Existe una joya escondida en América Central que aún no ha sido completamente descubierta: Nicaragua. Su rica cultura, sus paisajes impresionantes y la calidez de su población cautivan a cualquiera, a lo que se suma su excelente situación entre el océano Pacífico y el mar Caribe, que proporciona experiencias para todos los gustos.
Granada, una de las ciudades más antiguas de América y todo un must en el país. Destaca por su arquitectura colonial bien conservada, en la que sus calles empedradas y coloridas fachadas crean un ambiente encantador, mientras que el lago Cocibolca, el más grande de Centroamérica, proporciona un telón de fondo espectacular.
Los amantes de la naturaleza no se pueden perder la Isla de Ometepe, un verdadero tesoro natural ubicado en el Gran Lago de Nicaragua y conformado por dos volcanes gemelos: Concepción y Maderas. La isla alberga una biodiversidad única donde es posible disfrutar de selvas tropicales y playas vírgenes.
La Reserva de la Biosfera Río San Juan es otro de los atractivos ineludibles del país, con una gran diversidad de aves y vida silvestre. Y en cuanto a playas imperdibles, destaca San Juan del Sur en la costa del Pacífico, un paraíso surfero con olas magníficas y atardeceres de ensueño.