Tahiti se presenta como un paraíso que es visitado por cientos de turistas de todo el mundo. Es el corazón de la Polinesia Francesa y sería una pena privarse de sus montañas oscuras y abundantes cascadas, playas de hermosas arenas negras sin pretensiones y el rumor típicamente polinesio que hace de Tahiti una joya en sí misma.
Además de Bora Bora, puedes visitar lugares turísticos como el Marae (esculturas antiguas utilizadas en ceremonias religiosas) y nadar con tortugas, delfines, pequeños tiburones, rayas y peces de colores.
Y finalmente Rangiroa, el segundo atolón más grande del mundo, que el Comandante Cousteau ha descrito como uno de los sitios de buceo más bellos del planeta.