El país donde convivieron hombres y hadas
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Tierra mágica
Leyendas aparte, no hace falta mucha mitología para evocar mundos fantásticos en Capadocia. La región está formada por un triángulo situado entre las poblaciones de Neveshir, Avanos y Urgüp, y cubre alrededor de 200 kilómetros cuadrados. Si bien muchos viajes organizados visitan la región de Capadocia como parte de tours turísticos organizados que incluyen también ciudades como Estambul, Éfeso o Ankara, también es posible visitar la zona por nuestra cuenta, aprovechando para alojarnos en los hoteles familiares (donde es posible convivir directamente con las familias turcas) y realizando distintas excursiones. Capadocia es un lugar para recorrer con calma, a ritmo pausado y, en lo posible, a pie. Una excelente opción es acudir al pueblo de Göreme (declarado Patrimonio de la Humanidad por sus iglesias) y allí visitar la oficina de turismo; basta con exponer nuestro presupuesto para que nos aconsejen dónde nos podremos alojar. Para llegar a Göreme se puede partir desde Ankara y coger allí un autobús que nos llevará hasta ese punto, donde podremos establecer nuestro centro de operaciones. La capital de la región, Neveshir, es también un buen punto de partida para realizar excursiones en autocar a distintas aldeas.
Los atractivos de Capadocia son muchos, tanto de tipo paisajístico como histórico y cultural. La erupción de varios volcanes dio origen a las peculiares formaciones rocosas que han hecho famosa a esta región, y que en muchas ocasiones han sido reconvertidas por los habitantes de la zona en viviendas, iglesias, tiendas... La ausencia de materiales de construcción como la madera hizo que las distintas civilizaciones utilizaran la roca para edificar sus ciudades. Pero si hay ciudades especiales en Capadocia, son las ciudades subterráneas; probablemente de origen hitita, fueron utilizadas por los primeros cristianos para protegerse frente a las invasiones y saqueos árabes, y en ellas llegaron a alojarse hasta 6000 habitantes. Actualmente, visitar estas ciudades es toda una experiencia irrepetible, al igual que descubrir las maravillosas iglesias de roca, ver los magníficamente conservados frescos cristianos con siglos de antigüedad y disfrutar de la autenticidad y la hospitalidad de un pueblo muy especial.
Iglesias excavadas en roca, chimeneas de hadas y ciudades subterráneas
Como ya hemos dicho, lo mejor para conocer a fondo la región de Capadocia es disponer de unos cuantos días (los tours organizados no dan tiempo a ver las cosas con calma) y establecer nuestro centro de operaciones en alguna de las poblaciones más importante. La capital, Neveshir, es un punto de partida interesante, sobre todo por su oferta hotelera y la posibilidad de realizar muchas rutas en autocar que parten de la ciudad. En Neveshir destacan sobre todo el Museo de Arqueología, el Palacio Real y la Mezquita. Desde esta población es posible partir a visitar lugares como Uchisar, Ortahisar y Sonhisar, poblados en los que algunos de sus habitantes aún viven en casas excavadas en la roca.
A doce kilómetros de Neveshir se encuentra Göreme, cuyo valle fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 1985. El llamado Museo al Aire Libre de Göreme agrupa el conjunto de iglesias rupestres más famoso de la Capadocia, salpicadas por todo un valle que se puede recorrer caminando por distintos senderos. A la entrada del Museo facilitan información sobre las posibles rutas. Las iglesias de Göreme datan de los siglos IX-XIII, y muchas de ellas conservan magníficos frescos bizantinos. Las iglesias de Oscura y Combada son las más espectaculares; y para evitarnos sorpresas, hemos de señalar que para acceder a su interior hay que pagar un suplemento.
La llamada "puerta de entrada" de Capadocia es la ciudad de Kayseri, que además fue capital del imperio selyúcida. El esplendor antiguo de esta ciudad queda reflejado en lugares como la Ciudadela o el palacio de Hunat Atun. Además, esta ciudad tiene un especial interés para los amantes de la naturaleza, ya que desde mayo hasta octubre se organizan rutas de senderismo en la región del cercano volcán Erciyes. Otro lugar que no debemos dejar de visitar en nuestro recorrido por Capadocia es la ciudad de Derinkuyu; la razón no es otra que la presencia de la ciudad subterránea más sobrecogedora que nos podamos imaginar. Con una profundidad de cien metros bajo la tierra, varios niveles y más de mil habitáculos, recorrer sus galerías imaginando cómo sería la vida de los antiguos habitantes bajo tierra es una experiencia que no tiene precio.
Otro de los vértices de la región de Capadocia es Urgüp, una localidad llena de vida y bullicio situada no muy lejos de Göreme. Cerca de Urgüp es posible contemplar algunas "chimeneas" y también iglesias excavadas directamente en la roca; de hecho, en la localidad se organizan rutas en autocar. ¡Sólo en el valle de Soganli hay nada menos que ciento cincuenta templos! Y si de construcciones religiosas excavadas en roca se trata, tampoco podemos dejar de visitar Zelve, donde se erigen los monasterios rupestres más espectaculares. Con varios pisos de altura y escaleras exteriores, su configuración no tiene nada que ver con ninguna otra construcción conocida. Y por supuesto, también tendremos que visitar el valle de las "Chimeneas de las Hadas", a tan sólo cinco kilómetros de la población. Entre las mágicas elevaciones rocosas, es posible que encontremos algún hada despistada que escapó a su transformación en paloma...
Cocina turca tradicional y especialidades de la región
Pero si lo que buscamos es la auténtica cocina de la Capadocia, entonces tendremos que acudir al recetario de la región. Los entrantes de las comidas son muy variados, y entre ellos podemos encontrar sopas como la de lentejas y verduras. Las ensaladas también son habituales, siendo la más popular la llamada "ensalada del pastor", que lleva lechuga, tomate, pimiento y perejil. Similar a las ensaladas es el cacik, un plato compuesto de pepino, ajo, manteca seca, aceite de oliva y yogur. Además, los populares rellenos tampoco faltan en las comidas, siendo las especialidades más características los borek, masa rellena de queso y perejil, y a veces también de verduras y carne. La técnica tradicional de cocina de la región de Anatolia (a la que pertenece la Capadocia) es el tandoor, un horno especial con forma de vasija que sirve para cocinar y como sistema de calefacción. Las sopas, las legumbres, el bulgur (trigo turco con aspecto parecido al arroz, que se usa para hacer cuscús y pasta), todo tipo de carnes e incluso el pan de pita se preparan en este particular artilugio.
Los postres son muy apreciados en Capadocia, al igual que en el resto de Turquía. Exquisiteces como el sekerpare (una especie de lionesa que se acompaña a veces de helado), la famosa baklava (prácticamente el postre nacional de Turquía y que es una especie de crepe elaborada con hojaldre, bañada con miel o caramelo de limón y espolvoreada con pistacho molido) y el kayak (un dulce similar al nuestro de membrillo, pero que se elabora con calabaza) son algo que merece la pena probar, siempre acompañadas de el intenso y delicioso café turco. Mención aparte merecen los vinos de Capadocia, que han alcanzado fama internacional. Aunque todavía no llegan al nivel de los caldos españoles o franceses, poco a poco están mejorando considerablemente y empiezan a alcanzar cierto prestigio internacional. La tierra volcánica donde se cultivan las vides parece ser especialmente propicia para la obtención de vinos de calidad.
Una región con múltiples manifestaciones culturales
Las festividades del calendario turco, bien sean laicas, musulmanas o religiosas, también tienen su celebración correspondiente en los pueblos y ciudades de Capadocia. Días como el aniversario de la muerte de Atatürk, héroe nacional y primer presidente de la República de Turquía (10 de noviembre) se festejan con todos los honores. El año nuevo cristiano (1 de enero) es celebrado con pasión por parte de la población, mientras que los musulmanes festejan eventos como el Seker Bayrami (fin del Ramadán, que dura tres días) y el Kurban Bayrami o Fiesta del Cordero (también conocida como Fiesta del Sacrificio), cuando las familias se reúnen para sacrificar y comer la carne de un cordero, en recuerdo del momento en el que Dios se le apareció a Abraham y le mandó sacrificar a un cordero en lugar de a su hijo. Aparte de estas festividades, que se extienden por todo el país, Capadocia tiene sus propias fiestas y merece la pena visitar la región durante alguna de estas jornadas para vivir en directo la cultura popular de sus gentes y sus tradiciones.
Por ejemplo, en la localidad de Nigde se celebra cada 12 de julio la Fiesta de la Cereza (Ulukisla Dar Bogaz). Las mujeres del lugar, ataviadas con los trajes regionales, muestran los excedentes de la cosecha de cerezas, al tiempo que se celebran conciertos de música tradicional y la gente danza por las calles. En Avanos tiene lugar a mediados de agosto la Feria Internacional de Artesanía; esta localidad tiene fama por los objetos de arcilla que elaboran los artesanos locales, y durante estos días muchos de ellos muestran sus creaciones y las ponen a la venta. Otro evento que también merece nuestra atención es la Fiesta de la Vendimia de Urgüp, a principios de octubre y que se extiende durante varios días.
Los amantes del vino llegan a la región desde todos los puntos de Turquía, e incluso del extranjero, para probar las distintas y deliciosas variedades de los caldos elaborados en Capadocia. Y si lo que queremos es vivir de cerca el sentir religioso del Islam y contemplar despliegues de tradiciones tan espectaculares como la danza de los derviches giróvagos, entonces podemos acudir a la Fiesta Aleví de Hacibektas (16, 17 y 18 de agosto). Miles de fieles de todo el mundo acuden a la localidad para rendir homenaje al santo Haci Bektas Valli, que vivió en la ciudad y le dio nombre. Las representaciones populares, la música tradicional y las escenificaciones teatrales son características de esta festividad.
