Introducción
A comienzos de los años 90, el emirato de Dubai —uno de los siete que conforman los EAU— no pasaba de ser un paraje desértico que daba cabida a unos pocos edificios dispersos y anodinos. Sin embargo, apenas dos décadas después, la zona se ha convertido en el mejor parque temático del petrodólar. O lo que es lo mismo: en un delirante capricho urbanístico inspirado por el lujo desmedido y la excentricidad. Sólo en este escenario podían darse cita el edificio y el hotel más altos del mundo, el primer hotel de siete estrellas del planeta, las islas artificiales más extensas del globo o un archipiélago artificial que reproduce fielmente el mapamundi. Así es Dubai: un hervidero de excesos que ha inspirado un espectáculo impensable en cualquier otro punto de la geografía internacional.
De pasado persa, las primeras alusiones históricas a Dubai se remontan al año 1587, momento en el que el mercader veneciano Gaspero Balbi advirtió que la zona albergaba una importante actividad comercial por lo que se refiere a la extracción y la venta de perlas. Unos orígenes, por tanto, que ya parecían presagiar la suntuosidad que envolvería a este territorio emiratí en la actualidad. Ya en 1892, Dubai pasó a ser un protectorado británico, en un intento de evitar las incursiones de la flota otomana, situación que se prolongó hasta 1971. No obstante, el hallazgo de petróleo en la zona, acaecido en 1966, abriría las puertas para una fuerte de ingresos que transformaría la economía y la fisonomía de la zona. Ésta fue especialmente intensa a partir de los años 90, aunque a finales de la década pasada adquirió un impulso renovado, truncado a partir del 2008 a causa de la crisis inmobiliaria.
En la actualidad, la extensión de Dubai es de 4.114 km² y su población se situaba en el 2008 en 2.262.000 habitantes, procedentes mayoritariamente del sureste asiático y por lo general de confesión islámica. El área urbana se divide en dos sectores claramente diferenciados: Deira, en el norte, y Bur Dubai, en el sur. Pese a que el emirato dispone de metro y monorraíl, el vehículo privado constituye el medio de transporte más ágil para desplazarse por ambas zonas.
Pese a sus elevadas temperaturas, propias de su ubicación geográfica, se recomienda no vestir ropas ajustadas fuera de las playas privadas y de los complejos hoteleros.
El idioma oficial es el árabe, pese a que también se hablan el inglés, el alemán, el urdu, el tamil, el persa y el tagalo. En cuanto a la moneda en curso, ésta es el dirham (un euro equivale aproximadamente a 4,6 dirhams).
Para entrar Dubai, únicamente se necesita disponer de un pasaporte con una vigencia superior a seis meses. En el caso de los turistas españoles, no se requiere visado. Sin embargo, si la estancia es superior a 30 días, será necesario abonar 500 dirhams en el Departamento Federal de Inmigración de Abu Dhabi para prolongar la estancia durante otro mes natural. Por otro lado, no hay ninguna vacuna obligatoria.
En lo que atañe a la contratación de vuelos a Dubai, hay que tener presente el emirato cuenta con dos aeropuertos: el Aeropuerto Internacional de Dubai, provisto de tres terminales, y el Al Maktoum International Airport, inaugurado en el 2010. Conviene recordar que desde las principales ciudades españolas se pueden encontrar vuelos sin escalas a Dubai a partir de unos 400 euros por trayecto.
A la hora de reservar hoteles en Dubai, huelga decir que el emirato acoge un nutrido abanico de establecimientos de gran lujo. Pese a todo, la oferta se completa con hoteles de precio más asequibles, aunque suelen ofrecer un servicio plenamente adaptado a las exigencias del público occidental.
A comienzos de los años 90, el emirato de Dubai no pasaba de ser un paraje desértico, sin embargo, apenas dos décadas después, la zona se ha convertido en un delirante capricho urbanístico inspirado por el lujo desmedido y la excentricidad.
A la hora de reservar hoteles en Dubai, huelga decir que el emirato acoge un nutrido abanico de establecimientos de gran lujo. Pese a todo, la oferta se completa con hoteles de precio más asequibles.
Pese a sus elevadas temperaturas, se recomienda no vestir ropas ajustadas fuera de las playas privadas y de los complejos hoteleros. El idioma oficial es el árabe, pese a que también se hablan el inglés, el urdu, el tamil, el persa y el tagalo.