Fiestas religiosas, fiestas populares, eventos internacionales en Casablanca
Festividad del Trono
El día 30 de julio, tiene lugar la fiesta civil más importante del país. Canciones, bailes, desfiles, fuegos artificiales, una gran animación en todo el país.
Ciudad histórica y cosmopolita
Capital económica y comercial de Marruecos "Addar al-baïda" (su nombre en árabe clásico) es también el símbolo del Marruecos moderno y cosmopolita.
Esta hermosa ciudad que se encuentra a tan sólo 80 Km. al sur de Rabat, capital política de Marruecos, congrega a más del 10% de la población marroquí.
El puerto de Casablanca es el más grande del país y ocupa el 4to. lugar por su importancia en el continente africano, esto le permitió a la ciudad, fundamentalmente a partir de principios del siglo XX, conocer un gran desarrollo. En la actualidad la ciudad reúne el 60% de las empresas del país y su consumo de energía representa el 30% del total del consumo del país.
Sin embargo, Casablanca no ocupa idéntico lugar predominante en la historia de Marruecos.
Antes de la instauración del Protectorado francés, la ciudad prácticamente no contaba para nada.
Al principio de su historia, en siglo XVII, Casablanca era, probablemente, una colonia fenicia. Su fundación oficial no se produce hasta el siglo XII cuando ya era un activo puerto llamado "Anfa" que comerciaba los productos de la región.
Ocupada sucesivamente por Berberes, Almorádives y Almohades, no es hasta el siglo XIV que el pequeño puerto comienza a parecerse a una ciudad. Es en ese período que los Merinidas construyeron una mezquita y una medersa (escuela coránica).
Pronto la ciudad se convirtió en un refugio para los piratas, los portugueses la tomaron en el siglo XV y se supone que el nombre "casa blanca" se lo pusieron ellos ya que era lo único que divisaban desde el mar.
Casablanca también sufrió las terribles consecuencias del terremoto y posterior tsunami que afectó a Portugal, España y el norte de África en el año 1755 conocido como el "terremoto de Lisboa". En esa ocasión perecieron en Marruecos más de 10.000 personas.
En el año 1770, el sultán Mohamed Ben Abdallah hizo reconstruir la ciudad para evitar el regreso de los portugueses quienes la habían abandonado y le da el nombre de "Dar el Beida" cuya traducción literal es "la ciudad blanca".
En esa ocasión instaló tropas para la defensa y comenzó a desarrollar la actividad portuaria. Así, a principios del siglo XX, Casablanca se convierte en el primer puerto del país y comienza a poblarse.
En el año 1912, luego de la firma del tratado de protectorado con Francia, el mariscal Lyautey emprende obras en el puerto, fundamentales para el posterior desarrollo económico de la ciudad, desarrollo que hoy continúa. Como un visionario previó los problemas que iban a surgir con el incremento del comercio y la lógica población de la ciudad y contrató al arquitecto Henri Prost para implementar un plan de urbanización moderno respetuoso de la cultura marroquí.
Hoy, Casablanca es la ciudad más grande del Magreb y una de las más importantes del continente africano.
Sin embargo, desde el punto de vista turístico, no es Casablanca la ciudad donde se pueda respirar exotismo, no tiene una larga y antigua historia, ni un patrimonio en monumentos y sitios para visitar que nos transporte a tiempos remotos. Visitamos Casablanca para visitar una ciudad balnearia y moderna, no para conocer una medina tradicional, si bien hay muchos sitios que nos dejarán sorprendidos como la Plaza Mohamed V o la mezquita Hassan II.
La ciudad, cosmopolita, es un verdadero hormiguero de trabajo, comercio, negocios y contactos pero, sus habitantes saben detenerse, socializar y relajarse. Las playas de arena fina y un sol que no se apaga nunca dan alegría de vivir durante el día y la animada vida nocturna nos invita a pasar vacaciones inolvidables.
Casablanca goza de un clima mediterráneo, los veranos son húmedos, sin temperaturas extremas como en el interior del país y sus inviernos son breves (lluvias en noviembre y en marzo) con una temperatura mínima de 8°C y 17°C al mediodía.
El aeropuerto Mohamed V de Casablanca cuyo nombre oficial es "Mohammed V Airport" es frecuentado por 29 compañías aéreas que comunican la ciudad con más de 55 destinos internacionales, es el aeropuerto más importante del país y también recibe vuelos de bajo costo y vuelos domésticos. Este aeropuerto se encuentra ubicado en la localidad de Nouasseur a 30 Km. del centro de la ciudad y trenes, minibuses y taxis nos trasladan a la misma. Debemos considerar un viaje de 45 minutos en tren hasta el centro de la ciudad y un poco más en los otros medios de transporte. El aeropuerto también cuenta con el servicio de alquiler de coche de las grandes compañías internacionales y la A7 nos lleva directamente a la ciudad.
Viajar a Casablanca en coche es sencillo, sólo debemos cruzar el estrecho de Gibraltar en ferry desde el puerto de Algeciras hasta la ciudad de Tánger y luego, por autopista dirigirnos a nuestro destino, son 400 Km. que podemos salvar en 5 horas.
Pero, dependiendo del lugar de Europa en que iniciemos nuestro viaje, muchas veces no es aconsejable viajar desde largas distancias en nuestro propio coche ya que es un viaje muy largo y los trayectos a recorrer no ofrecen muchos servicios ni lugares donde poder relajarnos y descansar. La ventaja de realizar el viaje en nuestro coche radica en que es la solución más económica si nuestras vacaciones son en familia y por un período largo.
También podemos llegar al puerto de Tánger como pasajeros sin coche desde Algeciras, Gibraltar o desde la ciudad de Barcelona. Desde el puerto de Tánger podemos llegar hasta el centro de la ciudad a pie, ya que es muy cerca. También podemos realizarlo en taxi, o en tren (hasta Morora, a 4 Km. del centro) o en autobuses hasta la Gare Routière (Terminal de autobuses) que se encuentra en el sur de la Ciudad Nueva (Cité Nouvelle) y desde allí proseguir nuestro viaje a Casablanca.
También hay autobuses que nos conducen directamente desde el puerto de Tánger hasta el puerto de Casablanca. Muchos ferrys parten hacia el puerto de Tánger desde otros puertos de España, Francia e Italia pero el viaje puede llegar a durar más de un día. También están los catamaranes que cruzan el mediterráneo en pocas horas desde muchos puertos del continente europeo.
Viajar a Casablanca en tren desde Europa es posible también haciendo trasbordo en la ciudad de Algeciras en el sur de España, donde también se cruza el Mediterráneo en ferry y se hace directamente trasbordo en la estación de trenes de Tánger hacia Casablanca.
Parten numerosos trenes al día y debemos considerar un trayecto de aproximadamente 6 horas. La red ferroviaria de Marruecos es excelente y existen dos clases pero, para los turistas sólo se expenden billetes para la primera clase. También desde numerosas ciudades españolas se puede viajar a Casablanca en autobús. Con este medio de transporte también cruzamos el mediterráneo en ferry y luego, sin realizar transbordo continuamos nuestro viaje hacia Casablanca.
Casablanca brinda todo el tipo de alojamiento que podamos pensar, es un destino turístico por sus playas, es un destino de negocios, es un destino bohemio por su historia y también es un destino económico pensando en su proximidad con Europa y sus precios módicos con respecto a otras playas del Mediterráneo. Hoteles boutique de diseños deslumbrantes para una escapada romántica, apartamentos y casas para alquilar si vamos a quedarnos un buen tiempo o si viajamos con niños, hoteles súper lujosos, hoteles de todas las categorías para la enorme cantidad de personas que se acercan a Casablanca por cuestiones de negocios o trabajo.
Existe una gran variedad de alojamientos económicos reservados a los jóvenes que no buscan ni el confort ni la pulcritud y alojamientos de lujo para los turistas atraídos por las playas y el encanto de la ciudad. Son más raros los hoteles de una o dos estrellas, sin embargo hay una buena oferta de hostales que brindan desde habitaciones privadas hasta dormitorios comunitarios y siguen los estándares europeos, no presentan límites de edad y que también albergan familias, sus precios son mucho más módicos que los hoteles y sus prestaciones son muy buenas, otros hoteles económicos son antiguos, no muy limpios y albergan por lo general pasajeros marroquíes (es conveniente que en estos hoteles observemos los sanitarios antes de cerrar trato).
Los albergues internacionales para la juventud adheridos a la Federación Internacional sólo admiten huéspedes con la carta de membresía.
Las "Riads" son antiguas casas señoriales que se reciclaron como pequeños hoteles, con apenas 4 ó 5 habitaciones, muchos son realmente exclusivos y otros pueden ser abordados por presupuestos no tan holgados.
El alojamiento en casas de huéspedes puede ser una experiencia muy enriquecedora ya que podemos empaparnos de las costumbres y la cultura marroquí, además de disfrutar de la hospitalidad de su gente podemos acceder a un alojamiento confortable y económico (debemos ser prudentes con aquellos que nos ofrecen este tipo de alojamiento en las zonas turísticas o estaciones de trenes o autobuses y ver el lugar antes de negociar el precio). Podemos acceder a hoteles de 4 y 5 estrellas por tarifas desde 60 y 150 €.
Con respecto al servicio de camping, los mismos abren y cierran por lo que no se puede tener una idea precisa hasta el mismo momento en que uno llega a la ciudad, no obstante, en Marruecos -y Casablanca no escapa a las generales de la ley- es posible acampar o aparcar una caravana en zonas acondicionadas, sin embargo debemos tener cuidado porque la seguridad no está garantizada. La talasoterapia, la balneoterapia y todas las formas antiguas y modernas de tratamientos para la relajación y el bienestar son una oferta corriente, no sólo en institutos especializados, sino también en muchísimos hoteles de Casablanca.
En la actualidad la ciudad reúne el 60% de las empresas del país y su consumo de energía representa el 30% del total del consumo del país.
Visitamos Casablanca para visitar una ciudad balnearia y moderna, no para conocer una medina tradicional, si bien hay muchos sitios que nos dejarán sorprendidos como la Plaza Mohamed V o la mezquita Hassan II.