Gracias a este completo viaje podrás conocer de primera mano la milenaria cultura italiana mediante la visita a tres de sus principales ciudades. Roma, Florencia y Milán, sus "tres capitales", han sabido compaginar su ingente patrimonio monumental, cultural y artístico con la más rabiosa actualidad y modernidad, convirtiéndose en destinos turísticos imprescindibles para cualquier viajero que se precie.
La primera etapa se desarrolla en Roma, la "Ciudad Eterna" que un día dominó el mundo occidental. De aquella inolvidable época quedan insuperables ejemplos como el Coliseo y el Panteón, dos de los edificios más influyentes en la arquitectura mundial. Pasear por su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es como visitar un auténtico museo al aire libre repleto de vestigios que hacen volar la imaginación.
Pero la riqueza de Roma va más allá, pues para nada desmerece su inmenso legado renacentista, barroco y moderno. La Capilla Sixtina, la Fontana di Trevi o el Castillo de Sant Angelo son tan solo la punta del iceberg de sus muchos atractivos. No te pierdas sus animadas y magníficas plazas, como la Piazza Venecia, la del Popolo, della Rotondo, y la de España, con su fabulosa escalinata, auténticos epicentros de la vida social romana. Mézclate con los locales, no te arrepentirás.
Tras la inolvidable capital italiana llega el momento de trasladarse en ferrocarril a la bucólica región de la Toscana, donde se alza Florencia, una de las ciudades más hermosas del planeta. Podrás admirar las imperecederas huellas que el Renacimiento dejó en muchos de sus rincones, principalmente en su centro histórico catalogado también como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Una de las cunas del arte occidental, Florencia agasaja al viajero con tesoros como la cúpula de Santa María del Fiore, el Ponte Vecchio y la Basílica de Santa Cruz; y también con interesantes museos como los Uffizi, el Bargello o la Galería de la Academia, hogar del inimitable David de Miguel Ángel. Eso sí, si no paladeas uno de sus excelentes vinos, como el Chianti, es como si no hubieses estado en Florencia.
Desde la Toscana parte el ferrocarril que se dirige a Milán, última etapa del viaje. Un paraíso para los amantes de las compras y el ocio, Milán es la capital de la moda y del diseño no solo de Italia, sino del mundo entero. Date un vuelta por el glamuroso Quadrilatero d'Oro, una zona rebosante de comercios, tiendas de vanguardia y exclusivas boutiques, y lo comprobarás. No dudes en explorar también la bohemia Navigli, un área portuaria reconvertida en enclave de ocio donde la buena gastronomía y un excelente ambiente están garantizados. ¿Monumentos? También los tiene y muy relevantes, como la Catedral, el Palacio Real, la Basílica de Santa Maria delle Grazie, que custodia "La última cena" de Leonardo da Vinci, y el Teatro de La Scala, una de las mecas musicales del planeta.
Descubre las tres "capitales" de Italia en un mismo viaje y saca al italiano que todos llevamos dentro.
Opiniones de los viajeros que ya han realizado este circuito