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Las vacaciones en cruceros están cada vez más de moda y, entre tanta competencia, la industria se esfuerza por sacar nuevos y más excitantes itinerarios, barcos más descomunales y precios más asequibles. Una nueva generación de líneas de cruceros han convertido los barcos de recreo en suntuosos palacios flotantes al extremo de que en la mayoría de los casos el barco es el principal destino de la expedición. Pero, aunque cada vez son más las maravillas que surcan los mares, si escoges el crucero equivocado el palacio flotante se te puede convertir en una jaula aburrida y odiosa. Por eso, a la hora de elegir un crucero a la medida de sus gustos y estilo, fíjate en los consejos que ofreceremos a continuación.

El proceso incluye contemplar detalles como por ejemplo, el tamaño del barco comparado con la cantidad de pasajeros que lleva a bordo, pues es un indicio de cuán llenas o solitarias estarán las áreas de recreo durante la travesía. Posiblemente una pareja de recién casados preferiría estar más retirada y tranquila, en cambio, los solteros, mientras más caras nuevas puedan ver, escoger y conocer, mejor la pasarán. Si lo que más te interesa son los países que vas a visitar, no será muy conveniente un mega crucero, pues éstos se concentran más en las actividades en el propio barco que en los puertos de su itinerario. Incluso, en algunos la diversión no tiene fin, pues tienen actividades, fiestas y eventos que cubren las 24 horas del día. Si lo que buscas es conocer otros países con suficiente tiempo como para hacer pequeñas expediciones, ir de compras, disfrutar algún evento cultural o probar la cocina local, el mega crucero no es lo más adecuado. Hay una gran diferencia entre las aventuras a bordo y las aventuras en tierra.

Hay itinerarios que combinan con cierto balance los dos estilos y buscando información con anticipación podrás encontrar el crucero que está hecho a tu medida. Lo primero que debes hacer es obtener los folletos de propaganda de diferentes líneas. Estos son algo más que fotos preciosas y gente muy feliz plasmada en papel brillante. En las fotos, debes fijarte en las edades e indumentaria de la gente pues, aunque son modelos, representan una muestra del tipo de turista al que está orientado el viaje que se está promoviendo. Así podrás enfocar hacia el barco que se amolde mejor a tu estilo de vida. Los barcos se dividen generalmente en cinco categorías.

Intimo: hasta un máximo de 250 pasajeros

Pequeño: entre 250 y 500 pasajeros

Mediano: de 500 a 1.000 pasajeros

Grande: 1.000 a 2.000 pasajeros

Mega crucero: más de 2.000 pasajeros

Si necesitas mucho espacio a tu alrededor, no te inclines por los pequeños buques donde estarás recibiendo codazos a cada rato por los pasillos. Por el contrario, si te gusta el ambiente íntimo y hogareño, en un barco grande te sentirás perdido, y un mega crucero será una tortura gigante.

Hay viajes que son ceremoniales, de etiqueta, y conllevan una serie de actividades a un nivel más alto, como tardes de té, champán en la playa, etc. Para estos cruceros es necesario llevar un atuendo elegante y es obligatorio trajes de color oscuro para los hombres y vestidos de noche o pantalones de vestir para las señoras, ya que hay actividades que lo requieren. Otros cruceros semiformales son un poquito más relajados y combinan actividades para pequeños grupos y dejan bastante tiempo libre para que cada cual desarrolle sus propios intereses. Las actividades en cruceros de categoría casual son los más populares y ofrecen muchos juegos, concursos de baile, competencias deportivas y espectáculos nocturnos. La agenda de actividades es intensa y extensa.

Volviendo a los folletos, fíjate también en las cabinas. Las fotos te darán una idea de la decoración y la distribución del espacio en el que vas a vivir por varios días junto a tu equipaje. Si no piensas pasar mucho tiempo en ella no tendrás que ser muy selectivo, pero es de esperar que para los que estén de luna de miel es un factor potencial. Los que no puedan apartarse del televisor, el DVD y el teléfono tendrán que pagar mucho más. Pero entonces, para qué montarse en un crucero, ¿verdad?... Sigamos con las cabinas. El tamaño y la ubicación de éstas es muy relativo. Por lo general, las más pequeñas están en la parte más baja del barco. Las grandes y las suites, que usualmente cuentan con salitas de estar y tal vez un jacuzzi, están ubicadas en los pisos altos, cerca de cubierta. Pero algunas de estas últimas podrían tener la vista de la ventana bloqueada por los botes salvavidas.

Si te preocupa el movimiento del barco y tiendes a marearte, recuerda que la parte frontal y trasera de los barcos se mueven hacia arriba y hacia abajo cuando hay marejadas con más velocidad que el centro. El momento de reservar el crucero de tus sueños también es importante. Lo mejor es empezar a hacerlo un año antes de la fecha para tener una gama más amplia para escoger lo que concuerda más con tu estilo de vida y de vacaciones. Algunos pasajes incluyen el billete de avión cuando es necesario, pero si no lo incluye, algunas líneas de cruceros se encargan de tramitar la reserva. Sin embargo, la mayoría de las veces resulta mejor que te ocupe tú mismo de reservar el avión y buscar el precio más adecuado.