Bienvenido a un viaje que te permitirá conocer de primera mano no solo dos de las principales ciudades de Alemania, sino de toda Europa: Berlín, la vibrante y animada capital germana, y Múnich, la hermosa e histórica urbe bávara. No te pierdas estos dos destinos alemanes donde hay mucho que ver, hacer... ¡y saborear!
Berlín es una ciudad que tiene mucho que ofrecer en términos monumentales. Entre sus lugares históricos más emblemáticos están el Reichstag (el Parlamento), con su cúpula diseñada por Norman Foster; la Puerta de Branderburgo, símbolo de la unificación alemana; la Gendarmenmarkt, una plaza parcialmente reconstruida después de la II Guerra Mundial; el Muro de Berlín, cuya zona más popular es la East Side Gallery; o el célebre Checkpoint Charlie, el punto de control americano usado para cruzar a la extinta Alemania Oriental durante la Guerra Fría.
La parte más moderna de Berlín, que gira en torno a la Potsdamer Platz, alberga por su parte edificios vanguardistas como el Sony Center y el Theater am Potsdamer Platz. Mientras, en la zona de Nikolaiviertel existe una variada oferta gastronómica y noctámbula, y en Friedrichstrasse multitud de tiendas de moda y boutiques. Por no hablar de la Catedral de Berlín, el Palacio Charlottenburg y su excepcional oferta museística que incluye obras únicas y muy destacadas de la historia del arte.
Toca escuchar eso de ¡pasajeros al tren! para recorrer la distancia que separa la capital alemana de la capital bávara.
Por su parte, Múnich es una gran ciudad que cuenta con una gran historia a sus espaldas pero que combina tradición y modernidad. Su epicentro monumental no es otro que la famosa Marienplatz (la Plaza de María) que concentra tres tesoros imprescindibles en cualquier visita: Neues Rathaus, Altes Rathaus (el nuevo y viejo ayuntamiento, respectivamente) y, por supuesto, la Columna de María. La Catedral de Nuestra Señora, auténtico icono turístico local, la Iglesia de San Cayetano y la Iglesia de San Miguel, destacan en lo que respecta al arte religioso, y el Englischer Garten, sobresale de entre sus muchos y espectaculares jardines. El Deutsches Museum, amén de cualquiera de sus pinacotecas y la Gliptoteca, son imprescindibles para los amantes del arte.
Y como una de las capitales cerveceras del mundo, Múnich es el lugar ideal para degustar una gran variedad de cervezaa, acompañadaa por supuesto de las
"weisswürste", las salchichas blancas cocidas con un poco de mostaza al estilo bávaro. Explora las dos "capitales" de Alemania en un mismo y fabuloso viaje en ferrocarril.
Opiniones de los viajeros que ya han realizado este circuito