Flying L Ranch Resort

“Experiencia fantástica con 60 años entre visitas”

Si estás buscando algo negativo, no busques en esta reseña. No hay nada que pueda decir honestamente que no sea positivo. Mi familia fue aquí en 1964, y cuando mi esposa y yo estábamos buscando cosas que ver con nuestro nieto, me encontré con su sitio web. Llevamos a nuestro nieto aquí para una e... Más

Si estás buscando algo negativo, no busques en esta reseña. No hay nada que pueda decir honestamente que no sea positivo. Mi familia fue aquí en 1964, y cuando mi esposa y yo estábamos buscando cosas que ver con nuestro nieto, me encontré con su sitio web. Llevamos a nuestro nieto aquí para una estancia de tres días - dos noches en junio, y hacer algunos recuerdos que espero que tenga cuando tenga mi edad. Lamentablemente, no fuimos a caballo, pero de nuevo, lo usaré como excusa para el viaje del próximo verano! Todo el personal, desde la recepción a la cafetería a Buck, (de quien hablaré más adelante) , era amable, cortés y servicial. Todos se apresuraron a hacer sugerencias sobre cómo maximizar nuestro tiempo allí, ¡y tenían razón cada vez! La cabaña, aunque pequeña, estaba muy limpia y cómoda. El mobiliario era de madera maciza y rústico occidental, como era de esperar. La vista desde el porche delantero, (ver anexos) , era preciosa, viendo el primer green del campo de golf delante, y montañas/colinas al Norte. (¡Esas son montañas si creciste en el sureste de Texas!) Las actividades en las que participamos, sin costo adicional, fueron la piscina, putt - putt golf, ping pong, paseo en carreta y s'mores en la fogata por la noche. Cosas que nos perdimos, que también habrían sido sin costo, incluyeron voleibol, baloncesto, tenis, cornhole, pickleball, shuffleboard y herraduras de caballo. Si no puedes encontrar algo agradable que hacer aquí, estás deformado o no lo estás intentando. ¡Ahora a Buck! Buck era el vaquero / director de entretenimiento que conducía el tractor para el viaje en carreta, gestionaba el incendio y proporcionaba los suministros para los s'mores, y proporcionaba toda la información sobre el rancho. Nos dio un recorrido por el Pilots Lounge el segundo día, y la historia de ese lugar fue increíble. Además de todo eso, él y mi nieto parecían convertirse en mejores amigos casi inmediatamente. Era tan bueno con los niños como cualquiera que haya visto en mis 67 años. Cuando nos fuimos, parecía que éramos parte de su familia, o él era parte de la nuestra... ¡Bueno, tal vez ambos! Definitivamente vamos a volver aquí, y sugeriría que cualquier persona con niños que necesitan salir y apreciar los tiempos más viejos ir también.

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