Ginebra es una de las ciudades más importantes de Suiza y un destino único en el que vivir unas vacaciones inolvidables, ya que cuenta con un amplio abanico de atractivos turísticos y una vibrante vida local que te encandilarán.
Puedes comenzar el recorrido por su bonito centro histórico, “Vielle Ville”, de callejuelas empedradas, bonitos edificios de piedra y un fuerte ambiente medieval. En él, no puedes dejar de visitar la Catedral de San Pedro, que desde lo alto ofrece unas vistas panorámicas increíbles de la ciudad y el lago Lemán; y su plaza Bourg-de-Four, con una incesante actividad diurna y nocturna en sus cafés, restaurantes y tiendas.
Si quieres seguir descubriendo su historia, dirígete al Muro de los Reformadores, con estatuas gigantes y bajorrelieves de los protagonistas de la Reforma: Jean Calvin, Guillaume Farel, Théodore de Bèze y John Knox.
Uno de sus principales iconos es la fuente de Jet d’Eau, una de las más grandes del mundo, cuyo chorro de agua alcanza los 140 metros de altura, pudiendo admirarse desde cualquier punto de la ciudad. Merece la pena visitarla por la noche, ya que se ilumina de diferentes colores haciendo que sea aún más especial.
En el Jardín Inglés se puede observar la belleza del lago de los cisnes, con la fuente de Jet d’Eau como telón de fondo. En él también se encuentra el gran Reloj de Flores, haciendo honor a la gran tradición relojera del país, así como más de 12.000 flores.
Sin duda alguna, ¡Ginebra te sorprenderá!