Una ciudad mágica llena de encanto medieval
Ciudad inolvidable
Zúrich es en la actualidad la ciudad más grande y poblada de Suiza, más incluso que Berna, la capital del país. Una ciudad vibrante, cosmopolita, comercial y dinámica, que conjuga todos estos atractivos con uno de los cascos antiguos más hermosos y desconocidos de Europa. Además, y por si fuera poco, la ciudad de Zúrich disfruta de la "compañía" del río Linmat y del lago de Zúrich, en el cual desemboca su corriente. La naturaleza no puede estar más presente en esta bella ciudad, ya que además de la presencia del agua, sus habitantes también disfrutan de una serie de frondosas colinas que rodean a la urbe y le aportan un indefinible encanto.
Esta ciudad suiza presume orgullosa de haber sido calificada como la ciudad con mayor calidad de vida del mundo, en dos ocasiones durante los últimos diez años. Además de por su belleza y su naturaleza, esto es también por su alto nivel financiero y cultural (en Zúrich hay más de cincuenta museos, muchísimas galerías de arte, una gastronomía de primera y una vida nocturna realmente increíble). Sus orgullosos habitantes disfrutan de un nivel de vida óptimo en Europa, algo de lo que son testigos los millones de viajeros que cada año visitan la ciudad. De hecho, el turismo es la tercera actividad en el ránking de ingresos de de la ciudad. Los turistas que acuden a Zúrich pueden disfrutar de su maravilloso casco antiguo, pleno de sabor medieval, pero también de los increíbles parajes naturales que la rodean. Sin ir más lejos, de los majestuosos Alpes suizos.
En Zúrich hay mucho que ver y que vivir; tanto, que merece la pena reservarse unos cuantos días de vacaciones para disfrutar a tope de la ciudad y sus alrededores. Desde las calles comerciales como la Banhoffstrasse, donde es posible contemplar las mejores y más exclusivas tiendas de moda del mundo; hasta el remanso de paz de Lindehof, pasando por las zonas verdes relajantes que rodean al lago o el antiguo barrio de Schipfe, Zúrich no deja un momento al aburrimiento. Los eventos culturales y festivos también son importantes en la vida de la ciudad, como por ejemplo el Street Parade del verano (donde se reúnen miles de fans de la música tecno), el Maratón de Zúrich o el Kreislauf 4+5 Design and Fashion Weekend, dedicado a la moda y al diseño. El calendario de actividades de la ciudad está salpicado de mil y una celebraciones y eventos, a cada cual más interesante y divertido.
Mención aparte merece, además, la excelente gastronomía que se puede degustar en los restaurantes y los hogares de la ciudad. La influencia alemana es patente en el recetario, donde las carnes y los quesos tienen lugar de honor. Deliciosas trufas de chocolate y multitud de variedades de tarta harán las delicias de los más golosos, mientras que los amantes de la cerveza encontrarán en esta hermosa y hospitalaria ciudad su particular paraíso. Zúrich es una ciudad inolvidable, situada en plena Europa, llena de encanto y magia para vivir y descubrir.
Edificios medievales junto al lago y los Alpes
Si hay alguna ciudad de la que se pueda decir que lo tiene todo (o casi todo), ésa es Zúrich: un casco antiguo pintoresco y pleno de sabor centroeuropeo, un lago rodeado de parques donde disfrutar de la naturaleza más urbana, calles llenas de bullicio comercial y las marcas más exclusivas, restaurantes y bares, y un entorno cuya naturaleza es célebre en todo el mundo. Quizás lo mejor sea comenzar por el casco antiguo, en el que están situadas las iglesias más antiguas de la ciudad, así como los edificios de la época medieval. La construcción religiosa más relevante es sin duda la Catedral, edificada entre los siglos IX y XIII y cuya silueta inconfundible la completan sus dos famosas torres gemelas. Mandada construir por Carlomagno, quien la visite podrá disfrutar de su magnífico claustro y su cripta. Aún más antigua es la Iglesia-Abadía de Fraumünster, del siglo IX y famosa por sus hermosas vidrieras, obra de los artistas de vanguardia Marc Chagall y Augusto Giacometti. Y si buscamos antigüedad, entonces nos quedaremos con la iglesia de San Pedro de Zúrich, la más provecta de la ciudad y que cuenta con el mayor reloj cuadrante de Europa, con sus casi nueve metros de diámetro.
Además de edificios religiosos, en el casco viejo zuriqués podemos encontrar también hermosas calles por las que pasear contemplando casas que, en muchas ocasiones, dan la impresión de haber sido sacadas de un cuento de hadas. Por ejemplo, la calle Augustinergasse, con sus fachadas plenas de color; o la calle Niederdorf, peatonal y perfecta para pasear y hacer compras (aunque de noche se convierte en el epicentro de la "marcha" nocturna de la ciudad). Si lo que queremos es obtener una buena vista del casco antiguo, la Catedral, el río y la universidad, entonces nos tendremos que dirigir a Lidenhof, un bello enclave en pleno centro que resulta todo un oasis de tranquilidad en la urbe. Y con sabor pintoresco y un encanto muy especial destaca especialmente el barrio de Schipfe, un curioso nombre que deriva de la palabra schupfen (que significa "empujar" y se refiere a la actividad de los barqueros, que empujaban sus barcas por el río). Las casas al borde del agua, las embarcaciones, las típicas tascas y restaurantes, las pintorescas calles... Todos estos elementos se alían para dotar a Schipfe de un encanto más allá de toda duda.
Aparte del casco antiguo de Zúrich, hay otras calles y barrios llenos de interés. La Banhoffstrasse es conocida por su actividad comercial y glamourosa; la presencia de todas las mejores marcas de la moda internacional hace de esta calle toda una pasarela de las tendencias más innovadoras, y del lujo más chic. Además, Zúrich West es una antigua zona industrial que actualmente está plenamente dedicada al diseño, el arte y la cultura. Las viejas fábricas han mantenido su arquitectura para reconvertirse en espacios dedicados a lo más innovador en el campo artístico y escénico. En Zúrich quedan aún más lugares de interés para visitar: el Zoo Zurich & Selva Tropical Masoala, el bello entorno del lago de Zúrich (donde en verano es posible bañarse, navegar o practicar múltiples deportes náuticos) y el monte Uetliberg, el punto más alto de la ciudad, desde donde disfrutar de las mejores vistas del lago, el casco antiguo, el río y los Alpes. Desde Zúrich es posible además acudir a recorrer los Alpes suizos, y muy especialmente la localidad de Interlaken (situada a unos ciento treinta kilómetros al norte de la ciudad), un centro turístico europeo de renombre. Esta población está rodeada de los parajes alpinos más espectaculares que se puedan encontrar: situada entre dos lagos (como su propio nombre indica), se alza rodeada por las vertiginosas cumbres de la sierra de Jungfrau, que superan los cuatro mil metros de altitud.
Influencias alemanas para una sabrosa cocina
La proximidad e influencia de Alemania se nota sobremanera en el recetario de la ciudad de Zúrich, algo que se repite en muchas otras zonas de Suiza. Así, se trata de una gastronomía contundente, con ingredientes de excelente calidad y basada en el empleo de ingredientes como la carne de ternera, los lácteos (y muy especialmente el queso suizo, de fama internacional), las salchichas, las patatas... Sin embargo, la gastronomía de la ciudad suiza tiene también su propia idiosincrasia y personalidad, y merece la pena acudir a algún restaurante para degustar las especialidades más deliciosas.
Las grandes salchichas (würstel) heredadas de la tradición alemana, servidas siempre con chucrut (col agria fermentada) o distintos quesos, son algo que merece la pena probar: no tienen nada que ver con las salchichas que podamos encontrar en nuestros mercados. Pero si hay un plato emblemático en la cocina de la ciudad, ése es el estofado de Zúrich. Se trata de un exquisito guiso elaborado con carne de ternera picada a mano, champiñones, cebolla, vino blanco, nata y especias. El hígado de ternera también es ampliamente consumido, y ambos platos van siempre acompañados por los rösti, una especie de tortillas sin huevo elaboradas a base de patata. Además, en Zúrich, al igual que en el resto de Suiza, es muy habitual el consumo de las clásicas fondues de queso, cuya salsa suele prepararse con quesos Emmental o Gruyère y vino.
Los postres son un apartado muy especial en la gastronomía zuriquesa, sobre todo en lo que respecta a dos especialidades del país: los quesos y el chocolate. Los quesos suizos han obtenido merecida fama mundial, y no hay país prácticamente en el que no se encuentren y consuman todas sus variedades. Deliciosos quesos como el Emmental, el Vacherin, el Gruyère y el Appenzeller han cimentado la fama de estos productos en todo el mundo. En cuanto al chocolate, se consume en forma de bebida caliente durante el invierno (una deliciosa manera de combatir las bajas temperaturas), pero también en tabletas, bombones y otros formatos cuya calidad ha dado fama internacional a los chocolates, bombones y trufas elaborados en Suiza.
Aunque por la orografía montañosa del país resulte complicado de creer, Suiza es un país con tradición vinícola. Tanto en la región de Zúrich como en otros cantones (del Valais, de Vaud y del Tesino) se cultivan viñedos; la variedad riesling es la más empleada, dando lugar a magníficos vinos blancos que alcanzan los niveles de calidad de los caldos alemanes e italianos. Además, en Zúrich es posible degustar la exquisita y especial cerveza suiza, tanto en su variedad amarga como en su versión afrutada. La sidra y el zumo de manzana son también bebidas muy populares en la ciudad.
Eventos culturales y festivos: moda, arte, deporte y diversión
Los eventos festivos y culturales son legión en la ciudad de Zúrich. A las tradicionales celebraciones europeas, como la Navidad o la Pascua, se les suman otros eventos particulares de la ciudad. En el calendario destacan tres por derecho propio: Sechseläuten (Fiesta de la Primavera), Zürifest (Fiesta de Zúrich) y el Street Parade. La primera festividad celebra el final del invierno y tiene lugar a finales del mes de abril. El evento central es la quema del Böög, un muñeco que representa a un hombre de nieve y que está lleno de fuegos de artificio. La Fiesta de Zúrich es un acontecimiento que se celebra en julio cada tres años, y cuenta con multitud de verbenas, fiestas al aire libre, conciertos y espectáculos pirotécnicos. En cuanto al Street Parade, es un festival durante el cual los miles de amantes de la música tecno y house desfilan y bailan por las calles durante el primer fin de semana de agosto, acompañados por la música que brota de cientos de altavoces distribuidos por las calles de la ciudad.
En el mes de mayo, un evento cultural y artístico de primer orden pone a Zúrich a la cabeza del mundo más fashion: el Kreislauf 4+5 Design and Fashion Weekend (Fin de Semana del Diseño y de la Moda Kreislauf 4+5). Durante esta jornada, más de ochenta establecimientos de la ciudad muestran lo mejor de sus contenidos, ideas y creatividad. Además, en septiembre se celebra en la ciudad la Noche de los Museos, cuando estas instituciones (que se cuentan por decenas en Zúrich) abren sus puertas al ponerse el sol. La visita a los museos se complementa con visitas guiadas, películas, música y baile, así como degustaciones gastronómicas de alto nivel. Los deportes tienen una especial importancia en la ciudad: en abril se celebra el Maratón de Zúrich, mientras que en septiembre cobra protagonismo la Weltklasse Zürich, la competición de atletismo más importante de Suiza.
Festivales de música y de cine, proyecciones de películas al aire libre en la ribera del lago durante el verano, los maravillosos mercadillos de Navidad de la Banhoffstrasse o la plaza Werdmühleplatz (entre otros),las celebraciones del Día Nacional de Suiza (el 1 de agosto)... Todo un rosario de acontecimientos que impiden la presencia de un solo día de aburrimiento en una de las ciudades más bellas y encantadoras del continente europeo. ¿A qué estamos esperando para visitar Zúrich?