Guías de Viajes de Bali

No hay duda de que la isla indonesia de Bali ocupa un lugar privilegiado en el imaginario colectivo. De hecho, son muchos los factores que la convierten en uno de los destinos exóticos más codiciados para el turista internacional: playas paradisíacas, impresionantes parajes naturales, majestuosos santuarios, un clima privilegiado… Todas estas variables se conjugan en una superficie ligeramente superior a la de Mallorca (5.700 km²) para dar forma a un verdadero Edén. O al menos, eso es más o menos lo que creen sus propios habitantes, quienes consideran que los dioses han elegido su isla para vivir en ella. El deber de los 3,5 millones de balineses, por tanto, es preservar su innegable belleza. Una creencia que obedece a la gran implantación del hinduismo en Bali, en un país en el que cerca del 90% de la población es musulmana.

Este rasgo distintivo responde al pasado de la isla como colonia del imperio indio de Majapahit (1343-1527). Este período precedió la creación del reino musulmán de Demak en Java, circunstancia que propició a su vez que las élites intelectuales y artísticas de este territorio se exiliaran a la antigua Bali, donde perpetuaron las tradiciones religiosas del subcontinente indio. Del mismo modo, las ocupaciones tradicionales del pasado —tales como la pesca y la agricultura— han pervivido hasta nuestros días, pese a la creciente importancia del sector de servicios (y muy especialmente el hotelero).

Bali, que es también una provincia insular, es la más occidental de las islas menores de la Sonda. Su situación exacta habría que buscarla entre Java (al oeste) y Lambok, con las que comparte su condición de destino turístico. La isla, de 145 km de largo y 80 km de ancho, destaca por su albergar volcanes activos y maravillas playas (de arena negra en el norte y de arena blanca en la mitad meridional). Las conexiones entre los diferentes puntos de la geografía balinesa se reducen a la red local de carreteras, ya que la isla no dispone de ferrocarril.

Para entrar en Bali, se necesita disponer de pasaporte —con una validez mínima de seis meses— y del correspondiente visado. Si la estancia es inferior a 30 días, el visado se puede tramitar en el mismo aeropuerto, abonando 25 dólares estadounidenses. Ninguna vacuna es obligatoria, pese a que son aconsejables las de la hepatitis B y el tifus. Para más información, las personas interesadas pueden ponerse en contacto con la Embajada de Indonesia en España (C/ Agastia, 65, Madrid).

La moneda en curso es la rupia indonesia (100.000 rupias indonesias = 8,9 euros), aunque en determinados establecimientos admiten euros y dólares estadounidenses. Como en el resto del país, el idioma oficial es el indonesio, aunque en la isla se utiliza también el balinés. Además, los trabajadores del sector turístico suelen dominar el inglés.

En relación a los vuelos a Bali, su único aeropuerto, el Ngurah Rai, acoge vuelos que enlazan la isla con las principales ciudades españolas: Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga y Bilbao. Sin embargo, todos los trayectos efectúan por lo menos una escala. Finalmente, por lo que respecta a los hoteles, hoteles en Bali, cabe subrayar que la oferta de alojamiento es considerable. Además de los resorts instalados en zonas costeras —donde incluso está presente alguna cadenas hotelera española— las principales localidades turísticas ofrecen una amplia oferta de establecimientos, que incluye en ocasiones balnearios e instalaciones de termalismo.
 

Las líneas que siguen resumen, por orden alfabético, algunos de los puntos más visitados de la geografía balinesa.

Bedugul: Pequeña población norteña que destaca por sus coloridos mercados de flores y frutas (como el de Candikuning), y desde la que se puede disfrutar de una inmejorable panorámica de los lagos Buyan y Tamblingan. Asimismo, esta localidad es famosa por otro importante punto lacustre: el Beratan, en cuya orilla se eleva el templo budista e hinduista de Ulun Danu, dedicado a la diosa del agua.

Besakih: Esta localidad, perteneciente a la zona oriental de Bali y cercana al volcán Agung, acoge el llamado Pura Besakih, el más importante de la isla. El complejo, cuya construcción data posiblemente del siglo XIV, está formado por un total de 21 edificios en perfecto estado de conservación. No obstante, la erupción del Agung en 1963 estuvo a punto de afectar sus estructuras.

Candi Dasa: Situada al este de Bali y a orillas de un lago, esta localidad costera destaca por acoger un templo consagrado a Hariti, diosa de la fertilidad. Asimismo, muy cerca de ellas se hallan tres islotes —Gili Tepekong, Gili Biaha y Gili Mimpang— bastante apreciados por los amantes de la pesca y el submarinismo. Yendo hacia el oeste, se puede admirar el templo de Pura Goa Lawah (también conocido como Cuevas del Murciélago).

Denpasar: Es la capital de la isla y su principal centro comercial y de negocios. Aunque no se trata de una de las localidades más apreciadas por los turistas, Denpasa concentra algunos puntos de interés, tales como el Museo de Bali —inaugurado en 1932 y dedicado a la arquitectura tradicional isleña— y, sobre todo, su templo: el Pura Jagatnatha. En él se venera a la deidad hindú Sang Hang Widi Wasa, lo que lo convierte en el único santuario balinés dedicado a una sola divinidad. Su altar central, presidido por Shiva, ha sido realizado en coral blanco.

Gitgit: Esta pequeña población de norte de Bali, situada a tan sólo 10 km de Singajara, destaca por sus espectaculares cascadas, de 35 m de altura y abiertas al público en 1975. Muy cerca de allí, además, se alza el Bhuwana Pangkung Bangka, un monumento que rinde homenaje a los indonesios que perdieron la vida en los combates contra los colonizadores holandeses.

Klungung: Distrito situado al este de Bali que alberga la Corte de Justicia o Kerta Gosa. Erigido en el siglo XVII, este edificio es conocido como la “Capilla Sixtina de Bali”, a causa de la rica policromía que decora sus techos. No muy lejos del mismo, se recomienda visitar el palacio flotante de Bale Kambang.

Lovina: Situada en el noroeste de Bali, esta zona costera destaca por albergar en sus inmediaciones un famoso balneario: el Air Banjar Hot Springs. Sus precios, al alcance de cualquier bolsillo, lo convierten en uno de los principales reclamos de  Lovina. Sin embargo, ésta también brinda al visitante un segundo polo de atracción turística: el Brahma Vihara Arama, uno de los pocos santuarios budistas existentes en la isla de Bali. Construido en 1970, el edificio se inspira en el estilo constructivo del Borobudur (en Java), considerado como uno de los templos más importantes del sudeste asiático.

Mengwi: En sus inmediaciones se halla el santuario hinduista de Pura Taman Ayun (que significa ‘templo jardín en el agua’), uno de los seis templos reales de la isla y, por tanto, uno de los más relevantes. Ubicada en una isla fluvial, el complejo descuella por sus estilizadas pagodas.

Nusa Due: Se trata de una espectacular playa tropical situada al sur de la isla, de fina arena blanca y jalonada de palmeras. A lo largo de la misma se alzan numerosos spas y complejos hoteleros.

Sangsit: Desde esta población, situada al este de la isla, se puede admirar el impresionante volcán de Batur. Sus espectaculares dimensiones (13,8 x 10 km) lo convierten en uno de los más admirados del mundo. En sus proximidades, se alza el templo hinduista del mismo nombre, dedicado a Visnú.

Selat: Al este de la isla, se localizan unos arrozales que hasta hace unos décadas albergaron la villa de Selat. Sin embargo, la lava expulsada por el Agung en 1963 la sepultó.

Singaraja: Singaraja, antigua capital de Bali durante la dominación holandesa, se halla situada al norte de la isla. De esta etapa se conservan diversas residencias de estilo colonial, así como sus espaciosos bulevares.

Tenganan: Se trata de una pequeña villa situada al este de Bali (de hecho, es una de las más antiguas de la isla), en la que predominan las formas de vida tradicionales y las actividades económicas artesanales, propias de la cultura pre-hindú.

Tanah Lot: Este enclave acoge un espectacular templo que se eleva sobre islote en mitad del océano. Desde él se pueden disfrutar de unas maravillosas vistas de la puesta de sol. En sus inmediaciones, se recomienda visitar el Alas Kedaton, también conocido como el Bosque Sagrado de los Monos.

Ubud: Considerada como la capital cultural de Bali, esta localidad oriental da cabida a numerosas galerías de arte. Además, en ella se organiza anualmente un concurso literario.
 

Para descubrir la auténtica tradición culinaria de la isla, nada mejor que apostar por algunos de los múltiples restaurantes de gastronomía balinesa —los llamados rumah makan— o bien acercarse a los puestos de comida que salpican las calles de las principales ciudades: los warung.

En cualquier caso, el recién llegado notará enseguida que la cocina local, tal y como ocurre en otros países asiáticos, se caracteriza por la presencia de sabores intensos y por el uso habitual de especias (sobre todo del pimentón). Y por otro detalle importante: el protagonismo que desempeña un único ingrediente: el arroz (nasi), un cereal que ha constituido durante siglos uno de los pilares economía de la isla. En efecto, éste forma parte del menú diario tradicional balinés, donde es consumido frito (goreng) o bien al vapor (pusih), acompañado de verduras, carne o pescado.

Otros ingredientes habituales son el maíz y el sagú (harina de palmeras), sin olvidar el importante papel que desempeñan las frutas tropicales. En lo que atañe a las bebidas, la más típica de Bali es el dum, una especie de vino. Por regla general, el consumo de cerveza se reduce a los días en los que se lleva a cabo alguna celebración.

Como en el caso de China, una comida o cena suele constar de siete platos de pequeñas cantidades, del que los comensales se sirven directamente con las manos —los balineses no acostumbran a utilizar cubiertos. Incluso, en el caso de los banquetes, esta cantidad suele rebasar la veintena.

Entre las recetas más típicas de la isla, cabe reseñar el sate babi (brochetas de cerdo, pollo o ternera aromatizadas y con salsa picante de cacahuete), el bebek betutu (pollo al horno), el babi piang (panceta de cerdo con jengibre y anís), el lumpia (enrollados de pollo y verduras) y el hígado al estilo balinés, aderezado con cúrcuma, chile, salsa de soja, pimienta y tomate. Todos estos platos suelen presentar como acompañamiento tortitas de maíz.

Finalmente, los amantes de los postres no pueden dejar de probar el pisang soe-soe, una exquisita especialidad de plátano rebozado con harina de trigo y huevo.

La oferta turística de Indonesia se completa con diversas celebraciones populares y festivales. Los más importantes son los siguientes (ordenados según su disposición en el calendario occidental):

Ritual de Melasty: En los tres o cuatro días previos a la llegada del nuevo año hindú (Hary Raya Nyepi), los fieles rinden culto a la figura del dios Visnú. La ceremonia de Melasty se lleva a cabo en la playa, dado que esta deidad está considerada como la el protector de los mares. Se celebra durante el mes del marzo, dependiendo del calendario balinés o saka.

Tawur Kesanga (víspera del Año Nuevo hindú): Durante esta jornada, la población utiliza cañas de bambú y diversas prendas de vestir para recrear la figura del monstruo Ogoh. Éste simboliza los malos espíritus que deben ser expulsados de la isla.

Hari Raya Nyepi (Fiesta del Silencio o Año Nuevo hindú): A lo largo de esta jornada, los balineses evitan llevar a cabo cualquier actividad. Incluso, preparan la comida con antelación para no tener que cocinar. El propósito de esta festividad es confundir a los malos espíritus, consiguiendo así que la isla sea un lugar silencioso y aparentemente inhóspito para que éstos no se fijen en ella y pasen de largo. Bali se paraliza, hasta el punto de que el aeropuerto cierra durante 24 horas. El Hari Raya Nyepi tiene lugar al final de la estación de las lluvias, siguiendo el saka (entre la segunda quincena de marzo y principios de abril).

Ngembak Geni (o ritual Labuh Batra): A lo largo de esta jornada, que tiene lugar un día después del Nyepi, se celebra la fiesta hindú del perdón. En ella, los fieles tratan de reconciliarse con sus seres más próximos y se preparan para afrontar el nuevo año.

Ceremonia de Galungan (Año Nuevo balinés): Esta festividad, una de las más importantes de cuantas tienen lugar en Bali, celebra el retorno de los dioses y del espíritu de los antepasados a la isla. A lo largo de 10 días, los fieles realizan numerosas ofrendas, al tiempo que participan activamente en ceremonias religiosas. Dado que el Kuningan rige por el saka —de 210 días de duración—, se detalla a continuación la fecha de las próximas ediciones: 8 de diciembre de 2010, 6 de julio de 2011, 1 de febrero y 29 de agosto de 2012, 27 de marzo y 23 de octubre de 2013 y 21 de mayo de 2014.

Ceremonia de Kuningan: Esta celebración tiene lugar tras los 10 días de festejos asociados a la llegada del Galungan, y conmemora el retorno a los cielos de las deidades y del alma de los ancestros. La tradición más arraigada consiste en realizar ofrendas de arroz. También es habitual que las familias acudan a rezar a los templos, primorosamente decorados para la ocasión. Las próximas ediciones del Kuningan —que también se ciñen al saka— tendrán lugar en las siguientes fechas: 11 de febrero de 2011, 8 de septiembre de 2012 y 6 de abril de 2013.

Día de Kartini: Hacia mediados de abril, las balinesas celebran el nacimiento de Raden Ajeng Kartini, la primera defensora de los derechos de la mujer en la isla.

Festival de las Cometas: Entre los meses de junio y julio, la isla da cabida a una espectacular exhibición de cometas. Con los años, la cita se ha convertido en uno de los principales focos de atracción turística de Bali.

Carreras de toros de Negara:
Negara, la población más importante del área occidental de Bali, acoge entre el 1 de julio y el 31 de octubre numerosas carreras de carros tirados por toros. Éstas son cada vez más apreciadas por el turismo occidental.

Carnaval de Kuta: Por espacio de unos ocho días y durante el mes de septiembre, la playa de Kuta —sin duda la más famosa de Bali— se convierte en el escenario de este popular evento. El festival da cabida a diversas competiciones deportivas —tales como exhibiciones de cometas o torneos de paddle y de pesca—, concursos de cocina balinesa y espectáculos musicales y de danza, sin olvidar, obviamente, los tradicionales desfiles.

Festival de Escritores y Lectores de Ubud: La ciudad de Ubud, capital cultural de Bali por excelencia, organiza a principios de octubre este prestigioso certamen literario, que reúne durante cinco días a escritores de los cinco continentes.

Festival Internacional de Jazz de Bali: En el mes de noviembre (o principios de diciembre), la isla alberga este prestigioso evento, uno de los más importantes de Indonesia. El festival, que cuenta con la participación de artistas de todo el mundo, atrae cada año un mayor número de turistas.