La gastronomía australiana es una amalgama de sabores que reflejan su pasado multicultural, desde la cocina de los aborígenes, llamada Bush Tucker, pasando por las influencias británica e irlandesa de los primeros colonos europeos, hasta los aportes de las artes culinarias asiática y mediterránea, importadas por los inmigrantes llegados a Australia tras la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, no hay nada más aussie que las barbacoas junto a la playa, unos auténticos festines a base de pinchos de carne, hamburguesas o salchichas, acompañados con todo tipo de verduras y abundantes rebanadas de pan y salsas. ¡No te puedes ir de Australia sin haber participado en una!
El plato más típico del país es sin duda el pastel de carne (meatloaf, en inglés), elaborado a base de masa de hojaldre rellena de carne y otros ingredientes, donde cada cocinero utiliza su propia receta. Un plato similar y también muy habitual entre los australianos, sobre todo como tentempié o almuerzo, son los rollos de salchicha, envueltas en hojaldre, hechas al horno y acompañadas de salsa de tomate. Otro emblema local son las hamburguesa con remolacha, un ingrediente tan habitual que incluso las grandes cadenas internacionales se plantean añadirlo en los menús de sus locales australianos. Y aunque la carne es un ingrediente primordial de la cocina australiana, no está exenta de excelentes platos de pescado, como los filetes de John Dory, o pez de San Pedro; el barramundi, la variedad de pescado más australiana; y el clásico fish and chips, pescado rebozado con patatas fritas que, aunque sencillo, resulta toda una delicia. De influencia asiática son el chicko roll, la versión ‘aussie’ y vegetariana de los rollos de primavera, y las empanadas de pollo al curry.
Pero estando en Australia tienes que probar sin duda algunas de sus recetas más exóticas y únicas, por ejemplo, la carne de canguro a la parrilla, las hamburguesas de emu, un animal parecido a un avestruz, y ¡el cocodrilo!, cuya carne blanca es sabrosa y suculenta, baja en grasa y alta en proteínas. Se considera un manjar y no se come muy a menudo, pero resulta una experiencia inolvidable. Podrás degustar también la cocina tradicional aborigen que está siendo recuperada por los modernos chefs locales y que incluyen ingredientes como las larvas Witchetty, cucarachas, escorpiones, ranas, ostras o nueces de macadamia.
Los postres más típicos, de entre las muchas tartas y dulces que componen la cocina australiana, son el bizcocho lamington, conocido como el postre nacional y recubierto con chocolate y coco rallado (es tan popular que el 21 de Julio se designó como el Día Nacional del Lamington); las galletas Tim Tam, muy famosas por el llamado Tim Tam Slam, que consiste en tomar un café a través de la galleta tras haber mordido sus extremos; las galletas Iced VoVo, elaboradas a base de harina de trigo con tiras de fondant, mermelada de frambuesa y coco espolvoreado; y el pastel Pavlova, creado en honor a la bailarina rusa Anna Pavlova.
Y al ser un país con inmigrantes llegados de los puntos cardinales del planeta, en Australia puedes encontrar una variedad gastronómica enorme. Las ciudades del país albergan restaurantes de casi todas las nacionalidades: chinos, japonenses, tailandeses, árabes, mexicanos... Una magnífica experiencia culinaria al otro lado del planeta.
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