Bucarest, la vibrante capital de Rumanía, dispone de un destacado patrimonio en forma de elegantes edificios históricos y valiosas joyas artísticas heredadas de su largo y sorprendente pasado. Un legado que ve reforzado, además, por una importante oferta de ocio y entretenimiento entre la que destacan sus más de 30 museos, como el Museo de Historia de Rumanía, el Museo Satului y el Museo George Enescu, y hermosos parques donde relajarse, como el parque Herastrau o el Cismigiu. Conocida por la aristocracia europea como la “París del Este”, Bucarest ofrece al viajero tesoros de diferentes estilos como el neoclásico, el art decó o el belle epoque, donde sobresalen el Arcul de Triumf, el Ateneo Rumano, la Ópera de Bucarest y Curtea Veche, la primera Corte Real. También alberga modernos edificios que te acercarán a la ciudad más actual y capitalista, y faraónicas y sobrias construcciones de la época comunista. En este sentido, te recomendamos el Palacio del Parlamento, que según el libro Guinness de los récords es el edificio administrativo más costoso, voluminoso y pesado del planeta; el Bulevar Unirii (Bulevar de la Unidad), que atraviesa la Piata Unirii (Plaza de la Unidad), ambos intentando imitar los Campos Elíseos parisinos; y la Piata Revolutiei (Plaza de la Revolución), donde se ubicaba el Comité Central del Partido. Sin duda, una de las ciudades más atractivas de Europa oriental.
La ciudad de Timisoara se hizo mundialmente famosa al protagonizar en el año 1989 los primeros focos de revuelta contra la dictadura comunista. Centro del movimiento democrático rumano y capital de la región del Banat, fronteriza con Hungría y Serbia, es una animada urbe cosmopolita y multicultural que envuelve al visitante en su particular “joie de vivre” y cuyo apodo no es otro que “la pequeña Viena”. En la Piata Unirii (Plaza de la Unidad), se alzan imponentes la Catedral Católica Romana y la Iglesia Serbia Ortodoxa, que conviven en armonía desde el siglo XVIII. Y a apenas dos manzanas, la Gran Sinagoga. Por su parte, la Piata Victoriei (Plaza de la Victoria) es hogar de la impresionante Catedral Metropolitana, de estilo bizantino, y la Ópera Nacional, escenario de excepción para obras de teatro, danza y ópera. Y no te pierdas el Memorialul Revolutiei, una exposición permanente de la Revolución de 1989 que te permitirá conocer a fondo aquellos decisivos tiempos de cambio político, y el Museo Etnográfico Satului, que es al aire libre. El centro acoge multitud de restaurantes donde podrás degustar la deliciosa cocina local, con platos como “involtini de Banat”, rollos de salchicha con crema agria, y el “bulz haiducesc”, un bollo horneado de maíz y queso servido con un huevo.