Situado en la región de Europa Central, el nombre oficial del país es el de República de Polonia. Éste cuenta con una superfície que supera los trescientos mil kilómetros cuadrados, limitando en su frontera con numerosos países, como Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Eslovaquia, Lituania, República Checa o Alemania. Por la zona norte el país se encuentra con el Mar Báltico, que representa la única salida marítima de Polonia.
Con una población cercana a los cuarenta millones de habitantes –siendo uno de los países más poblados de Europa–, el Estado se organiza como una república parlamentaria unitaria, capitalizada por la ciudad de Varsovia. Desde el año 1999 Polonia se divide primeramente en dieciséis voivodías –o regiones–, que a su vez se subdividen en distintos powiats –o provincias–. Éstos, al mismo tiempo, se dividen en gminas –o municipios–, mientras que existen también algunas ciudades que reciben el estatuto de provincia. Aparte de la mencionada capital, las otras ciudades más importantes y pobladas del país son Cracovia, Łódz, Wroclaw, Poznan, Gdansk –o Dánzig– y Szczecin. La gran mayoría de sus habitantes proceden de grupos eslavos, siendo el polaco la lengua más común entre ellos, aunque habitan también en el país algunas minorías de ucranianos, alemanes y bielorusos.
Aunque buena parte del territorio polaco es mayoritariamente llano, Polonia acoge en su país un tramo del
sistema montañoso de los Cárpatos, la segunda cordillera más larga del continente europeo. Y precisamente esta parte –que se sitúa en la frontera con Eslovaquia– alberga los Montes Tatras, la parte más alta de la citada cordillera, con numerosos picos que superan los dos mil metros de altitud. Otras regiones montañosas las podemos encontrar en Beskidy, en las Montañas de los Gigantes o en algunos de los Parques Nacionales del País, como el de
Bieszczady, el de
Pieniński o el de
Gorczański. Tanto en estas regiones de gran altitud como en los frondosos bosques del país encontramos multitud de animales como los ciervos, los osos pardos o los bisontes europeos, así como numerosas aves migratorias que acuden en verano para anidar.
Por otra parte, cabe destacar que la aparición de la nación polaca ha estado tradicionalmente muy vinculada a la
adopción de la religión cristiana en el siglo X, pero a pesar de ello, desde sus inicios se caracterizó por acoger a personas de otros credos, ratificándolo con distintas leyes que se fueron dictando a lo largo de los siglos. Hasta la mitad del siglo XX se mantuvo esta posición, con la convivencia en el país de distintas comunidades de judíos, católicos, cristianos ortodoxos y protestantes, pero el transcurso de la Historia y los acontecimientos de la
Segunda Guerra Mundial –que marcó enormemente a Polonia– cambiaron esa dinámica.
Opiniones de los viajeros que ya han realizado este circuito