Cluj-napoca, o simplemente Cluj (como se la conoce coloquialmente), es una de las ciudades más pobladas de Rumanía amén de una de las más activas, vibrantes y cosmopolitas del país. Gran parte de la culpa del contagioso entusiasmo de la que fuera capital histórica de la región de Transilvania, la tiene la segunda mayor universidad de Rumanía, cuyos estudiantes inyectan a la localidad grandes dosis de vitalidad, dinamismo y creatividad. Como se dice en la ciudad, en Cluj-Napoca siempre hay algo que hacer a cualquier hora del día... o de la noche. Sus grandes y cómodas avenidas conectan con sus 3 plazas principales donde se concentran gran parte de los atractivos de la ciudad: la Piata Unirii (Plaza de la Unión), la Piata Muzeului (Plaza de los Museos) y la Piata Avram Iancu (Plaza Avram Iauncu). En la primera de ellas se alza majestuosa la Biserica Sfantul Mihail (Catedral de San Miguel), el elemento más destacado del extenso legado patrimonial de Cluj-Napoca. La Piata Unirii acoge el Castillo Bánffy, un edificio barroco del siglo XVIII que actualmente alberga el Museo de Nacional de Bellas Artes; los palacios Josika y Rhédey; y el Monumentul Matei Corvin (Monumento a Matías Corvino), una estatua ecuestre en honor de quien fuera rey de Hungría y Croacia desde 1458 hasta su muerte en 1490.
Bucarest, la vibrante capital de Rumanía, dispone de un destacado patrimonio en forma de elegantes edificios históricos y valiosas joyas artísticas heredadas de su largo y sorprendente pasado. Un legado que ve reforzado, además, por una importante oferta de ocio y entretenimiento entre la que destacan sus más de 30 museos, como el Museo de Historia de Rumanía, el Museo Satului y el Museo George Enescu, y hermosos parques donde relajarse, como el parque Herastrau o el Cismigiu. Conocida por la aristocracia europea como la “París del Este”, Bucarest ofrece al viajero tesoros de diferentes estilos como el neoclásico, el art decó o el belle epoque, donde sobresalen el Arcul de Triumf, el Ateneo Rumano, la Ópera de Bucarest y Curtea Veche, la primera Corte Real. También alberga modernos edificios que te acercarán a la ciudad más actual y capitalista, y faraónicas y sobrias construcciones de la época comunista. En este sentido, te recomendamos el Palacio del Parlamento, que según el libro Guinness de los récords es el edificio administrativo más costoso, voluminoso y pesado del planeta; el Bulevar Unirii (Bulevar de la Unidad), que atraviesa la Piata Unirii (Plaza de la Unidad), ambos intentando imitar los Campos Elíseos parisinos; y la Piata Revolutiei (Plaza de la Revolución), donde se ubicaba el Comité Central del Partido. Sin duda, una de las ciudades más atractivas de Europa oriental.