Villa Cicolina

“Un jardín entre cipreses”

Maravillosa. Así se puede calificar mi estancia en Villa Cicolina. Mi novia y yo pasamos allí cinco noches inolvidables durante nuestro viaje por la Toscana. Desde el primer momento, Villa Cicolina nos fascinó con sus rincones ocultos y mágicos. Una piscina, con jacuzzi incluido, con unas impresi... Más

Maravillosa. Así se puede calificar mi estancia en Villa Cicolina. Mi novia y yo pasamos allí cinco noches inolvidables durante nuestro viaje por la Toscana. Desde el primer momento, Villa Cicolina nos fascinó con sus rincones ocultos y mágicos. Una piscina, con jacuzzi incluido, con unas impresionantes vistas del Valle de Orcia, una pequeña capilla religiosa, una cabañita para relajarse en cualquier momento... Y todo rodeado por jardines muy cuidados y muchas flores, lo que impregna al hotel de un olor muy agradable, el típico de la Toscana. Habíamos reservado una Classic Room pero cuando llegamos nos sorprendieron con un upgrade gratuito a una Junior Suite. Todo un detalle por su parte. Nuestra nueva habitación fue en su época una antigua vaquería con su abrevadero incluido y ahora es una espectacular Junior Suite con su Wifi, su cocina, su salón con televisión de plasma y chimenea, una cama muy cómoda y un baño muy amplio. Cada dos o tres días nos ponían flores frescas en el salón de la habitación. La verdad es que no nos podemos quejar de nada. Todo fue perfecto. Cenamos las cinco noches en el restaurante de Villa Cicolina. Y tengo que decir que todas las cenas fueron espectaculares. A un precio de 33 euros por persona (bebidas no incluidas), cada noche disfrutábamos de tres platos (uno con verduras, otro de pasta y otro de carne) y para finalizar el postro. Todo muy casero, todo recién hecho, todo riquísimo. Además, el hotel dispone de una amplia bodega y de su propio vino (9 euros por botella). El desayuno era tipo buffet. Muy variado y todo casero: bizcochos, quesos, jamón, mermeladas, zumos, cereales, fruta, huevos... Hay de todo. El personal de Villa Cicolina fue encantador y siempre atento. Especial mención para Sayed, que nos atendió muy bien a nuestra llegada, Enrico, el camarero por estar tan pendiente de nosotros durante las cenas, y el jardinero del hotel que nos explicó dónde estaba Cortona y demás pueblos mientras disfrutábamos de las vistas del hotel desde la piscina. El último día tuvimos un pequeño incidente a la hora de pagar ya que la máquina rechazaba todas nuestras tarjetas, algo que nos hizo sentir un poco incómodos. Finalmente, se solucionó aunque creo que fue más bien un problema del hotel porque luego pudimos pagar con esas mismas tarjetas en diferentes tiendas por la Toscana. Tengo claro que volveré a ir a Villa Cicolina en un futuro y se lo recomiendo a todo aquel que visite la Toscana. Un lugar mágico, un jardín escondido entre cipreses.

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“Imperdible! La Toscana a pleno!”

Un ambiente encantador. Hermosas las instalaciones, desde que entramos respiramos la Toscana tal como la habíamos soñado....un ambiente familiar, unos desayunos inigualables con cantidad de panes y dulces caseros....unas vistas impagables y una excelente ubicación. Esta estadía nos cambió el rest... Más

Un ambiente encantador. Hermosas las instalaciones, desde que entramos respiramos la Toscana tal como la habíamos soñado....un ambiente familiar, unos desayunos inigualables con cantidad de panes y dulces caseros....unas vistas impagables y una excelente ubicación. Esta estadía nos cambió el resto del viaje, ya que decidimos quedarnos mas dias en este lugar y resignar el resto del recorrido para otro viaje....en fin, sumamente recomendable!!!!

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“Gema oculta”

Hermosa ubicación con una vista impresionante desde su hermosa piscina. Las habitaciones eran un poco rústicas pero muy limpias y espaciosas y el aire acondicionado funcionaba muy bien. El menú era limitado pero de muy buena calidad. El personal era amable y eficiente. La única desventaja era el ... Más

Hermosa ubicación con una vista impresionante desde su hermosa piscina. Las habitaciones eran un poco rústicas pero muy limpias y espaciosas y el aire acondicionado funcionaba muy bien. El menú era limitado pero de muy buena calidad. El personal era amable y eficiente. La única desventaja era el acceso a Montepulciano, donde el uso del coche era esencial a pesar de estar a solo 2 km de distancia.

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