Nápoles te envuelve con su vitalidad callejera, su pasión y su amplia y hermosa bahía con vistas al omnipresente Vesubio. Su ecléctica mezcla arquitectónica y monumental, sus tradiciones únicas y sus delicias gastronómicas te harán disfrutar del viaje con los cinco sentidos.
La siguiente etapa del viaje lleva a
Palermo, la joya del Mediterráneo. Restos púnicos, monumentos romanos, residencias de estilo árabe, palacetes normandos, templos barrocos, edificios neoclásicos y casas art nouveau se conjugan en una hermosa amalgama artística y arquitectónica. Todo un viaje al rico pasado de la Bella Italia.