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Ya en otoño tiene lugar el estupendo Festival de Folklore do Algarve, en distintas localidades, mientras que la villa de Monchique celebra la Feira de Outubto, con mercados, puestos y exposiciones.

La estampa que ofrece el pueblo de Carvoeiro, situado en el privilegiado enclave del Algarve portugués (la zona del sur de Portugal que linda con Andalucía, y que se extiende a lo largo de la costa atlántica hasta el Cabo de San Vicente), es difícil de olvidar. Mientras que en otros lugares turísticos de costa los edificios de apartamentos y hoteles saturan la superficie, convirtiendo lo que antes era un bello paraíso en un hormiguero humano, hasta ahora Carvoeiro parece haber tenido más fortuna (o más inteligencia) y aún conserva gran parte de su encanto marinero. Las casas de esta preciosa villa cuelgan literalmente sobre el Atlántico, ubicadas encima de un escarpado acantilado del cual descienden sus calles. Son casitas en su mayoría blancas, de poca altura y decoradas en ocasiones con detalles rojos, anaranjados y azules que incrementan su pintoresco sabor. Al pie de la población se extiende uno de sus mayores atractivos: la Playa de Carvoeiro, de arena suave y dorada y que constituye un lugar perfecto para disfrutar del sol y del mar.

Si en algo se diferencia Carvoeiro de otras localidades cercanas del Algarve, como Faro o Portimao, es por su tranquilidad. Quienes busquen bullicio y turismo a tope harán bien en dirigirse a otros lugares... Si bien en verano la presencia de viajeros y turistas es habitual, Carvoeiro se ve menos atestado por las multitudes al no contar con tantos resorts como las poblaciones antes mencionadas. La tranquilidad de las noches en Carvoeiro es maravillosa, aunque quienes busquen también la animación nocturna no tendrán más que acercarse a vivirla a tope a cualquiera de las poblaciones más turísticas del Algarve. Las compras y el ocio también se encuentran en destinos cercanos, lo que hace que Carvoeiro sea el centro de operaciones perfecto para unas vacaciones en el Algarve.

La costa que rodea a la villa no es sólo playas. Es posible realizar preciosas rutas a pie, entre la naturaleza del Algarve y el magnífico océano Atlántico, y llegar así a lugares impresionantes como el Cabo Carvoeiro y su Faro o Algar Seco, una formación rocosa con cuevas y escalones excavados en piedra que descienden por el acantilado. Las rutas en barco también son una excelente opción, además de constituir la única forma de visitar algunas playas y rincones de belleza increíble. Es posible realizar trayectos en embarcaciones de pesca particulares o bien zarpar a bordo de alguno de los barcos que organizar tours, con comida y animación incluidas. Practicar distintos deportes es otra de las posibilidades de ocio que ofrece esta bella población y su entorno: desde los tres campos de golf cercanos hasta el Club de Ténis de la localidad, pasando por los clubs de buceo y submarinismo (uno de ellos presente en la misma playa de Carvoeiro) o por el alquiler de embarcaciones, las opciones son muchísimas. Y para rematar nuestras vacaciones con un broche de oro, no hay que olvidar que la gastronomía del Algarve nos ofrece sus deliciosas recetas y productos: pescados, mariscos, hortalizas y dulces que son un regalo para los sentidos.

Mientras que en otros lugares turísticos de costa los edificios de apartamentos y hoteles saturan la superficie, convirtiendo lo que antes era un bello paraíso en un hormiguero humano, hasta ahora Carvoeiro parece haber tenido más fortuna y aún conserva gran parte de su encanto marinero.

La tranquilidad de las noches en Carvoeiro es maravillosa, aunque quienes busquen también la animación nocturna no tendrán más que acercarse a vivirla a tope a cualquiera de las poblaciones más turísticas del Algarve.