El Valle del Loira es un paisaje cultural clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 2000. Sigue en parte la ruta del Valle del Loira y se extiende a lo largo de 280 km, desde Sully-sur-Loire (Loiret) hasta Chalonnes-sur-Loire (Maine-et-Loire). El perímetro clasificado por la Unesco incluye ciudades históricas como Orléans, Blois, Amboise, Tours, Chinon, Montsoreau, Saumur y Angers. El valle del Loira se caracteriza por la combinación de varios elementos.
El Loira, la tierra del Loira que alimentó las vides y dio origen a los vinos del Loira, y los hombres que han construido una identidad cultural del Loira a lo largo de la historia. La toba calcárea, o tuffeau, es la piedra emblemática del Valle del Loira, tan característica de sus monumentos, ciudades y pueblos. Descubre también las casas cueva, o troglodíticas, típicas del Loira, que ahora se han convertido en museos, cultivos de setas, bodegas y modernas casas de bajo consumo energético. Antes de que surgieran los puentes y los ferrocarriles, el transporte fluvial en el río Loira mantenía una intensa actividad comercial. Hoy en día, las toues y gabarras que se pueden ver en el río son turísticas: paseos en barco, observación de la fauna y flora, alojamientos insólitos. El Valle del Loira es conocido como el “Jardín de Francia”.
Los más famosos son los Jardines de Villandry, verdadero símbolo de los jardines renacentistas. También son dignos de mención los jardines del Castillo de Chenonceau, los jardines del Castillo de Cheverny, la fantasía de los jardines del Castillo del Rivau y los jardines del Castillo Real de Amboise, con sus bolas de boj delicadamente talladas. El Valle del Loira también es una tierra de huertos y vergeles y la tercera región vitivinícola más grande de Francia. Destaca por el gran número de bodegas ecológicas certificadas.
La variedad de tipos de uva y suelos da lugar a vinos muy diferentes: blancos, tintos o rosados, espumosos, secos, semisecos, tánicos o afrutados. Los mercados regionales son todo un deleite para los ojos y el paladar. En 2020 el Valle del Loira celebró el 20º aniversario de su declaración como Patrimonio de la Humanidad por sus “paisajes culturales vivos”.