Hotel Cordial Mogán Playa

“Paradise”

It took several months after my stay at the Cordial Mogan Playa hotel before I could sit down calmly at the keyboard and describe my experience. My entire professional life has been connected with hotels. I worked in four- and five-star hotels belonging to major hotel chains such as Marriott, Ac… Más

It took several months after my stay at the Cordial Mogan Playa hotel before I could sit down calmly at the keyboard and describe my experience. My entire professional life has been connected with hotels. I worked in four- and five-star hotels belonging to major hotel chains such as Marriott, Accor, and InterContinental. I have seen modern hotels made of concrete, steel, and glass, as well as those integrated into historical architecture, but none have impressed me as much as Cordial Mogan Playa. The person who designed this place was not only a great professional in their field but also had vision and an incredible sense of place. The buildings blend into the mountainside, forming an architecturally and visually harmonious whole. The walkways take guests from the oasis-like pool near the reception, through a "small tourist town" of central buildings, and all the way to the second pool, which serves as the entertainment hub for families with children. This pool is informally called the "loud" pool because all the water activities take place there. In contrast, the pool near the reception is known as the "quiet" pool. Everywhere, we are surrounded by greenery because we are in a garden. The entire hotel grounds are an incredibly beautiful collection of many plants, each labeled and stunning in its own way. There is also a cactus garden, and the nearby benches allow for moments of reflection and aesthetic pleasure, especially when the cacti are illuminated by the setting sun's rays. At the heart of the complex, there is an aviary with canaries and a pool with beautiful fish—colorful guppies. This animal world fits perfectly into the botanical wonder of Gran Canaria that is Cordial Mogan Playa. The pools are a story of their own. We particularly liked the "quiet" one, full of spots hidden from the scorching sun under the leaves of numerous palm trees. The pools are large, with easy access to the water and separate shallow and deep sections. I must admit that for the first time, I spent an entire vacation in one place. I didn’t feel the need to explore, nor did I rush around Mogan in search of more attractions. I simply sat by the pool, admired the sun moving across the hotel buildings, and reflected on the beauty of the place. The poolside bar offered excellent food and drinks. I especially enjoyed the octopus, which even surpassed the one served at a seafood-specialty restaurant in the port. I highly recommend it—it's worth it. The hotel staff was excellent. Housekeeping staff were barely noticeable, yet everything was done perfectly. The bar and restaurant staff were discreet and helpful, as was the reception—complete professionalism. There were no unsolvable issues—in fact, there were no issues at all. Regarding meals, I believe everyone will find something to suit their taste. We certainly enjoyed ours. Since we traveled in September and planned to celebrate my 60th birthday there, I contacted the hotel for some assistance in making this stay memorable, and I must admit, they did everything to make me feel special. First of all, we were given a room near the pool and reception. It had an incredible balcony—actually, a terrace—with real grass growing on it. The view through the palm leaves onto the pool and main building was breathtaking, especially in the evening. I could sit at the table, feel the grass under my bare feet, and enjoy the wine I received from the management along with their best wishes. There were even more gifts, which was an incredibly kind gesture. The main reception hall deserves a separate story. Under the enormous glass dome hang terraces that serve as bridges leading to the lushly vegetated restaurant and the hall where evening performances take place. This space is essentially a grand orangery, with a river flowing through it and plants reaching into diners' plates as if asking if the food tastes good. A wonderful place where even a slice of bread and a glass of water would taste like a royal feast. Choosing an outdoor table is highly recommended to fully experience this magical atmosphere. The entire decor is in a local color scheme, which we found very appealing. The layout of pathways should not pose any difficulties, regardless of age or mobility. Apart from the characteristic dome, one more element captures attention alongside the refreshing fountain—a beautiful clock, counting down the time until our return to this wonderful place where I spent unforgettable moments with my wife. I hope we will return more than once. Pasaron varios meses desde mi estancia en el hotel Cordial Mogán Playa antes de que pudiera sentarme tranquilamente frente al teclado y describir mi experiencia. Toda mi vida profesional ha estado ligada a los hoteles. Trabajé en hoteles de cuatro y cinco estrellas pertenecientes a grandes cadenas hoteleras como Marriott, Accor e InterContinental. He visto hoteles modernos de hormigón, acero y vidrio, así como aquellos integrados en la arquitectura histórica, pero ninguno me ha impresionado tanto como el Cordial Mogán Playa. La persona que diseñó este lugar no solo era un gran profesional en su campo, sino que también tenía visión y un increíble sentido del entorno. Los edificios se integran en la ladera de la montaña, formando un conjunto arquitectónica y visualmente armonioso. Los pasillos y senderos llevan a los huéspedes desde la piscina tipo oasis junto a la recepción, pasando por un "pequeño pueblo turístico" formado por los edificios centrales, hasta la segunda piscina, que es el centro de entretenimiento para familias con niños. Esta piscina se llama informalmente la "ruidosa", ya que allí se realizan todas las actividades acuáticas. En contraste, la piscina junto a la recepción se conoce como la "tranquila". En todo momento estamos rodeados de vegetación, ya que nos encontramos en un jardín. Todo el recinto del hotel es una colección increíblemente hermosa de numerosas plantas, cada una etiquetada y con su propia belleza. También hay un jardín de cactus, y los bancos cercanos permiten momentos de reflexión y disfrute estético, especialmente cuando los cactus son iluminados por los rayos del sol poniente. En el corazón del complejo hay una pajarera con canarios y una piscina con peces preciosos, como coloridos guppys. Este mundo animal encaja perfectamente en el paraíso botánico de Gran Canaria que es el Cordial Mogán Playa. Las piscinas merecen un capítulo aparte. Nos gustó especialmente la "tranquila", llena de rincones ocultos bajo las hojas de muchas palmeras, protegiéndonos del sol abrasador. Las piscinas son grandes, con fácil acceso al agua y zonas diferenciadas entre áreas más profundas y menos profundas. Debo admitir que, por primera vez, pasé todas mis vacaciones en un solo lugar. No sentí la necesidad de explorar ni de recorrer Mogán en busca de más atracciones. Simplemente me sentaba junto a la piscina, admiraba el sol moviéndose por los edificios del hotel y reflexionaba sobre la belleza del entorno. El bar de la piscina ofrecía excelentes comidas y bebidas. Me encantó especialmente el pulpo, que incluso superó al que servían en un restaurante especializado en pescado y marisco en el puerto. Lo recomiendo mucho, vale la pena. El personal del hotel fue excelente. El equipo de limpieza era casi invisible, pero todo estaba impecable. Los empleados de los bares y restaurantes eran discretos y serviciales, al igual que el personal de recepción: profesionalismo absoluto. No hubo problemas sin solución, en realidad, no hubo problemas en absoluto. En cuanto a la comida, creo que todos encontrarán algo a su gusto. A nosotros nos encantó. Viajamos en septiembre y planeábamos celebrar mi 60 cumpleaños allí, por lo que me puse en contacto con el hotel para pedir ayuda en hacer que esta estancia fuera especial. Debo reconocer que hicieron todo lo posible para que me sintiera único. En primer lugar, nos asignaron una habitación cerca de la piscina y la recepción. Tenía un balcón increíble, o más bien una terraza, con césped natural. La vista a través de las hojas de las palmeras hacia la piscina y el edificio principal era impresionante, especialmente por la noche. Podía sentarme en la mesa, sentir la hierba bajo mis pies descalzos y disfrutar del vino que recibí de la dirección junto con sus felicitaciones. Además, hubo más obsequios, lo que fue un gesto sumamente amable. El hall principal de la recepción merece una historia aparte. Bajo la enorme cúpula de cristal, hay terrazas suspendidas como puentes que conducen a un restaurante rodeado de vegetación y a la sala donde se celebran espectáculos nocturnos. Este espacio es, en esencia, un gran invernadero con un río fluyendo a través de él, y plantas que extienden sus hojas hacia los platos, como si preguntaran si la comida está rica. Un lugar maravilloso donde hasta una rebanada de pan y un vaso de agua sabrían como un banquete real. Recomiendo elegir una mesa en el exterior para experimentar plenamente esta atmósfera mágica. Toda la decoración sigue una paleta de colores local, que nos encantó. La distribución de los pasillos no debería presentar dificultades para nadie, independientemente de su edad o movilidad. Además de la característica cúpula, hay otro elemento que llama la atención junto a la refrescante fuente: un hermoso reloj, que marca la cuenta regresiva para volver a este lugar maravilloso donde pasé momentos inolvidables junto a mi esposa. Espero que regresemos muchas veces más.

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“HOTEL EXCEPCIONAL”

Gracias, Hotel Cordial Mogan! Estuve en la habitación 8111, una habitación excepcional que hizo de mi estancia una experiencia única. Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todo el equipo del hotel por el trato recibido. Cada uno de los trabajadores nos hizo sentir como en casa, siempre at… Más

Gracias, Hotel Cordial Mogan! Estuve en la habitación 8111, una habitación excepcional que hizo de mi estancia una experiencia única. Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todo el equipo del hotel por el trato recibido. Cada uno de los trabajadores nos hizo sentir como en casa, siempre atentos y amables. ¡Gracias por esa hospitalidad! Destaco especialmente la impecable limpieza, el cuidado en cada detalle de su diseño y decoración, y, por supuesto, el delicioso buffet tanto de desayuno como de cena. Todo ello hizo de mi experiencia algo inolvidable. Mención especial para el director, quien, sin saberlo, nos saludaba a todos con una sonrisa que transmitía una energía positiva y cordialidad inigualable. ¡Gracias por hacer de mi visita un verdadero placer! ¡Espero regresar pronto!

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“PAZ”

ENCANTADOS queremos volver no teníamos ganas de salir del hotel es precioso. Caminar por sus espacios es magia todo muy bien cuidado hay hasta una Hermita! No tengo nada malo que decir Es digno de poder ir un ratito para convencerse y pagar para quedarte vale la pena y MUCHO Se siente muy familiar… Más

ENCANTADOS queremos volver no teníamos ganas de salir del hotel es precioso. Caminar por sus espacios es magia todo muy bien cuidado hay hasta una Hermita! No tengo nada malo que decir Es digno de poder ir un ratito para convencerse y pagar para quedarte vale la pena y MUCHO Se siente muy familiar con lo grande que es hasta en una de sus piscinas que hay más Movimiento de niños se está genial Un respeto un ver jugar a todos y dejan colchonetas juguetes churros pelotas etc dejábamos nuestra colchoneta o pelota y era bonito que todos disfrutábamos

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