Vuelos baratos a Venecia

La atmósfera y la luz especial que baña Venecia fueron plasmadas en numerosas películas, pinturas, documentales, fotografías pero, sólo viviéndola se puede comprender lo especial que es. Venecia no ha dejado de seducir a todos los viajeros del mundo.
No se sabe a ciencia cierta cuando comenzó a construirse esta ciudad maravillosa. Los habitantes del Véneto comenzaron a refugiarse en los islotes para huir de las invasiones bárbaras del siglo V y recibió aún más habitantes a raíz de la invasión a la región por parte de los lombardos, un siglo más tarde.

Llegar a Venecia en avión desde muchas ciudades es posible, el aeropuerto internacional Marco Polo recibe vuelos internacionales y domésticos, también se encuentra cerca de la ciudad el aeropuerto San Angelo-Treviso que recibe vuelos chárter a precios increíbles servidos por las empresas Ryanair, Myair, Alpieagles.
Si nuestro vuelo llegó al aeropuerto Marco Polo, los autocares ATVO nos llevan a Piazzale Roma en 20 minutos con salidas programadas cada media hora. Los autobuses ACTV, línea 5, tarda un poquito más que el servicio de autocares en llegar a Piazzale Roma ya que tiene paradas intermedias y la línea 15 nos deja en la estación de trenes de Mestre, desde donde se puede tomar el tren a la estación Santa Lucia, en el centro de Venecia, cada 30 minutos.

El turismo en Venecia comienza antes de llegar, si no llegamos por tren a la estación Santa Lucia, la única forma es a través del Gran Canal y a la Piazza San Marco. Aún no llegamos a la ciudad y ya comenzamos a descubrirla con mirada de turistas, lo que se dice, no perder ni un minuto. No importa nuestro cansancio, navegar el Gran Canal e ir descubriendo los palacios que bordean la laguna será el viaje en "autobús" más hermoso de su vida.

Piazza San Marco: esta plaza, quizás la más famosa del mundo, fue el corazón de la vida política de la República de Venecia, recibe a diario la visita de miles de turista y de cientos de palomas, la plaza está conectada a la laguna por la "piazzeta", en esta plazoleta se encuentra la mole o Molo, dos columnas enormes que sostienen las estatuas de San Teodoro, antiguo patrón de la ciudad y el león alado de San Marcos.