el río Limmat y el lago de Zúrich. A orillas de ambos se han creado más de 20 piscinas naturales al aire libre, entre las que destacan Oberer Letten, de casi 400 metros y con trampolín; Unteren Letten, más pequeña e ideal para niños; y Seebad Enge, con vistas a los Alpes.
Les Bains des Pâquis, en Ginebra, es una playa urbana creada en el muelle del lago Lemán, un gran atractivo para los visitantes. Otras playas destacadas para pasar un divertido día en familia y con acceso directo al lago son Genève Plage, con una interesante zona de ocio; y Baby Plage, pequeña y rodeada de árboles.
En Basilea existen multitud de lugares para disfrutar de un baño en el río Rin, como Rheinbad Breite, con una gran estructura metálica de dos pisos donde es posible tomar el sol o nadar en el lago.
Basilea cuanta con casi 40 museos con espectaculares colecciones permanentes y exposiciones temporales. Una visita obligada para los amantes del arte. Estos son los cuatro museos más populares de la ciudad.
La Fundación Beyeler en Riehen, cerca de Basilea, es conocido internacionalmente por sus exposiciones de muchos quilates, por su importante colección de la modernidad clásica y de arte de la época actual, así como por su ambicioso programa de eventos. Incluye obras desde el impresionismo hasta el modernismo.
El Kunstmuseum Basel (Museo de Arte de Basilea) se cuenta entre los museos más reputados del mundo. Su colección de alto nivel (fue la primera colección de arte abierta al público) y sus exposiciones de fama internacional ofrecen experiencias artísticas inolvidables. Entre las más de 300.000 piezas de la colección hay obras firmadas por Hans Holbein, Rembrandt, Paul Cézanne, Claude Monet, Vincent Van Gogh, Pablo Picasso, Sophie Taeuber-Arp y Andy Warhol
El Museum Tinguely está ubicado directamente a orillas del Rin. Fue diseñado por el arquitecto del Tesino Mario Botta e inaugurado en 1996. Alberga la mayor colección de obras de Jean Tinguely (1925–1991), uno de los artistas suizos más importantes e innovadores del siglo XX.
El Vitra Design Museum, ubicado en un edificio del arquitecto californiano Frank O. Gehry, se encuentra entre los museos de diseño industrial de muebles y de arquitectura más importantes del mundo.
Existen múltiples formas de descubrir la ciudad. Puedes hacerlo por tu cuenta, totalmente libre y a tu ritmo, aunque, sin duda alguna, te gustará más hacerlo acompañado de un guía experto, que te llevará por los mejores sitios y te contará todo lo que necesitas saber de cada lugar. Conocerás hechos y anécdotas, aspectos divertidos y otros más serios, del pasado y del presente de la ciudad.
Conoce Basilea como prefieras: a pie, en bicicleta o en autobús, con un guía, con actores o actrices o de forma gratuita con una visita autoguiada. Hay recorridos tradicionales a pie por sus puntos de interés principales; tours para conocer en primera persona su rico arte urbano; el autobús turístico, con el que podrás realizar todas las paradas que quieras; y visitas guiadas en bicicleta por caminos pocos frecuentados y más alejados del centro de la ciudad.
Nadar en el Rin es el deporte popular número 1 en Basilea en verano. Sigue el ejemplo de los habitantes de Basilea y vive una experiencia muy especial.
Entra al río desde el Museo Tinguely, guardando tu ropa en un «Wickelfisch», una invención original de Basilea consistente en una bolsa de baño flotante de colores vivos en forma de pez. Desde allí puedes bajar, flotando, 3 kilómetros por el Rin.
Con un bonito paseo en barco por el Rin podrás admirar monumentos de Basilea tales como la Catedral, las Torres Roche y las bonitas casas del casco antiguo que se encuentran a orillas del río y que hacen que parezca que estás viviendo en un cuento.
Hay cruceros de diferentes tipos: para descubrir el lado más urbano, para disfrutar durante el trayecto de un rico brunch compuesto por sabores locales, productos de calidad y de temporada; para viajar hasta Rheinfelden y navegar entre dos de las esclusas más espectaculares; y para observar la maravillosa imagen que deja el atardecer sobre Basilea.
La gastronomía suiza y, más concretamente, la de Basilea, consiguen satisfacer a los paladares más exigentes.
Para no perderte nada de su cocina tradicional, te recomendamos hacer un “FoodTour” autoguiado que te llevará por los establecimientos más diferentes y singulares, donde cada uno ofrece un tipo de comida. También podrás hacer un “BeerTour” con el que te empaparás de la escena de la cerveza artesanal autóctona, que tiene una larga trayectoria en la ciudad, alcanzando ya la esfera internacional.
Con este recorrido autoguiado visitarás pequeñas cervecerías y hasta un brewpub de lo más innovador, con una exquisita degustación.
Si viajas con niños, en Basilea también hay cabida para ellos, ya que ofrece un gran número de actividades con las que disfrutarán de la ciudad.
Una de las más destacadas es la visita a su Jardín Zoológico, conocido de forma cariñosa como “Zolli” por los habitantes de la ciudad. Sorprende porque fue inaugurado en el año 1874 y alberga animales autóctonos y exóticos.
También se divertirán haciendo una búsqueda del tesoro por los principales puntos de interés, descubriendo así todos los enigmas de la ciudad, o visitando museos como el de Historia Natural, para estar ante un mamut de tamaño natural.
La BaselCard es el apreciado obsequio que se ofrece gratuitamente al reservar en cualquier hotel, hostal, bed and breakfast o apartamento de Basilea. Recibirás tu tarjeta personal al registrarte en el hotel, y también podrás cargarla en tu teléfono en forma de app vía web.
La app BaselCard puede utilizarse en su mayor parte sin conexión, y ofrece los mismos servicios y descuentos gratuitos. En su formato electrónico, la tarjeta personal incluye además un mapa interactivo de la ciudad.
El lago Lemán permite descubrirlo de muchas formas diferentes, pero una de las mejores formas de hacerlo es a bordo de uno de sus múltiples cruceros, con los que se pueden realizar diferentes rutas para visitar los sitios más espectaculares de Ginebra y alrededores.
Uno de los más recomendables es el del barco “Savoie”, donde la elegancia y los sabores te ofrecerán una experiencia única. Mientras navegas rumbo a Nyon y de vuelta a Ginebra, pasando por increíbles paisajes de las riberas suiza y francesa, podrás deleitar tu paladar con un almuerzo compuesto por los mejores platos típicos del país.
Entre sus principales visitas culturales, no puedes perderte cuatro museos donde tu curiosidad conseguirá estallar, ya que son únicos en el mundo. Se trata del Museo Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luja Roja, en honor a la labor de Henri Dunant, ofreciendo una experiencia de iniciación a la acción humanitaria; el Museo Internacional de la Reforma universal del cristianismo, con objetos históricos, pinturas, manuscritos y grabados; la Biblioteca Bodmeriana, en la Fundación Martin Bodmer, con libros que han sigo testigos de la evolución de las civilizaciones; y el Museo Patetk Philippe, que muestra el reloj a través de los siglos.
En plena temporada estival, seguro que apetece un baño para huir del calor y desconectar del intenso día de turismo. El mejor lugar para hacerlo en Ginebra es la playa pública gratuita de Eaux-Vives, que combina arena y piedras.
Después de nadar mientras admiras increíbles vistas, puedes pasarte por su parque, disfrutar de un buen helado o dar un paseo en triciclo electrónico, una iniciativa 100% local creada para preservar su belleza natural sin generar ningún tipo de residuo. Por lo que, además de disfrutar de un buen día con tus acompañantes favoritos, ¡también estarás siendo sostenible con el entorno!
La fuerte tradición chocolatera de Suiza es conocida mundialmente. Saborea sus ricos chocolates con Choco Pass, un pase que permite visitar las mejores chocolaterías y degustar sus especialidades, mientras maestros locales te cuentan todo lo que necesitas saber sobre este fantástico mundo. Dependiendo del lugar que visites, podrás paladear un tipo de chocolate u otro. Destacan el pavé de Ginebra, en Stettler’s y las trufas de Sweetzerland, que te dejarán un sabor único en la boca. Además, existe un Choco Pass Kids con el que los más pequeños de la familia disfrutarán como nunca y recibirán alguna que otra sorpresa.
Ginebra es el tercer cantón productor de vino más grande del país, contando con 30 variedades diferentes de uva que se cultivan solo en un pequeño terreno, a orillas del lago Lemán. Más de 100 apasionados de la viticultura ofrecen en grandes bodegas e incluso en sus pequeños viñedos, una degustación de caldos, característicos por la ligereza, mostrando esta tradición milenaria y cómo surgió muchos siglos atrás la excepcional relación entre el hombre y la tierra. Nada mejor que descubrir de forma sostenible estos viñedos, paseando con una bicicleta eléctrica que hará aún más interesante, si cabe, la excursión.
Para conocer bien la ciudad, te recomendamos apuntarte a uno de los múltiples tours guiados que se organizan cada día. Puedes hacer uno a pie por el casco histórico, descubriendo anécdotas curiosas y divertidas y recorriendo rincones recónditos; o conocer el lado más personal de Zúrich con sus secretos mejor guardados y hechos absurdos con el itinerario a pie “Me, My Zurich and You”.
Para hacerlo todo por tu cuenta y contar con todas las visitas posibles incluidas, así como grandes descuentos, hazte con la tarjeta Zürich Card y descarga la aplicación móvil Zürich City Guide, que facilitarán por completo tu viaje a la ciudad.
El lago Zúrich y los dos ríos que convergen en él, Limmat y Sihl, propician una incesante vida acuática que permite practicar múltiples actividades. Gracias a Water City Zurich, podrás practicar wakeboard, natación, surf, paddlesurf o salir de expedición en velero, canoa o kayak sin necesidad de salir de la ciudad.
O si lo prefieres, simplemente puedes flotar en un colchón hinchable o tomar el sol para relajarte en los Badis, las piscinas naturales que hay en los ríos y lago de Zúrich.
También puedes dar un paseo en barco para explorar Zúrich y sus alrededores desde un punto de vista completamente diferente. Sin duda, el mejor momento para hacerlo es al atardecer. ¡Te sorprenderá!
Degusta todo el chocolate que quieras en el museo Lindt Home of Chocolate, el lugar donde los chocolateros de Lindt fabrican chocolate desde 1899. En la actualidad es el hogar de un mundo de experiencias con una enorme fuente de chocolate, una exhibición multimedia y exquisitas degustaciones.
En todo viaje a Zúrich no puede faltar disfrutar de sus ricas especialidades culinarias, donde el pescado es el gran protagonista. Cuando hace buen tiempo, los múltiples bares y restaurantes instalan sus terrazas en zonas ajardinadas, haciendo que cada comida y cena sean únicas. Hay lugares muy especiales, como el restaurante del mirador de Uetliberg (foto) o el restaurante Waid.
Cena y tómate una copa el barrio de más tendencia de la ciudad, el Zurich-West, un popular barrio donde antiguamente se construían barcos y los motores se atornillaban en las fábricas, que ahora alberga muchos restaurantes, bares y tiendas, donde el arte, el diseño, la comida, las compras culturales y la arquitectura son el centro de atención.
La tradición cultural y artística de Zúrich no tiene límites. Así que, si el turismo cultural y artístico es lo tuyo, ¡este es tu destino!
Entre los lugares de ineludible visita se encuentran el Museo Nacional de Zúrich, ubicado detrás de Main Station, que documenta la historia cultural del país; el pabellón Le Corbusier, la última obra del arquitecto, situado junto al lago; y Kunsthaus Zürich, el museo de arte más grande de Suiza.
Pero su escena artística va mucho más allá y trasciende a las calles, que albergan más de 1.300 obras en espacios públicos, dando forma al paisaje urbano de Zúrich. En un breve recorrido por Zúrich, los amantes del arte, los exploradores de la ciudad y los fotógrafos aficionados y profesionales pueden admirar las siguientes obras como "Heureka" de Jean Tinguely, “Pavillon-Skulptur” de Max Bill, o “L'ange protecteur” de Niki de Saint Phalle.
Ahora más que nunca, descubrir Zúrich de forma sostenible es posible. ¡Y sin necesidad de gastarse mucho dinero! Entre las actividades responsables con el medioambiente que puedes hacer se encuentran las visitas a parques y jardines donde la naturaleza está presente en su máximo exponente; realizar rutas a pie o en transporte sostenible como bicicletas o bicicletas eléctricas; apostar por la compra de productos locales artesanales; comer en restaurantes que trabajan con ingredientes frescos y de Kilómetro 0, producidos en la ciudad y alrededores; alojarse en hoteles que son conscientes del impacto de su actividad y desarrollan políticas responsables, etc.
Documentación: si eres ciudadano español o de cualquier otro país de la Unión Europea, puedes entrar el país solo con tu DNI, sin necesidad de presentar el pasaporte.
Carnet de conducir: si vas a viajar en vehículo o vas a alquilar uno allí, puedes conducir con tu permiso español (válido durante un año).
Seguridad: Suiza es uno de los países más seguros del mundo.
Dinero: la moneda de Suiza es el franco suizo (CHF), por lo que recuerda hacer el cambio de divisas con tiempo antes de tu viaje, en el aeropuerto o en los puntos habilitados en destino. 1 € equivale actualmente a 1,01 CHF.
Alojamiento: hay múltiples opciones de alojamiento en Suiza, desde pequeños hostales, albergues y apartamentos turísticos, hasta hoteles de lujo pertenecientes a grandes cadenas internacionales. Busca las ubicaciones que más te interesan y elige tu establecimiento en base a tus gustos y presupuesto.
Consulta la previsión meteorológica del país
Cualquier época del año es buena para visitar Suiza, ya que sus atractivos se adaptan a la perfección a cada estación, ofreciendo lo mejor de sí mismos. La temporada alta comprende los meses de verano, invierno y primavera, de julio a agosto y de diciembre a abril. Si eres más de temperaturas cálidas y agradables, la época estival es la mejor para viajar. Si, por el contrario, prefieres el frío y las actividades que pueden practicarse en invierno (como esquí en los Alpes), ¡no dudes en viajar en invierno!