Hoteles de 4 estrellas en Cala d'Or

Cala d'Or está a 15 kilómetros de Portocolom. Ha recibido diferentes denominaciones, Caló de ses Dones, Cala d'Hort y Cala d'Or. Este último topónimo ha dado nombre finalmente al complejo urbanístico y al enclave costero, también llamado "Ses Puntetes", el cual está salpicado de pequeñas calas hasta "Felanitx". Cala d'Or está flanqueada por roquedales de baja altura, termina en un arenal pequeño, coqueto, de grano fino, con poco desnivel y con el fin de aumentar las zonas de solarium se construyeron unas terrazas recubiertas con arena en su parte posterior. Los chalés de la urbanización quedan camuflados en la frondosidad de su pinar. Cala d'Or, es uno de los arenales más acogedores y protegidos del oleaje en Santanyí, tanto que tiene un cabo que se prolonga por delante de la línea de costa, lo que sirve de parapeto a esta playa, aunque provoca que desde la orilla no se dispongan de vistas al mar abierto. Las embarcaciones que visiten Cala d'Or podrán anclar sobre un fondo de arena y alga, a una profundidad de entre dos y tres metros, aunque esta maniobra se complica cuando haya algo de mar y vientos del este. A 0,2 millas marítimas se encuentra la instalación portuaria más cercana, Puerto Deportivo Marina de Cala d'Or. El acceso por carretera a Cala d'Or es sencillo, aunque si se llega con vehículo particular deberá aparcar por las calles de la urbanización, mientras que la parada de autobús más próxima está a unos 200 metros de la playa. Este hecho unido a la explotación urbanística de Cala d'Or, provoca una afluencia mediana de bañistas.
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Cala Esmeralda o Caló des Corrals está a 14 kilómetros de Portocolom. Recibe su nombre de la coloración verdiazul que adquiere su agua cuando inciden los rayos de sol sobre ella. Cala Esmeralda es un pequeño arenal, flanqueado por roquedales de baja altura, es una de las playas que forman parte de Cala d’Or que han recibido un trato urbanístico respetuoso, puesto que los establecimientos hoteleros, los bloques de apartamentos y las viviendas residenciales guardan una cierta distancia respecto de la cabecera de la playa. En Cala Esmeralda se ha mantenido parte de los pinares altos y se ha dado un poco más de espacio al bañista. De esta manera, se ha reducido el impacto visual de una primera línea saturada. Las condiciones subacuáticas de Cala Esmeralda son aptas para el calado de embarcaciones. Su fondo marino se sitúa entre los cuatro y los cinco metros de profundidad y se compone de arena y algas. A una milla marítima se encuentra la instalación portuaria más cercana, Port Esportiu Marina de Cala d’Or. El acceso por carretera hasta Cala Esmeralda es sencillo. Si el visitante local o turista apuesta por el vehículo particular para llegar a este destino, tan sólo se deberá seguir la señalización viaria que indica cómo llegar hasta el aparcamiento gratuito dispuesto en las inmediaciones de esta playa para sus visitantes. Si se opta por el transporte público, la parada de autobús más próxima está a unos 300 metros de Cala Esmeralda . Todo este conjunto de características hacen que Cala Esmeralda registre una afluencia masiva de bañistas.
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El Caló o Cala Gran está a 15 kilómetros de Portocolom. Recibe su nombre por ser la mayor de todas las calas que forman parte de Cala d’Or. Y por aquí desembarcaron las tropas moras que en el siglo XIV arrasaron por primera vez Santanyí. Cala Gran es una playa que se caracteriza por su estrechez, sus paredes acantiladas, su fina arena blanca, su frondoso pinar, la tranquilidad de sus aguas y sus fondeaderos de ensueño. La mejor zona para calar una embarcación en Cala Gran está en un entrante a estribor, antes de que comience a estrecharse la cala, sobre un fondo de arena y alga, a una profundidad que oscila entre cinco y 10 metros. El Caló Gran está más resguardado de los vientos del este, aunque la bocana esté abierta hacia estas corrientes. A 0,3 millas marítimas se encuentra la instalación portuaria más cercana, Puerto Deportico Marina de Cala d’Or. Este entorno natural lo comparten chalés bien integrados en el paisaje con varios hoteles grandes, situados en la parte trasera derecha de la playa, lo que convierte Cala Gran en la más construida de la zona. Esta doble explotación urbanística ha motivado una afluencia masiva de bañistas locales y turistas, los cuales se concentran a la orilla del mar, mientras que en la parte trasera desocupada se ha construido un parque infantil. A este hecho se debe añadir que el acceso por carretera es sencillo e incluso se puede llegar en autobús, cuya parada más próxima está a un centenar de metros de la playa.
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Caló de sa Torre está a 4,5 kilómetros de Cala d’Or y toma su nombre de una torre de defensa antigua, hoy en día semiderruida, levantada en el extremo de este territorio el año 1626 con la finalidad de avisar acerca de las incursiones piratas sarracenas. Caló de sa Torre está formada por dos calitas, separadas por una punta de rocas de altura baja, de arena fina y muy poca pendiente. En el resto del litoral rocoso de esta zona son habituales las escalerillas para acceder al agua, las cuales han sido instaladas por los propietarios de las viviendas situadas en primera línea. Las condiciones marinas y subacuáticas de Caló de sa Torre son inadecuadas para el calado de embarcaciones de envergadura, ya que en su fondo abundan los bajos, aunque en la bocana se aprecia alguna área arenosa. Punta de sa Torre resguarda de los vientos a la homónima playa. A 0,7 millas marítimas se encuentra la instalación portuaria más cercana, Reial Club Nàutic Portopetro. El visitante llegará fácilmente por carretera al Caló de sa Torre desde s’Alqueria Blanca o Portopetro, siempre y cuando esté pendiente de la señalización viaria. Una vez alcanzado este objetivo podrá estacionar en un entorno bien cuidado de segundas residencias. Las calas de sa Torre y dels "Homos Morts" son las dos porciones de costa que pertenecen a Portopetro, hermoso puerto marinero de Migjorn, situado entre Mondragó y Cala d’Or, y conocido por la excelencia de sus pescados, destacando la caldereta de langosta.
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Caló de ses Egos o ses Egües está a dos kilómetros de Cala d’Or. Esta playa diminuta, curva y de arena está rodeada de hoteles plantados en sus proximidades, lo que dificulta su acceso desde el núcleo residencial de Calonge. Se debe pasar por los hoteles y se debe esquivar a sus clientes hasta llegar a este arenal. Se calcula que los mil huéspedes de los alojamientos turísticos conquistan cada verano las reducidas dimensiones de Caló de ses Egües. Esta acumulación de gente, explica que cualquier rincón de Caló de ses Egos, como los acantilados de mediana altura que lo forman, se utilice de solarium o plataforma de inmersión. Los vecinos también han instalado escalerillas para acceder al agua. En la bocana estrecha de Caló de ses Egos (unos 300 metros de longitud) se puede calar sobre fondos de arena, alga y alguna roca, a una profundidad que oscila entre los cinco y los 10 metros, aunque el patrón deberá vigilar que no soplen vientos de componente sur-sureste. A 1,1 millas marítimas se encuentra la instalación portuaria más cercana, Reial Club Nàutic Portopetro. El acceso por carretera a Caló de ses Egos se realiza sin dificultad, siempre y cuando se sigan la gran cantidad de señalizaciones que indican cómo llegar hasta el aparcamiento gratuito cercano a esta cala.
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Caló o Caleta des Pou está a dos kilómetros de Cala d’Or. Esta playa tranquila, que cuenta con unos equipamientos excelentes para bañistas, se encuentra escasamente urbanizada y posee una fina arena blanca. El visitante podrá resguardarse del sol bajo la sombra de las palmeras situadas en la parte trasera de esta calita. El fondo de arena y alga de Caló des Pou , que está a cinco metros de profundidad, es apto para el fondeo de embarcaciones, así como su localización en el interior de Cala Llonga hacen que ofrezca un buen resguardo. A 0,1 milla marítima se encuentra la instalación portuaria más cercana, Puerto Deportivo Marina de Cala d’Or. Los chalés de la zona residencial que circundan Caló des Pou son custodiados por es Fortí. Esta fortificación militar fue construida el año 1730. Contó con cuatro cañones y paredones orientados hacia ultramar y reforzados, respectivamente, para prevenir un ataque de artillería. Posteriormente, esta fortaleza se ha reconvertido en una especie de museo, abierto al público de Caló des Pou. En sus instalaciones tiene un lugar destacado la placa conmemorativa dedicada a Pep Costa Ferrer, nombrado Centinela de es Fortí y ensalzado por el buen diseño y ejecución de la obras de la urbanización Cala d’Or. El acceso por carretera al Caló des Pou se realiza sin dificultad, siempre y cuando se siga la señalización viaria que indica cómo llegar hasta el aparcamiento gratuito cercano a esta playa. La belleza de este entorno natural y la tranquilidad que se respira hacen que la afluencia de bañistas locales y turistas sea mediana.
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