Alemania: Ruta por la Selva Negra, a tu aire en coche

¿Quieres conocer uno de los grandes tesoros naturales de Alemania? Adéntrate en la Selva Negra, una cordillera en donde los bosques llegan al infinito y los viñedos cubren sus laderas. Un oasis de naturaleza pura, en donde respirar hondo y dejarse llevar por el tiempo que marcan los lugareños. ¡Fuera estrés! Esta Ruta es para degustarla tranquilamente y saborear cada uno de los lugares por donde pasaremos. Partiremos de Stuttgart, conocida como la puerta de entrada de la Selva Negra y de la Jura de Suabia, pero también como la “Ciudad de los ingenieros”, sobre todo de los coches. Así que si eres un amante del automovilismo, sin duda éste es tu lugar. En Alìrsbach, descubrirás uno de los monasterios románicos más antiguos de la Selva Negra y podrás conocer todo el proceso de elaboración de la bebida nacional: la cerveza. Desde aquí, nos acercaremos a la localidad con la plaza Mayor más grande de todo el país, llegando a ocupar hasta 5 hectáreas. Está en Freudenstadt, otro gran ejemplo del “milagro alemán”, de una ciudad que han sabido “hacerse a sí misma” tras la devastación de la Gran Guerra. Aunque, lo realmente maravilloso de la Selva Negra es encontrarse con pintorescos pueblos que conservan el aire rural de la zona. Un ejemplo es Gutach, en donde además se encuentra el Museo al aire libre de la Selva Negra, o Triberg, famoso por sus preciosas cataratas y por sus relojes de cuco. La estrella de la cordillera es el Titisee y todos los rincones que encontrarás a su paso. No dudes en dedicarle tiempo, perderte por sus senderos, surcar sus aguas o hacer un sencillo picnic en su orilla. En esta Ruta, llegaremos también hasta Friburgo, una localidad llena de encanto, con las calles llenas de pequeños canales y mosaicos en las entradas de sus tiendas. Es perfecta para jugar con toda la familia en busca de los más originales. Los amantes de la cultura también tendrán la posibilidad de entrar en la casa natal del escritor y premio Nobel Hermann Hesse en Cawl. Aunque no será una Ruta sólo cultural, porque hay que dejar espacio para el wellness. Nos detendremos en ciudades que destacan por las propiedades curativas de sus aguas termales como en Bad Wildbad o en la lujosa Baden-Baden, en donde veraneaban los personajes populares de la Europa en la dorada Belle Epoque. No dudes en entrar y relajarte un rato en alguna de sus espectaculares termas o beber de las que dicen son las fuentes milagrosas con las cuales puedes obtener el regalo de la eterna juventud. Nosotros lo haríamos. ¿Y tú?