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Inaugurada en 1960, la joven capital de Brasil es símbolo de modernidad, arquitectura irreverente, mucha belleza y considerada la ciudad con la área protegida más grande del mundo. Brasilia también lleva el título de capital del rock, pues algunas de las más importantes bandas de este estilo musical del país se formaron en la ciudad.
Además de disfrutar de una buena música, también encontrarás construcciones bellísimas y que forman parte de la historia y cultura de la capital. Empieza tu paseo conociendo la Catedral de Brasilia, que además de ser uno de los más importantes símbolos de la capital, se puede decir también que el espacio es una de las más bellas construcciones arquitectónicas de la ciudad. Partiendo desde allí, incluye en tu itinerario una visita a la Plaza de los Tres Poderes, un espacio cívico que tiene tres edificios representando el poder Legislativo, Judiciario y Ejecutivo. Te sorprenderás con la belleza de la arquitectura moderna de los monumentos y edificios. Espacios al aire libre también son una opción de ocio en Brasilia. El Parque de la Ciudad Dona Sarah Kubitschek, más conocido como Parque de la Ciudad, es uno de los principales centros de ocio al aire libre de la capital.
La capital de Brasil está rodeada de destinos increíbles, y uno de ellos es Pirenópolis, protegida como Patrimonio Nacional, está ubicada a casi 150 kilómetros de Brasilia. Con un aspecto bucólico, este es el destino perfecto para quien busca renovar las energías y relajarse en medio a una naturaleza increíble y en una ciudad con diversas opciones de ocio, además de, claro, conocer el lado cultural de Piri, como se la llama cariñosamente.
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Las playas de Río de Janeiro figuran entre las más bonitas del mundo. La simple mención del destino evoca en nuestra mente la amplitud de Ipanema y Copacabana, su ambiente e incomparable belleza natural. Estas son, en efecto, dos de las playas más hermosas, perfectas también para sumergirte de lleno en el ritmo local y el gusto por la vida de los brasileños.
Pero hay otras muchas playas para explorar, como la de Prainha, de pequeñas dimensiones y encajada entre dos colinas boscosas. Apenas cuenta con infraestructura más allá de un par de quioscos, pero esta simplicidad es parte de su encanto.
Los surfistas encontrarán más a su medida la playa de Grumari, cercana a la anterior, pero mucho más grande. Casi tres kilómetros de arena pálida y restinga que ofrece un maravilloso contraste con el azul profundo del Atlántico.
Esta ciudad maravillosa cuenta con todo lo que puede desear un viajero en Brasil y eso incluye, en un lugar prioritario, sus paradisíacas playas y una animada vida nocturna, con bares y restaurantes para seguir disfrutando al caer la tarde.
Entre las playas más populares de Porto Seguro se encuentra Teperapuã, cuyas aguas tranquilas son perfectas para disfrutar de un día de mar con la familia. Si eres de los que no paran quietos, puedes aprovechar para montar en kayak o banana boat.
También ideal para ir con niños, está la playa de Mundaí. Sus limpias aguas son un remanso de paz que se condensa en piscinas naturales que harán las delicias de tus pequeños buceadores.
Si buscamos algo con más adrenalina, la playa do Mutá, rayando ya en el límite con la localidad de Coroa Vermelha, es frecuentada por los aficionados a los vuelos en ultraligero. Si no tienes miedo a las alturas, puede ser la ocasión para admirar la belleza de este destino desde otra perspectiva.
No te pierdas tampoco la playa de Ponta Grande, con sus bonitas palmeras y sus piscinas rodeadas de corales. Se encuentra a 10 kilómetros de la ciudad, es tranquila y el lugar perfecto para hacerte con una colección memorable de selfies.
Al nordeste de Brasil se encuentra el estado de Ceará y su capital, la ciudad de Fortaleza, donde es posible encontrar playas para todo tipo de visitantes.
Con más ambiente y una gran cantidad de bares y restaurantes son las playas de Iracema, de Mucuripe, del Futuro, de Meireles y Sabiaguaba. Todas ellas suponen una magnífica opción para pasar un día en familia, en pareja o con amigos. Además, puedes aprovechar la visita para descubrir sus barrios con más ambiente.
Si buscas algo más íntimo y con mayor contacto con la naturaleza, te proponemos la playa del Cumbuco, donde puedes hacer un interesante recorrido en vehículo buggy. Para completar la experiencia, báñate en la Laguna de Parnamirim, una piscina natural de agua dulce.
La playa de Canoa Quebrada es ideal para conocer unas impresionantes vistas de los acantilados multicolores que identifican a este lugar. Si eres amante de los deportes de viento como el kitesurf o el windsurf, tienes que ir a Flecheiras, situado a 140 kilómetros de Fortaleza.
Y, por supuesto, no puede faltar la ciudad de Jericoacoara, donde sus extensas lagunas de aguas transparentes te dejarán sin palabras. Además, esta ciudad está dentro del circuito turístico “La Ruta de las Emociones”.
Al sur de Brasil y conformada en su mayoría por una isla, se encuentra el estado de Santa Catarina. Su capital, la ciudad de Florianópolis, es un paraíso en cuanto a playas respecta. Visita Praia Joaquina o Praia Mole, si buscas practicar deportes acuáticos; Praia Daniela, si la visitas con tu familia; o Praia Campeche, donde puedes visitar un santuario ecológico y un lugar arqueológico.
Si buscas una zona más animada y con un interesante ocio nocturno, Praia Jurerê es lo que buscas. Y si prefieres tranquilidad e introducirte en plena naturaleza, ve a Praia Moçambique, situada en una reserva ambiental.
Pero no solo hay playas en Santa Catarina, en el interior de la isla se encuentran dos grandes y reconocidos lagos: el primero, de agua salada, es el llamado Lagoa da Conceição; y, el segundo, de agua dulce, es el Lagoa do Peri.
Asimismo, hay otras ciudades que te recomendamos visitar: Bombinhas, donde puedes realizar un fantástico paseo en barco o aventurarte por el famoso Sendero Morro do Macaco; y Balneario Camboriú, el destino perfecto para relajarse y disfrutar de maravillosas playas y buenos restaurantes. Sin duda alguna, ¡tu cuerpo agradecerá esta desconexión tras unos intensos días de turismo!
Por su parte, Río de Janeiro aguarda paisajes cinematográficos y miles de planes diferentes y responsables con el medio ambiente para los viajeros. Su geografía reúne playas paradisíacas, frondosos bosques y grandes cordilleras, convirtiéndolo así en un destino completamente único.
Una visita esencial es el Parque Nacional de la Tijuca, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, donde se puede visitar la famosa montaña de Corcovado, en cuya cima se encuentra el icónico Cristo Redentor, todo un emblema de la ciudad, conocido a nivel mundial. En la Tijuca también podrás realizar actividades como senderismo, espeleología o subir a diversos miradores para observar panorámicas increíbles.
Además de su versátil capital, el estado de Río de Janeiro es mucho más. Conoce Búzios, un destino de vacaciones de lujo en el que es posible disfrutar de numerosas playas de aguas cristalinas. Algunas de las más destacadas son la playa de la Ferradura -ideal para practicar deportes acuáticos- o la de Geribá.
Por su parte, Angra do Reis es un destino que atrae a turistas de todas partes del mundo para disfrutar de su exuberante belleza natural y sus múltiples actividades de ecoturismo. Esta región alberga la mayor cantidad de islas concentradas del país, con más de 300.
Al nordeste del país se encuentra el costero estado de Maranhão, cuya capital es São Luís. Esta ciudad forma parte de la Ruta de las Emociones, un circuito de unos dos mil kilómetros que recorre diferentes localidades y muestra las playas más bonitas del país.
Una visita imprescindible es el Parque Nacional Lençóis Maranhenses, un espacio protegido y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que abarca un total de tres municipios. Es el lugar perfecto para aquellos que buscan disfrutar de paisajes idílicos y algo inusuales, con extensas dunas blancas y lagunas de aguas cristalinas.
La extraña belleza de este lugar es la principal atracción para los turistas. El contraste entre el paisaje desértico intercalado por lagunas y muy cerca de la costa facilita la existencia de una amplia biodiversidad. Las lagunas más destacadas son Lagoa Azul y Lagoa Bonita, donde te recomendamos admirar la puesta de sol.
Los llamados “Ríos negros” de la zona te sorprenderán. Surgen a raíz de la mezcla del agua de la lluvia con los taninos de un bosque cercano. ¡Todo un espectáculo!
Es posible recorrer las dunas en 4x4, una experiencia muy divertida. También te recomendamos visitar las comunidades locales para integrarte en ellas y conocer la verdadera esencia de Lençóis.
El Pantanal es el humedal más grande del mundo. Se sitúa en su gran mayoría en el estado brasileño de Mato Grosso del Sur, con una extensión de casi 42 millones de hectáreas. El Pantanal es el refugio para múltiples especies simbólicas como el caimán, el jaguar o el guacamayo azul -el loro más grande del mundo-. El avistamiento de estos animales es el principal atractivo para los turistas.
Y no solo para turistas, el Pantanal también ha sido nombrado como el mejor destino para la observación de la vida salvaje a nivel internacional, donde investigadores y fotógrafos de todo el mundo acuden en busca de nuevos contenidos.
Conoce también el Acuario Bioparque Pantanal, el lugar idóneo para descubrir múltiples especies acuáticas locales, que alberga un total de 32 estanques y 220 especies de peces.
Otras de las actividades que se pueden hacer en el gran Pantanal son un safari fotográfico, excursiones nocturnas para la observación de animales, cursos de embarque o degustaciones gastronómicas. Para los amantes de la pesca, es posible realizar diferentes cursos y aprender técnicas profesionales. Y, si prefieres conocer la historia de este gran páramo natural, visita el Museo de Historia del Pantanal, en la localidad de Corumbá.
Al noroeste de Brasil se ubica el extenso estado de Amazonas, cuya capital, Manaus, es la puerta de entrada a la Amazonía brasileña. La riqueza natural de esta zona, ubicada a orillas del río Negro, es incalculable.
Una de las grandes experiencias que puedes vivir en Manaus es admirar el impactante encuentro de aguas entre los ríos Solimões y Negro. En ocasiones normales, la delimitación entre dos ríos no se apreciaría, pero, en este caso, los diferentes colores de ambos forman un espectáculo visual. La unión de estos dos ríos da lugar al imponente río Amazonas, responsable del 20% del agua dulce de la Tierra.
Otro imprescindible de la zona es el Parque Ecológico del Lago Januari, situado a una hora en barco de Manaus aproximadamente. Este parque se encarga de la conservación de la biodiversidad de la región amazónica. Recorre sus puentes colgantes y senderos ecológicos para disfrutar de unos paisajes naturales sin precedentes. Además, cuenta con diversos guías turísticos dispuestos a mostrarte las entrañas del parque y acompañarte a degustar las delicias de la zona.
Si quieres seguir disfrutando de la naturaleza de Manaus, visita también su Jardín Botánico, situado no muy lejos de la ciudad y perteneciente a la Reserva Forestal Adolpho Ducke.
El Parque Estatal de Jalapão está situado al este del estado brasileño de Tocantins. Destaca por la gran variedad de paisajes que contrastan entre sí, como praderas, selva, dunas y cascadas.
El Desierto de Jalapão es un mar de dunas doradas y cobrizas, cuyo color lo adquiere de la arena de cuarzo y cuya apariencia está en constante cambio debido al viento. Se pueden encontrar dunas de hasta 30 metros de altura y es el lugar perfecto para contemplar el atardecer. ¡Las tonalidades que se crean te enamorarán!
En contraposición al desierto, existe un oasis llamado Fervedouro. Se trata de una amplia zona de vegetación, con lagos y arroyos, entre los que destaca una gran laguna de agua transparente. Uno de sus principales atractivos para los turistas es la posibilidad de bañarse en estas piscinas naturales sin hundirse.
También es posible encontrar cascadas en Jalapão. La mayor de todas es Cachoeira da Velha, nutrida por las aguas del río Novo. Otra destacada es Cachoeira do Formiga, donde es posible darse un baño rodeado de exuberante vegetación.
Para los amantes de la aventura y del ecoturismo, Jalapão es también uno de los destinos ideales de Brasil. Aquí se puede practicar rafting, rápel, trekking y tirolesa, entre muchos otros.
En el estado de Paraná, y fronterizo con Argentina y Paraguay, se encuentra el Parque Nacional de Iguaçu y la localidad de Foz do Iguaçu. El parque está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, debido a la belleza de sus famosas cataratas y su labor de protección de especies y preservación del territorio.
Las Cataratas de Iguaçu están consideradas una de las siete maravillas del mundo moderno desde el año 2011, siendo más altas que las famosas Cataratas del Niágara. Están formadas por 275 saltos de agua, de los cuales el más conocido por su gran altura -más de 80 metros- es la Garganta del Diablo. Atrévete a cruzar las impresionantes pasarelas para observar de cerca la grandiosidad de esta catarata. Para ello, existe un servicio de trenes ecológicos con los que puedes llegar hasta allí. Estos trenes, cuyo impacto medioambiental es mínimo, recorren el parque entero y llegan a la entrada de los principales paseos.
Existen otras iniciativas para preservar el medio ambiente dentro del parque, como la creación de un nuevo sistema para el tratamiento de aguas residuales y la reforestación de la zona con especies naturales del lugar, cumpliendo con el proyecto de Administración de Parques Naturales.
Declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO desde 1986, tiene 185 mil hectáreas y abriga las exuberantes Cataratas del Iguazú, una de las Siete Maravillas de la Naturaleza. Y no es solo eso: una de las más bien preservadas fracciones del Mata Atlántica le reservan a usted un interesante contacto con la flora y fauna locales.
Relájate y disfruta la naturaleza del Cerrado, tomando un refrescante baño en las piscinas de agua mineral de esta enorme área preservada, con más de 700 especies de plantas. Para quien gusta de caminar hay dos senderos demarcados. En los días de sol, un día de campos bajo los frondosos árboles es una opción perfecta.
Es el Parque Nacional más grande de Brasil y el mayor parque natural del mundo en selva tropical húmeda e intacta. El Parque Nacional do Jaú está situado en los municipios de Novo Airão y Barcelos, a 220 km de Manaus, en línea recta
El Parque Nacional está compuesto por Áreas de Preservación Ambiental (APAs), controladas por el Instituto Chico Mendes de Conservação da Biodiversidade (ICMBio). Las atracciones están rigurosamente controladas, con la intención de preservar al máximo la fauna y flora allí presentes.
No pierda esta oportunidad rara de observar de cerca estos simpáticos animales en sus momentos de descanso y apareamiento. Para protegerlos, no es permitido nadar en el agua de la bahía, delimitada por boyas y cuerdas. Pero usted podrá divertirse con las peripecias de los delfines a través del Mirador de los Delfines.
Si eres aventurero y deseas conocer playas casi salvajes, no dejes de caminar por los senderos que salen de Barra de Guaratiba. El primero es Perigoso que, al contrario de lo puede indicar su nombre, tiene águas tranquilas, así como la siguiente playa, Búzios. Ahí podr´ças encontrar la piedra de Tartaruga, punto de rapel que ofrece una vista increíble.
Visite la más grande selva urbana del mundo y una de las más grandes reservas de Mata Atlántica del planeta. Camine por sus senderos, después relájese en una de sus cascadas. Los más aventureros pueden subir a la cima de estas tarjetas postales de Río, como Pedra Bonita, Pico da Tijuca o la espectacular Pedra da Gávea.
Si eres un gran aficionado al buen marisco, sin duda alguna, ¡Florianópolis es tu destino! La capital catarinense goza de una excelente ubicación en el litoral brasileño, por lo que su recetario está protagonizado por los productos del mar y tiene una fuerte influencia de las culturas europea y portuguesa.
También está considerado uno de los mejores destinos culinarios del país y ostenta el título otorgado por la UNESCO de Ciudad Creativa de la Gastronomía, por lo que es un punto de referencia indiscutible en todo viaje a Brasil.
Cada uno de sus manjares hará que se te haga la boca agua, ¡prometido!
En toda carta de lugares de restauración podrás elegir entre diversos pescados, moluscos y mariscos, como las ostras, los mejillones, los cangrejos, los camarones y los berberechos. Todos ellos, frescos y de grandísima calidad.
Si quieres hacer la perfecta inmersión en su cultura gastronómica, visita el Mercado Público de Florianópolis, que, sustituyendo al mercado antiguo, se halla sobre un emblemático edificio secular originario del año 1898. En él hay más de 100 puestos, de los cuales un gran número son bares y restaurantes donde es posible disfrutar de sus delicias locales; además de tiendas de ropa y artesanía de cerámica, paja y mimbre.
La capital de Minas Gerais es otro de los templos culinarios de Brasil. Su riqueza gastronómica es tanta (¡o más!) que su riqueza patrimonial y cultural, llegando a formar parte de la red de Ciudades Creativas de la Gastronomía de la UNESCO.
Tradición y sabor van de la mano en Belo Horizonte, presentando opciones infinitas que despertarán al máximo nivel tus papilas gustativas.
Entre las delicias que podrás degustar en sus bares y restaurantes, destacan el feijão tropeiro -preparado con harina y chorizo-, el torresmo -de la cultura portuguesa, que se hace con la piel del cerdo cortada en pedazos para freírla después-, el pollo en salsa parda acompañado de feijão tropeiro o tutu de feijão -mezcla de feijão batido con condimentos y harina de mandioca- y, entre muchos otros, el lechón a pururuca -carne de cerdo condimentada con la piel crujiente.
En lugares como el Mercado Central podrás comprar productos típicos como el licor de la cachaça o el queso minas, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de Brasil y producido artesanalmente desde el siglo XVIII en las haciendas de la región.
Como postre, ¿qué tal suena el dulce de la guayaba? Está elaborado con mermelada de guayaba y combina perfectamente con café y pan de queso. Yummy!
Si por algo es famosa en el mundo entero la ciudad brasileña de Belém, capital del estado de Pará, es por su exquisita, irreverente y exclusiva gastronomía. Tanto es así, que fue declarada Ciudad Creativa de la Gastronomía por la UNESCO.
Esta designación se debe, principalmente, a que su amplio recetario tradicional está inspirado en los ingredientes de la fauna y la flora amazónicas, dando como resultado platos únicos en el mundo.
El açaí es todo un símbolo de Belém. Se trata de un fruto que procede de una palmera típica de la Amazonia, que puede degustarse de muchas formas diferentes: solo, con azúcar, exprimido en zumo, en helado, como acompañamiento de pescado o con harina de tapioca.
Deleita tu paladar con otras elaboraciones típicas como el tacacá -especie de sopa preparada con tucupí, goma, jambú y camarones secos-, la manicoba o feijoada paraense -guiso de carne de vaca y cerdo cocinado con hojas de maniva, cebolla, pimienta y arroz, entre otros- y vatapá -con leche de coco, trigo, aceite de dendê, cebolla, cheiro verde y camarones.
Te recomendamos visitar el Mercado Ver-o-Peso para encontrar todos estos productos gastronómicos que querrás llevarte sí o sí en la maleta.
La ubicación de la ciudad de Foz do Iguaçu hace que el destaque de su gastronomía sean los platos preparados con pescados de agua dulce, como el dorado y el bagre. Además del famoso dorado asado abierto en la parrilla, con condimentos variados, otro plato típico es el Pirá de Foz.
Si te gusta el marisco, prueba los platos típicos de la cocina pernambucana, como el cangrejo, o “siri”, pulpo y pescados variados. Otra opción imperdible es el “sarapatel”, elaborado con vísceras de cerdo o chivo. Los platos a base de maíz también son una tradición, como la “canjica”, la “pamonha” y el “mungunzá” dulce o salado.
La peixada cearence, hecha con pescados de la región y preparada con salsa de legumbres frescas, es el plato más tradicional de Fortaleza. Para el postre, se aprovechan las frutas típicas como cajú, seriguela, cajá, graviola y sapoti en helados hechos con ellas.
La cocina típica de Rio Grande do Norte es amplia con platos creados a base de frutos de mar, como el camarón, que tiene hasta un Festival en Natal, la Feira Nacional do Camarão (Fenacam). Preparado con cajá e ingredientes de la tierra, es presentado en recetas exquisitas.
La ciudad de São Paulo, capital del estado con su mismo nombre, es la más habitada de América Latina y la cuarta del mundo, con unos 22 millones de habitantes. Esto, en el ámbito de la gastronomía, se traduce en una gran diversidad con influencias de todo el mundo. ¡Apta para todo tipo de paladares!
Tu único problema en São Paulo será elegir dónde comer, pues la oferta de restaurantes es muy muy amplia, con establecimientos japoneses, italianos, españoles, etc. Además, existen puestos callejeros, también llamados lanchonettes, en los que es posible encontrar comida rápida tradicional.
A continuación, te nombramos algunos de los platos que debes probar. El bauru es una de esas comidas que puedes encontrar en la calle si no tienes mucho tiempo para comer. Se trata de un bocadillo de carne asada, tomate, embutidos y queso. El virado à paulista es un plato muy completo con cientos de años a su espalda en la cocina brasileña y está compuesto por frijoles, arroz, carne de cerdo, huevo, plátano frito e incluso salchichas.
En cuanto a dulces, prueba el curau de milho, un riquísimo flan de maíz. Y, por supuesto, no te vayas sin tomarte una caipirinha, la bebida más famosa del país.
Al este de la mitad sur del país, perteneciente al estado de Río de Janeiro, se encuentra la localidad de Paraty. A pesar de tener poco más de 30.000 habitantes, Paraty es todo un referente en cuanto a gastronomía brasileña se refiere. De hecho, pertenece a la Red de Ciudades Creativas de la Gastronomía creada por la UNESCO y conformada por 180 ciudades en total.
La tradición culinaria paratiense se basa en el concepto “Del productor a la mesa”. Existe un mix de culturas que han dejado huella hasta crear lo que es la actual cocina de Paraty: la europea, la oriental y la africana. Además, también toma como referencia la antigua cultura caiçara, predominante en múltiples zonas de Brasil y basada en una preparación rústica de la comida, con ingredientes simples.
La gran parte de los platos típicos están basados en productos obtenidos del mar, como tainha na telha, salmón horneado relleno de camarones, yuca, aceitunas y cebolla; peixe com banana, pescado con plátano sancochado, cilantro y albahaca; o camarón casadinho. Una de las destacadas producciones de Paraty es la cachaça, una bebida alcohólica fruto de la destilación del jugo de la caña de azúcar. ¡No te vayas sin probarla!
El aderezo de Bahia es inconfundible. Pruebe la culinaria del Recôncavo Baiano, en donde Salvador está localizado, conocido por sus platos bien picantes y hecho a base de aceite de dendê, leche de coco y frutos de mar. Abará, acarajé, bobó de camarão, vatapá, cangrejo y beiju con platos que van a conquistar su paladar.
El producto más usado en la culinaria de Amazonas es el pescado. Usted va a poder probar pacús, tambaquís, pirarucús y tucunarés cocidos, fritos o asados. Normalmente vienen acompañados de tucupí, un caldo amarillo extraído de la mandioca. Para el postre, pruebe las exóticas frutas locales, como el acaí, el copoazú y el cumare.
Durante los eventos, más que saciar el hambre de cultura, podrás degustar la cocina de São Paulo. La ciudad es conocida por reunir una gran variedad de buenos restaurantes. Hay opciones para todos los bolsillos y gustos. Usted puede probar las especialidades de chefs de renombre o la cocina de varias regiones de Brasil.
São Paulo es famosa por la cantidad de restaurantes, bares y cafeterías que se encuentran por los más diferentes barrios, ofrecendo desde opciones extremamente sofisticadas hasta las más rústicas y encantadoras. Escoger es siempre una tarea difícil, por ello una buena idea es experimentar un estilo de restaurante diferente por día.
No es preciso viajar por todo el país para probar la culinaria típica de cada región. São Paulo reúne todas ellas. Para que puedas probar la tradicional comida “mineira”, y el sabor inconfundible de la culinaria nordestina, la barbacoa típica del sur, además de las especialidades paulistas, por supuesto. El pastel está entre las preferidas.
La gastronomía de Río de Janeiro es un vibrante reflejo de la rica cultura brasileña, combinando sabores autóctonos con influencias internacionales. En las calles de la ciudad, el aroma del feijoada, un guiso de frijoles negros con carne de cerdo, ofrece una experiencia culinaria tradicional. Este plato, a menudo servido con arroz, col rizada, y rodajas de naranja, es un festín que refleja la diversidad de la cocina carioca. Además, los pastéis —empanadas rellenas de carne, queso o camarones— son una delicia popular en los mercados y quioscos locales.
Los mariscos juegan un papel esencial en la dieta de Río, con platos como moqueca, un estofado de pescado y camarones cocido en leche de coco y aceite de palma. En los bares y restaurantes, las caipirinhas, el cóctel nacional brasileño a base de cachaça, lima y azúcar, complementan perfectamente las comidas.
La influencia internacional también se nota en la ciudad, con una creciente oferta de restaurantes que van desde sushi hasta cocina italiana. Así, Río de Janeiro ofrece una experiencia gastronómica rica y diversa que celebra tanto sus tradiciones como su apertura al mundo.
CLIMA Y EQUIPAJE
Brasil es un país de clima tropical. El promedio de temperatura anual es de 28ºC en la región Norte y de 20ºC en la región Sur del país. El invierno brasileño es entre los meses de junio a septiembre y en algunas ciudades del Sur y Sureste la temperatura baja a menos de 0ºC, con heladas y nieve. Ya en verano es posible disfrutar de un calor de 40ºC en ciudades como Rio de Janeiro y Salvador, por ejemplo. El verano en Brasil es el mejor período para disfrutar de la playa, tomar agua de coco, zambullirse en el mar y broncearse.
Se recomienda llevar ropas ligeras y cómodas. También es importante protegerse del sol con sombrero o gorra, gafas de sol y protector solar. En áreas forestales, como Amazonía y Pantanal, recomendamos la utilización de zapatos cerrados, camisas de manga larga (preferencialmente con colores claros), pantalones y sombrero para protegerse de los insectos.
ESTACIONES DEL AÑO EN BRASIL
Verano: de diciembre a marzo.
Otoño: de marzo a junio.
Invierno: de junio a septiembre.
Primavera: de septiembre a diciembre.
MONEDA Y TIPOS DE CAMBIO
La moneda de Brasil es el REAL (R$) y se puede hacer el cambio en bancos, casas de cambio, agencias de viaje y hoteles autorizados. Se publica el valor del cambio diariamente en periódicos y sitios web especializados.
Tanto los “travallers checks” como dinero en efectivo se cambia fácilmente en los puntos de cambio. La mayoría de los establecimientos aceptan tarjetas de crédito internacionales, como hoteles, restaurantes, tiendas, agencias de viajes o de alquiler de coches y otras empresas.
Los billetes y monedas del Real poseen características distintivas y elementos de seguridad que facilitan su identificación. Para los billetes, el Real posee los valores de R$2, R$5, R$10, R$20, R$50, R$100 y R$200. Para las monedas, los valores son R$0,01; R$0,05; R$0,10; R$0,25; R$0,50 y R$1.
NÚMEROS DE EMERGENCIA
Puedes llamar a estos números gratuitamente desde cualquier teléfono. Están disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
• Disque 190: Policía Militar
• Disque 192: Ambulancia Pública (SAMU)
• Disque 193: Bomberos
• Disque 191: Policía Rodoviária Federal
LENGUA
La lengua oficial en Brasil es el Portugués, que viene desde Portugal, pero el acento y algunas expresiones cambian en los diferentes estados del país. Muchos brasileños hablan inglés y español, además de ser posible encontrar gente que es fluente en otros idiomas, como alemán, italiano, dialecto indígenas y otras lenguas.
VISA Y DOCUMENTACIÓN:
La visa es el documento concedido por las Representaciones Consulares de Brasil en el exterior que posibilita el ingreso y estadía de extranjeros en el territorio brasileño.
Para la entrada y permanencia en Brasil, los ciudadanos de países integrantes del Mercosur no necesitan la visa, sólo es necesario presentar el documento de identificación vigente. Ciudadanos de Australia, Canadá, Estados Unidos, Japón y Unión Europea también poseen exención de la visa para ingresar en el territorio brasileño y deben presentar solamente el pasaporte vigente.
La visa de visita se puede conceder para viajes de ocio, negocio, tránsito, así como realización de actividades artísticas o deportivas. La permanencia no debe ser superior a 90 días.
¿NECESITO VISADO?
Para saber si necesitas la visa para ingresar a Brasil, puedes consultar el Portal Consular.
La política de visas de Brasil se basa en el principio de reciprocidad. Esto básicamente significa que la mayoría de los países que requieren la visa de ciudadanos brasileños para ingresar a sus territorios también necesitarán una visa para viajar a Brasil. Según la actual ley de inmigración brasileña (Ley 13.445/2017), la exención de visas sólo puede ser otorgada por las autoridades brasileñas en forma recíproca y mediante entendimiento mutuo sobre el asunto, excepto en las circunstancias descritas en el Decreto 9.731/2019. Brasil, actualmente, posee acuerdos bilaterales de exención de visa con aproximadamente 90 países.
¿DÓNDE SOLICITAR EL VISADO?
Itamaraty (Ministerio de Relaciones Exteriores) es el órgano del Gobierno Brasileño responsable por otorgar visas, lo que se hace en las Embajadas, Consulados-Generales, Consulados y Viceconsulados de Brasil en el exterior.
Ciudadanos de otros países que desean obtener la visa para viajar a Brasil deben contactar las Representaciones Consulares Brasileñas en su país para más informaciones sobre la solicitud.
RED AÉREA
IBÉRIA
MAD – GIG
LATAM
MAD – GRU
BCN – GRU
TAP
MAD – NAT
BCN – NAT
LIS – NAT
SALUD
Los servicios públicos de salud en Brasil son gratuitos para los turistas extranjeros. Por lo tanto, si necesitas atención médica, tienes un accidente o tienes algún problema de salud, puedes llamar gratuitamente por el SAMU
Servicio de Asistencia Móvil de Urgência (Samu): 192
Cuidados Básicos
• Brasil es un país de clima tropical, por eso, se recomienda que se mantenga siempre hidratado bebiendo bastante agua.
• Lleva trajes frescos y cómodos, además de protegerse del sol con sombrero o gorra, gafas de sol y bloqueador solar. Evita la exposición directa al sol entre las 10h00 y las 16h00.
• Brasil sigue adoptando todos los protocolos de seguridad para la prevención del COVID-19, así, colócate una mascarilla e higieniza las manos con agua y jabón o alcohol 70%, principalmente tras usar el transporte público y visitar atractivos con mucha gente.
Vacunas
Para entrar en Brasil no se hace obligatorio vacunarse contra cualquier tipo de enfermedad. Sin embargo, hay áreas en el país con Recomendación de Vacunación (ACRV), donde se recomienda vacunarse contra la fiebre amarilla antes de la visita.
Brasil ha invertido cada vez más en la seguridad pública, lo que viene fortaleciendo la seguridad en los destinos turísticos. Los viajeros que tienen ganas de visitar el país, pueden hacerlo con tranquilidad.
El Ministerio del Turismo está creando el ‘Turismo Seguro’, un programa nacional de seguridad turística direccionado para los diversos ejes de actuación, para que disfrutes de las maravillas y encantos que solo tiene Brasil.
En caso de ocurrencias, el país posee comisarías por todo el territorio nacional. En la gran parte de las capitales también hay comisarías especializadas para la asistencia al turista. Caso estés en alguna ciudad que no posee una Comisaría de Asistencia al Turista, puedes registrar la ocurrencia en cualquier comisaría de policía de la ciudad. Así tenemos más cuidado y seguridad para los turistas que vengan a disfrutar de Brasil.