Tenerife, conocida como la “isla de la eterna primavera”, disfruta de un agradable clima beneficiado por los vientos alisios, la corriente marina fría de las canarias y su destacado relieve. No te puedes perder el Parque Nacional del Teide. Es una parada obligatoria.
Descubre también Fuerteventura, conocida como la isla tranquila. Es la segunda isla más grande del archipiélago canario, y ofrece paisajes muy pintorescos, como por ejemplo la ya mítica Montaña Tindaya, a la que los aborígenes atribuían propiedades mágicas. Fuerteventura cuenta con 13 espacios naturales protegidos reconocidos. Ésta isla es muy exótica gracias a sus exuberantes palmeras, tarajales y su aloe vera, con la cual se elaboran muchos productos cosméticos y artesanales, que aportan grandes beneficios para la piel.