Francia e Inglaterra: París y Londres en avión

La capital francesa cuenta con museos, galerías de arte y monumentos. El Louvre, la Torre Eiffel y el Centro Pompidou figuran entre los lugares más populares. Alrededor de París, Île-de-France abarca 12.000 km2 de concurridos suburbios y ciudades dormitorio salpicados de castillos, entre ellos el más famoso Versalles. Más allá los suburbios ceden paso a los cultivos, a los bosques y al magnifico palacio de Fontainebleau.

Los ricos monumentos históricos de Normandía y la variedad de sus paisajes la convierten en marco ideal para recorrer en coche o en bicicleta. La Cóte Albatre y la península de Cotennin, barridas por los vientos, ofrecen hermosas playas y agradables paseos por la costa. Más al sur se encuentra uno de los monumentos más famosos de Francia, el Mont - St - Michel. Tierra adentro, siguiendo los meandros del Valle del Sena, podrás admirar vergeles de manzanos y casas entramadas en su camino hacia la histórica ciudad de Ruán y el jardín de Monet en Giverny.

Ideal para unas vacaciones al borde del mar, Bretaña ofrece agradables paseos por los promontorios y playas de la costa norte, la Cote d`Emeraude y de Granit Rose, mientras la costa sur cuenta con valles arbolados y los emplazamientos prehistóricos de Carnac. El recinto parroquial ofrece una fascinante visión de la cultura bretona, al igual que la ciudad de Quimper y su catedral. No dejes de visitar la capital, Rennes, y el castillo de Fougères, y, en verano, realizar una travesía en barco hacia alguna de las islas.

El exuberante paisaje del valle que engalanaban los mejores castillos de Francia, es el principal atractivo de la región. Se pueden dar paseos en barco desde Saumur, Angers y Nantes, mientras que la costa atlántica es ideal para pasar unas vacaciones en el mar. Además, te recomendamos disfrutar de un bucólico descanso en la Vendée, y en los valles del Loir y del Indre. Las rutas del vino se centran en Bourgueil, Chinon, Muscadet y Vouvray. Los destinos con más encanto son Amboise, Blois, Beaugency y Saumur, pero los interesados en la cultura se sentirán satisfechos en cualquier parte de la región.

Borgoña es la provincia más rica de Francia: histórica, cultural, gastronómica y económicamente. Este núcleo de un gran poder de antaño posee una concentración de arquitectura románica única en Fontenay y Vézelay, así como uno de los vinos más apreciados. Dijon es visita obligada para los amantes del arte, la arquitectura y la gastronomía. El Franco Condado se presta más a las vacaciones al aire libre, donde se puede practicar excursionismo y piragüismo en sus agrestes paisajes y ríos cristalinos.

La naturaleza despliega toda su magnificencia en las cordilleras volcánicas y agrestes gargantas de los ríos del Macizo Central. Se trata de un extenso territorio virgen que ofrece espectaculares lugares de interés y todas las posibles actividades en la naturaleza como el rafting, parapente, piragüismo y excursionismo. Hay cientos de iglesias, castillos y museos para complacer a los amantes de la historia, la arquitectura y el arte, y una buena y reconfortante comida regional, así como vinos interesantes.

La segunda ciudad de Francia, estratégicamente situada a orillas de los ríos Ródano y Saona, ha sido una puerta vital entre el norte y el sur desde tiempos remotos. A la llegada se siente inmediatamente un brin du sund, un toque del sur. La multitud no se desplaza tan rápido como en París y el sol brilla muchos días, a diferencia del norte que suele haber mucha lluvia y frío. Pese a su importancia como centro bancario, textil y farmacéutico, la mayoría de los franceses asocian Lyon con su paladar. La ciudad está repleta de restaurantes, desde las simples bouchons (tabernas) hasta algunas de las mesas más opulentas de Francia.

Esta soleada región es el lugar de vacaciones más popular de Francia y los amantes del sol abarrotan las playas en verano. Entre las múltiples actividades que se organizan se encuentran los festivales de jazz, danza y ópera, las corridas de toros, además de las partidas de boules y los casinos. El interior es el paraíso de los aficionados al senderismo y la naturaleza, con aisladas planicies y abruptas gargantas.

El principal atractivo de Córcega radica en el paisaje: un hermoso escenario natural de montañas, bosques, matorrales de mirto y un sinfín de kilómetros de playas de arena. La mejor época para visitar la isla es a finales de la primavera (cuando salen las flores silvestres) y a principios del otoño (la temperatura es suave y no hay muchos turistas). Córcega es conocida por sus buenas rutas para practicar senderismo, aunque algunas también sirven para esquiar en invierno, especialmente en febrero y marzo.

Los Pirineos atraviesan el suroeste de Francia desde el Mediterráneo hasta la costa atlántica; abarcan la escarpada ciudadela de Montségur, el centro de peregrinación de Lourdes, Pau, capital de la ondulada campiña de Béarn, y el puerto vasco de Bayona. Esta formidable cordillera, paraíso intacto para excursionistas, pescadores y esquiadores, es tan verde en la parte francesa como agreste en la parte española y engloba el Parc National des Pyrénées. En toda la región, las temperaturas son frescas y el escenario grandioso. Para los amantes de la historia y de la arquitectura se recomiendan St – Bernard – de - Comminges y San Juan de Luz, entre otros lugares de interés.

Francia goza de un clima variado y templado. La influencia atlántica predomina en el noroeste, con vientos marítimos del oeste que le prodigan humedad e inviernos suaves. El este experimenta las temperaturas más extremas del clima continental con inviernos helados y claros, y a menudo, veranos tormentosos. El sur tiene clima mediterráneo, con veranos secos y cálidos e inviernos suaves, marcados por vientos violentos.

La gastronomía de Francia, que está considerada una de las mejores del mundo, está incluida desde 2010 en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Famosa por sus vinos, quesos y pasteles, la cocina francesa es muy rica y variada gracias a la calidad de las materias primas y a la enorme diversidad cultural que posee Francia.

Estos son algunos de los platos tradicionales de la cocina francesa:

Foie gras: Hígado de patos o gansos cebados.

Boeuf Bourguignon: Carne de ternera estofada en vino tinto.

Escargots: Caracoles.

Croque-monsieur: Sandwich de jamón y queso horneado.

Quiche Lorraine: Tarta salada realizada a base de huevos y nata, además de otros ingredientes como carnes y queso.

Fromage: Queso.

Coq au vin: Pollo con verduras cocinado al vino.

Pot-au-feu: Cocido de buey con verduras.

Brioche: Dulce a base de huevos, levadura, leche, mantequilla y azúcar..

Tarte Tatin: Tarta de manzana en la que las manzanas están caramelizadas.

Crepe: Torta de harina de trigo que puede llevar ingredientes tanto dulces como salados.

Ratatouille: Pisto de berenjena, tomate, calabacín, pimientos y albahaca.

El Parlamento y el Big Ben se han convertido en una de las visitas imprescindibles cuando viajamos a Londres. Lo más destacado del edificio es la enorme torre que se levanta sobre él. El Big Ben se encuentra a más de 100 metros de altura y cuenta con cuatro relojes situados en cada una de sus caras. La entrada general cuesta 12 € aproximadamente (consultar en el momento del viaje).

El horario de visita es de 09:15 hrs a 16:30 hrs durante los meses de verano (julio, agosto y septiembre). El resto del año el palacio permanece cerrado al público.

Este palacio fue construido en el año 1703 por orden del duque de Buckhingham. Más tarde, en el 1825 Jorgé IV encargó ampliar y reformar el edificio.

Este gran palacio cuenta con más de 600 habitaciones, algunas de las cuales se pueden visitar. Lo más representativo es el cambio de guardia que tiene lugar diariamente a las 11:30 hrs entre los meses de mayo a julio. Durante el resto del año se lleva a cabo en días alternos.

El precio de la entrada es de aproximadamente 17€ para los adultos (consultar en el momento del viaje). El horario de visita entre la última semana de julio y el 1 de octubre es de 09:45 hrs y 18:00 hrs.

El Tower Bridge es el puente levadizo más famoso de Londres. Se levanta sobre el Támesis es considerado uno de los iconos de la ciudad. Diseñado por Horace Jones, se construyó en el año 1894 y cuenta con una longitud de mas de 200 metros. Puedes visitar su exposición, en la que encontrarás el sistema de elevación que tenía lugar hasta el 1976 y descubrirás la historia y la importancia que ha tenido este puente para la ciudad.

El horario de apertura es de abril a septiembre de 10:00 hrs a 18:30 hrs, y de octubre a marzo, de 09:30 hras a 18:30 hrs.

Trafalgar Square es uno de los principales lugares de encuentro de la ciudad. Esta representativa plaza se fundó para rememorar la victoria de los británicos frente a la escuadrilla francesa y española en la Batalla de Trafalgar. Este lugar cuenta con una enorme importancia social en Londres ya que hay gente a cualquier hora del día.

En el centro de esta plaza encontramos una monumental columna, que recibe el nombre de Columna de Nelson en honor a este almirante.

La Royal Mile es la avenida más famosa de la ciudad de Edimburgo. Es la separación entre el Castillo de Edimburgo y el Palacio Holyroodhouse.

Se encuentra diferenciada en seis zonas: Castlehill y Castle Esplanade, las más antiguas de la ciudad; Lawnmarket, la más saturada y la que conduce al Banco de Escocia; Hight Street, zona de restaurantes y pubs; Canongate, antiguamente era la zona independiente de la ciudad; Abbey Strand, donde se encuentra la Plaza del Parlamento.

Además, A lo largo de su recorrido arrancan callejones (closes) con un encanto infinito por los que vale la pena deambular.

El majestuoso Castillo de Edimburgo preside la capital escocesa anclado en una escarpada colina volcánica, Castle Rock. Puedes divisar la silueta de la fortaleza desde cualquier punto de la ciudad. A lo largo de los siglos, su interior ha visto crecer y morir reyes escoceses, siendo escenario de crudas batallas y presenciando invasiones y asedios. También ha servido como cárcel.

Hoy en día, el Castillo es uno de los principales reclamos turísticos de Edimburgo. Las vistas desde arriba son espléndidas. Puede ser que mientras paseas por Edimburgo te sorprenda de repente un estruendo, es el One o’clock Gun, un cañón emplazado en el Castillo que se dispara todos los días del año, excepto los domingos, el día de Navidad y Viernes Santo, a la una en punto y retumba por toda la ciudad.

Los puntos de interés del Castillo que no puedes perderte son: Capilla de Santa Margarita, Los Honores de Escocia, Memorial Nacional de la Guerra de Escocia, Mons Meg, Prisiones de guerra… Cabe destacar que la vista que ofrece el Castillo al anochecer es totalmente espectacular ¡¡¡¡¡¡

Inverness es la capital de las Tierras Altas (Highlands) y la ciudad más al norte del Reino Unido. Está localizada justo en la desembocadura del Río Ness.

Durante el verano acoge a muchos visitantes y no es por otro motivo más que la cercanía al lago más famoso de toda Escocia, Lago Ness.

Destacan el Castillo de Inverness, un castillo que nunca tuvo rey, que fue pensado como cárcel y que hoy en día hace función de juzgados municipales, las Islas del Ness, por dónde es típico realizar un paseo y cruzar por uno de sus famosos puentes victorianos sobre el cauce del río y volver por la orilla opuesta, la Catedral de Inverness, etc…

Cada verano, en el mes de Julio, se celebran los famosos juegos de la Highlands, una gran y divertida oportunidad para disfrutar de un ambiente festivo, canciones de gaitas, bailes escoceses y como no, lanzamiento de troncos, carreras y otros muchos deportes al estilo de las Tierras Altas.

Fort William es la ciudad más extensa al oeste de la Highlands en Escocia. Se encuentra en el centro natural de una gran extensión de tierra, denominada Lochaber área.

La ciudad con nombre de fuerte, en honor a William of Orange, se encuentra rodeada de uno de los más importantes paisajes escoceses, en el cuál, se mantiene parte de la historia más significativa de Escocia.

La ciudad se concentra en torno a High Street, calle que se hizo peatonal durante los años 90 y que está repleta de sitios para comer o beber algo, así como de tiendas de souvenirs.

Dentro del área de Lochaber, permanece inmóvil y majestuosa, la montaña de mayor altitud de Reino Unido, llamada Ben Nevis y el Loch Morar, que es el lago de mayor profundidad, con maravillosos páramos, bosques y playas, los cuáles dibujan el paisaje de ensueño que representa la zona.

En Fort William se rodó la escena inicial de la película Harry Potter y la Orden del Fénix.

Es uno de los Parques Nacionales más importantes de Reino Unido y se encuentra al norte de Gales.

Con más de 100 lagos, 50 kilómetros de costas y playas y unos 90 picos de montaña, el Parque Nacional de Snowdonia fue el primer Parque Nacional Británico en Gales en 1951. Con una belleza excepcional, este parque ofrece 2.130 km2 en los que disfrutar de una naturaleza son igual.

Así, el impresionante paisaje del Parque Nacional de Snowdonia ofrece la posibilidad de practicar actividades al aire libre como ciclismo, trekking, práctica de vela, golf, paseos a caballo, barranquismo, espeleología, deportes acuáticos, rafting, wakeboard y un sinfín de alternativas. Actividades más que combinables con tranquilos paseos descubriendo castillos medievales, elegantes casas históricas e impresionantes parques naturales y jardines.

Una de las actividades principales de este parque es la de subir a la cima del Snowdon, el pico más alto de Inglaterra y Gales, en el Snowdon Mountain Railway, un tren que ofrece unas increíbles vistas de la zona. Además, el Llyn Tegid es el lago más grande de Gales y en él se pueden practicar deportes como la pesca o la vela.

Belfast es cultura, historia y gente increíblemente agradable, lo tiene todo para una visita turística, desde el increíble Titanic Belfast hasta la energía de un partido de hockey sobre hielo de los Belfast Giants.

Podrás sumergirte en la historia del Titanic visitando el impresionante centro de interpretación ubicado en el mismo lugar en el que se construyó el transatlántico.

Si lo que quieres es saborear el auténtico gusto de la vida en Belfast, tendrás que ir al mercado de San Jorge. Lo podrás encontrar en plena ebullición los fines de semana. En él más de 150 vendedores, abren sus puestos repletos de productos que van desde antigüedades a carne de tiburón.

Muy interesante es también ver las famosas murallas de Belfast que reflejan las tradiciones intrínsecas de la ciudad y cuenta la historia del conflicto de Irlanda del Norte.

La gastronomía del Reino Unido se caracteriza por ser multicultural. A lo largo de la historia, civilizaciones como los romanos y los normandos conquistaron la isla, dejando tras su paso todo tipo de vestigios, incluyendo, claro está, los culinarios.

Los primeros en influir contundentemente sobre su gastronomía fueron los romanos, quienes gobernaron casi medio siglo. A ellos les deben el consumo del ajo, la cebolla, el apio y los espárragos; así como el amor por los condimentos picantes y el concepto de que comer representa un goce para el ser humano, un deleite estético y sublime.

Posteriormente, llegaron los normandos con nuevas tendencias e ingredientes originarios de Francia y del Mediterráneo (como la canela y el jengibre); y ni hablar de la época Victoriana, en la que debido al poderío del imperio en la India, se introdujeron preparaciones que, aún en la actualidad, gozan de una alta popularidad, como el curry o el chicken tikka masala.

Durante las guerras mundiales, especialmente en la segunda, las políticas de racionamiento terminaron por afectar considerablemente la mesa de los ingleses. Los productos que llegaban eran costosos y escasos, así que la costumbre de preparar tartas, panes y guisos se redujo, dando como resultado platos insípidos que le atribuyeron a la nación una pésima fama en lo que respecta a la gastronomía.

Pero, en definitiva, si se habla de la gastronomía de este lugar, es imposible no mencionar un plato tan representativo como el Fish n’ Chips. El pescado frito, componente principal del mismo, llegó a Gran Bretaña desde el siglo XVII, gracias a los refugiados judíos de España y Portugal.

El clima de Reino Unido es de latitud media oceánico, con veranos cálidos, inviernos frescos y precipitaciones abundantes durante todo el año.

Los factores que influyen en el clima de los países de Reino Unido son su latitud septentrional, la proximidad al océano Atlántico y las altas temperaturas de las aguas a su alrededor, debido a la corriente del Golfo.

Las partes del oeste de Inglaterra, más cercanas al Atlántico, como puede ser Escocia, Irlanda del Norte y Gales, son regiones más tibias, húmedas y ventosas. El Oeste de Escocia e Irlanda del Norte están más expuestas a las masas de aire marítimo polar que trae consigo aire fresco húmedo a sus ciudades. Caso diferente es el este de Escocia y el noroeste de Inglaterra, que por estar expuestos a masas de aire continental polar, presentan aire frío y seco.