Hotel Post

“Gran hotel”

Acabo de regresar de esquiar y tengo muy pocas quejas sobre el Hotel Post, la queja que tengo es que no hay suficientes asientos/bancos en la sala de esquí. Pero, para ser sincero, nunca había que esperar mucho para conseguir un espacio. La habitación/hotel está muy limpio y no me puedo quejar de... Más

Acabo de regresar de esquiar y tengo muy pocas quejas sobre el Hotel Post, la queja que tengo es que no hay suficientes asientos/bancos en la sala de esquí. Pero, para ser sincero, nunca había que esperar mucho para conseguir un espacio. La habitación/hotel está muy limpio y no me puedo quejar de la comida y el personal. La ubicación es estupenda, justo en el centro del pueblo.

Menos

“Excelente hotel tradicional, convenientemente ubicado”

Un excelente hotel tradicional convenientemente ubicado para acceder a la red de ascensores de la calle Anton. Bien, algunos detalles. En primer lugar ubicación y entorno. El Hotel Post tiene una ubicación céntrica en la calle principal, libre de tráfico, lo que permite un fácil acceso al telesi... Más

Un excelente hotel tradicional convenientemente ubicado para acceder a la red de ascensores de la calle Anton. Bien, algunos detalles. En primer lugar ubicación y entorno. El Hotel Post tiene una ubicación céntrica en la calle principal, libre de tráfico, lo que permite un fácil acceso al telesilla Gampen y a las góndolas Galzig y Rendle, todo a cinco minutos a pie. Está justo en la zona central de las tiendas, bares, restaurantes y lugares de alquiler de esquís de la calle Antón, pocos hoteles están mejor ubicados. No hay acceso directo a las pistas de esquí, pero seamos realistas, pocos lugares en la calle Anton lo son, a menos que estés muy cargado y no esperes vistas amplias y panorámicas de las montañas. ¡No lo olvides, la calle Anton está en un valle profundo con laderas empinadas e imponentes de montañas justo en tu cara! El hotel en sí es muy bonito y muy tradicional: bien mantenido, limpio, cálido; muy cómodo y con mucho carácter. La recepción es luminosa y espaciosa, desde allí un ascensor conduce a todas las plantas (incluido el spa y la sala de botas), y la recepción accede al bar, al comedor y a los salones. El hotel cuenta con varios salones que ofrecen espacio para tomar el té de la tarde o puntos focales naturales al final de un largo día para relajarse, disfrutar de una bebida y conocer a otros huéspedes. El salón principal conectaba con el acogedor bar, con otro salón contiguo al otro lado. Nuestra habitación era perfecta para nosotros, de hecho bastante grande, con vistas al sur sobre la calle peatonal principal hacia los flancos del valle. Grandes ventanales y una puerta al balcón proporcionaban mucha luz (con cortinas pesadas para impedir la entrada de luz a la ciudad). Impecable a su llegada y con excelentes servicios de limpieza, permaneció así en todo momento. Cama cómoda, mucho espacio de almacenamiento (colgando vertical y horizontal), televisión con más de 160 canales, escritorio, sillas y un cómodo sofá. No se proporciona agua potable gratuita, pero el agua de la calle Anton se puede beber del grifo. El excelente baño también estaba impecable con bañera y ducha combinadas. Se proporcionaron artículos de tocador, toallas más que suficientes y siempre suficiente agua caliente. Lo único que echamos de menos fue una tetera y cosas para tomar té o café al final del día de esquí. Sé que se ofrecía el té de la tarde en el salón, ¡pero a veces es agradable ponerse el equipo de esquí! Usamos el spa (sin personal), con una piscina cubierta de tamaño decente, lo suficientemente grande como para estirarse y ejercitar las extremidades cansadas. Las salas de vapor y secas también fueron muy bienvenidas. Se ofrecen otros servicios, pero nos complace utilizar los que acabamos de describir. El cuarto de maletero está en la planta baja y se accede a él mediante el ascensor y un tramo muy corto de escaleras. A cada habitación se le asigna un casillero, asegurado electrónicamente, y luego una puerta asegurada electrónicamente desde el exterior de las escaleras en adelante. El cuarto de maletero estaba en muy buen estado y ciertamente estaba a la par de otros cuartos de maletero en nuestras experiencias. Como tenemos nuestros propios calentadores de maletero, no puedo comentar sobre el funcionamiento de los calentadores de maletero de la habitación (externos a las taquillas). Estábamos en régimen de media pensión. El desayuno estaba servido a partir de las 07:30. No llegarás temprano, ya que las puertas del enorme comedor están cerradas hasta las 07:30 en punto. El desayuno fue excelente. Muchos cereales, de hecho, mucho de todo para prepararnos para el día. La cena se celebró a partir de las 19:00, lo que nos convenía llegar temprano, ya que solíamos ser madrugadores. El menú fijo constaba de cuatro platos, seguidos de un buffet de ensaladas, con una opción principal de carne, pescado y vegetariana, seleccionada durante el desayuno para facilitar el servicio de la noche. Estuvimos muy satisfechos con cada plato que tomamos, realmente lo describiría como una buena cena. Finalmente el personal. Desde la llegada hasta la salida, el personal nos pareció magnífico. El personal de recepción fue profesional y amable y, por supuesto, es fundamental a la hora de establecer el tono, ya que las primeras impresiones realmente cuentan. El personal del bar siempre fue amable y atractivo, mientras que el comedor estaba bien atendido y parecía funcionar de manera eficiente (el hombre principal realmente estaba a cargo y mantuvo al equipo alerta dirigiendo el espectáculo). Y nuestra habitación estaba siempre limpia y renovada cuando regresamos de un largo día. Si has leído hasta aquí, ¡bien hecho! Sé que es una reseña larga, pero nos encantó nuestra estadía aquí y realmente queríamos hacerle justicia a este hotel.

Menos

“pura calidad de 4 estrellas”

Realmente tendría que empezar a recoger liendres si encontrara cosas que no me gustaran en el hotel Post. Tradicional 4 estrellas de calidad alpina. Todo es fácil, cómodo, eficaz y bien pensado. Gran desayuno (incluso algunas opciones sin gluten) con muchas opciones, habitaciones bonitas, cálidas... Más

Realmente tendría que empezar a recoger liendres si encontrara cosas que no me gustaran en el hotel Post. Tradicional 4 estrellas de calidad alpina. Todo es fácil, cómodo, eficaz y bien pensado. Gran desayuno (incluso algunas opciones sin gluten) con muchas opciones, habitaciones bonitas, cálidas y limpias, con bonitas vistas (tenemos vistas a la montaña). Camas y almohadas cómodas (se necesitaba una extra), temperatura controlada y un baño espacioso para colmo. Todas las comodidades esperadas (desde albornoces y zapatillas hasta gel de ducha) están disponibles. También debo señalar que todo el personal (desde el personal de limpieza hasta el personal de recepción) fue muy educado y servicial. ¿Mencioné que la ubicación también es excelente? A muy poca distancia a pie de 2 góndolas y de todos los restaurantes y bares del pueblo. Definitivamente regresaría (aunque el precio es un poco elevado como lo es casi todo en la calle. Anton)

Menos