Ponemos en tus manos un viaje pensado para regalarte vivencias únicas. Este itinerario comienza con un recorrido inolvidable por las reservas privadas del Parque Nacional Kruger. A continuación, pondremos rumbo a la inenarrable Ciudad del Cabo y culminaremos este periplo en Maldivas. Allí te aguardan rincones repletos de frondosos bosques e infinitas playas de belleza atemporal, que reciben a un cálido océano azul esmeralda.
¿Vienes con nosotros?
Tomaremos un vuelo a Johannesburgo, la ciudad más poblada de Sudáfrica, desde la ciudad de origen. Noche a bordo.
Aterrizaremos en Johannesburgo y nos trasladaremos al hotel con uno de nuestros conductores. Llegada, reparto de habitaciones, resto del día libre y alojamiento.
Después de desayunar en el hotel, saldremos temprano por carretera hasta el Parque Nacional Kruger, atravesando la provincia de Mpumalanga y visitando enclaves como Bourke’s Luck Potholes, en el cañón del río Blyde (siempre y cuando la disponibilidad de tiempo y la meteorología nos lo permitan). Almuerzo libre. Llegada al hotel por la tarde, cena y alojamiento.
Tras el reparto de las cajas de pícnic para el desayuno, partiremos por carretera sobre las 05:30 h hacia el Parque Nacional Kruger, donde llevaremos a cabo un safari fotográfico de un día completo en vehículo todoterreno abierto, con tiempo libre para almorzar. Por la tarde, regreso al hotel, cena y alojamiento.
Concluido el desayuno, volveremos por carretera a Johannesburgo, pasando por Pretoria para efectuar una visita panorámica (no se incluyen las entradas a los monumentos, dado que los veremos
en ruta). A la hora indicada, nos trasladaremos al aeropuerto, desde donde tomaremos un vuelo a Ciudad del Cabo. Llegada, traslado al hotel con un guía conductor de habla hispana y alojamiento.
Te ofrecemos una excursión por la península del Cabo (el coste del funicular para subir al antiguo faro en False Bay se abonará por separado), con un delicioso almuerzo incluido. Regreso al hotel y alojamiento.
Jornada libre para seguir recorriendo Ciudad el Cabo a tu ritmo. Alojamiento.
Tras desayunar en el hotel, y a la hora acordada, traslado al aeropuerto de Ciudad del Cabo para tomar un vuelo regular a Malé, en Maldivas. Noche a bordo.
Llegada y día libre para descubrir las bellas playas locales. Alojamiento.
Jornada libre en Maldivas para seguir disfrutando de la playa y los fondos marinos. Alojamiento.
Aprovecha esta penúltima jornada de viaje para seguir recorriendo Maldivas a tu aire. Alojamiento.
Tiempo libre hasta la hora de volar de vuelta a España. Noche a bordo.
Llegada a España y fin de nuestros servicios. ¡Esperamos que haya sido una experiencia única y que tengamos ocasión de volver a vernos muy pronto!
Te invitamos a recorrer la hipnótica Mpumalanga, una de las regiones más visitadas del norte de Sudáfrica. Ubicada entre Gauteng, Kruger y Suazilandia, dispone de excelentes carreteras, lo que lo convierte en una atracción turística muy accesible.
Si por algo destaca esta tierra es por el famoso Blyde River Canyon, el sorprendente mirador de Three Rondavels, con sobrecogedores acantilados de 600 m de altitud, y la antigua ciudad minera de Pilgrim’s Rest. Aunque las grandes ciudades carecen de interés turístico —éste es el caso de Graskop, Hazyview, White River o Nelspruit—, todas ellas ofrecen un amplio abanico de servicios turísticos, que incluyen restaurantes y hoteles.
Una vez en la zona, los paisajes de Mpumalanga te dejarán sin palabras. Prepárate para contemplar frondosos valles, praderas teñidas de verde y otros rincones que te dejarán boquiabierto/a.
Todo ello sin olvidar la excelente climatología de la región. Sin ir más lejos, debes saber que
mpumalanga significa ‘donde el sol aparece’, lo que atestigua la luminosidad de este enclave privilegiado del sur de África. Además, no tendrás que hacer frente a temperaturas sofocantes: durante el día, rara vez hace calor, si bien los termómetros suelen caer en picado durante las noches del invierno austral.
¿Te lo vas a perder?
…Blyde River Canyon es el tercer cañón más grande del mundo?
Poseedor de impactantes montañas a cuyos pies discurre el río Olifants, este lugar es un regalo para los sentidos. A la entrada del túnel de J. G. Strijdom, se despliegan agradables mercadillos de artesanía a ambos lados. A continuación, tras rebasar el puerto de Abel Erasmus, flanqueado por impresionantes acantilados cubiertos de líquenes, se alcanza el cañón.
Con un cauce de 600 a 800 m de profundidad, que el Byde River excavó en la roca granítica durante millones de años, este capricho de la naturaleza obsequia al recién llegado con una estampa impresionante. Cuando comiences a recorrer sus 25 km de longitud, quedarás prendado/a de sus maravillosas vistas y, tras pasar el túnel, llegarás a las fértiles tierras de la meseta de Garmoraba, que ponen el broche de oro a una visita indispensable.
¡Te encantará!
Surgido de una reserva de caza creada en 1898, las cifras del Parque Nacional Kruger ayudan a entender por qué estamos ante un lugar de visita obligada. Con una superficie que roza los 20.000 km², distribuidos entre 350 km de longitud y una anchura media de 60 km, este vasto espacio protegido da cabida a 16 áreas de vegetación diferentes y 2.500 km de pistas de tierra y carreteras.
Recorriendo estos senderos, tendrás la posibilidad de contemplar más de 500 tipos de aves, 110 especies de reptiles y alrededor de 150 clases de mamíferos. Dentro de esta categoría, no faltan los llamados Big Five: elefantes africanos, leones, leopardos, búfalos y rinocerontes. La supervivencia de estos últimos está gravemente comprometida, sobre todo en el caso del rinoceronte negro, que también habita en el parque.
Aunque el safari fotográfico que te proponemos se realiza a bordo de vehículos 4 x 4, hay zonas en las que es posible bajar del todoterreno y utilizar los prismáticos para ser testigo de la extraordinaria variedad faunística de este pequeño paraíso. Por ejemplo, en el área de Tshokwane, donde se halla la presa de Orpen. Junto al agua, y con un poco de suerte, podrás ver cocodrilos e hipopótamos, así como una gran cantidad de garzas y otros pájaros de gran belleza. A la caída del sol, la estampa que brinda este enclave es indescriptible.
En cuanto a la flora, a apenas unos 40 km de Punda Maria —uno de los accesos al parque—, se alzan unos imponentes baobabs.¿Estás preparado/a para esta increíble aventura?…el tronco de los baobabs ha albergado prisiones, oficinas de correos y pubs?
Por ejemplo, entre los que han hecho las veces de cárcel, destaca Boab, situado en tierras australianas.
Estas funciones tan pintorescas no deberían de extrañarnos, si se tiene en cuenta que el mayor baobab documentado contaba con un tronco con una circunferencia de 47 m. No obstante, en el caso de los ejemplares más modestos, estos enormes árboles también han sido objeto de múltiples usos, al servir de refugio, para celebrar ceremonias, obtener comida o elaborar remedios naturales, zumos y cerveza.
Ahora bien: el ser humano no es el único que trata de sacar partido a los baobabs. En efecto, los babuinos y los jabalíes ingieren sus vainas, infinidad de pájaros construyen sus nidos sobre sus ramas, y las lechuzas comunes y los cálaos se ocultan en sus agujeros. Asimismo, el tronco es el hogar de numerosos reptiles, insectos y murciélagos.
Algunos animales son, precisamente, la principal amenaza de estos majestuosos árboles, junto con la sequía, los rayos y los hongos. Al almacenar grandes cantidades de agua en sus troncos, los elefantes y otros animales mastican la corteza durante las estaciones secas, lo que en muchos casos comporta la muerte del baobab, una especie que únicamente crece en África y Australia.
Por último, habría que referirse a su extraordinaria longevidad. Una prueba fehaciente la encontramos en la vecina Namibia, donde se estima que un baobab bautizado como Grootboom tiene cerca de 1.275 años.
Te animamos a descubrir uno de los más hermosos jardines botánicos del planeta, así como uno de los más extensos y admirados: el Jardín Botánico Kirstenbosch. Dotado de un diseño funcional y muy pedagógico, esta atracción turística indispensable se localiza en la periferia de Ciudad del Cabo.
Emplazado en el flanco este de la montaña de Mesa, fue fundado en 1913 y ocupa un área de 528 hectáreas (el jardín botánico propiamente dicho se despliega sobre 36 hectáreas). Asimismo, otras 478 hectáreas se hallan en las estribaciones de la montaña, y están cubiertas de bosques y fynbos, uno de los buques insignia de la vegetación regional. Ésta se caracteriza por la presencia de plantas arbustivas adaptadas a suelos pobres e incendios relativamente frecuentes.
Por lo que respecta al nombre del recinto, lo cierto es que su origen no se conoce a ciencia cierta. No obstante, se sabe que varias familias llamadas Kirsten han vivido cerca de allí. Por lo tanto, es posible que la denominación del jardín proceda de este apellido, ya que Kirstenbosch significa ‘bosque de Kirsten’.
Algunas secciones interesante del complejo actual son el Jardín de las Esculturas, el Peninsula Garden, que contiene las especies más importantes del cabo de Buena Esperanza; el Braille Trail, un itinerario específico para invidentes, y el Conservatory, un invernadero en el que se cultivan plantas tropicales. Incluso, se pueden contemplar imponentes baobabs durante el recorrido.
Y un último apunte: de diciembre a marzo, se organizan conciertos al aire libre, sobre todo de música clásica y jazz.
Más completo, imposible, ¿no es así?
…el primer trasplante de corazón realizado con éxito tuvo lugar en un hospital de Ciudad del Cabo?
Este hito de la historia médica tuvo como protagonista al doctor Christiaan Barnard (1922-2001), quien dirigió la operación quirúrgica el 3 de diciembre de 1967.
De todos modos, éste no es el único episodio destacable en la medicina sudafricana. Sin ir más lejos, la tomografía axial computarizada (TAC), utilizada en hospitales de todo el mundo para producir imágenes en tres dimensiones de las estructuras internas del cuerpo humano y para detectar enfermedades, fue desarrollado por el físico sudafricano Allan McLeod Cormack, fallecido en 1998, y su colega británico Godfrey Hounsfield. Ambos compartieron el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1979.
La incontestable belleza de las playas de Maldivas hace que disfrutar de ellas sea el principal aliciente para quienes visitan este paradisíaco país por primera vez. De hecho, contemplar la vida subacuática de estas cristalinas aguas de color azul turquesa hace las delicias de los cientos de miles de turistas que cada año visitan el archipiélago y, por descontado, de los submarinistas más experimentados.
Que no te quepa la menor duda: Maldivas es la meca para la práctica de todos los deportes acuáticos —especialmente el buceo y el submarinismo— y, por descontado, para estar en pleno contacto con la naturaleza oceánica, que despliega todos sus encantos ante los ojos del viajero.
La temperatura del agua acostumbra a oscilar entre los 26°C y los 28°C durante todo el año, aunque lo cierto es que la temporada más adecuada para gozar de esta actividad es la que va de mayo a noviembre (ambos meses incluidos).
Asimismo, si tú también te animas a admirar este inagotable rosario de peces que te ofrece Maldivas, debes de tener en cuenta que el límite de profundidad impuesto por las autoridades gubernamentales es de 30 m. Asimismo, el tiempo máximo de cada inmersión, en el caso de practicar submarinismo, es de una hora.
¿Estás listo/a para descargar adrenalina y presenciar un espectáculo natural sin parangón?
Por regla general, en Maldivas se comienza a trabajar entre las 08:00 h y las 09:00 h y se concluye entre las 17:00 h y las 18:00 h. Por motivos religiosos —prácticamente toda la población del país es musulmana—, el viernes es el día de descanso oficial. Por eso, debes de tener en cuenta que, durante esta jornada, no encontrarás prácticamente ningún establecimiento abierto, por lo que deberás proveerte previamente de todo aquello que necesites para tus vacaciones. No obstante, esto ocurre especialmente en las ciudades y en los pueblos: en vuestro hotel, no notarás la falta de actividad.
En cuanto a las tiendas, conviene recordar que los horarios son bastante aleatorios. El horario de apertura más habitual acostumbra a ser de sábados a jueves, de las 08:30 h a las 23:00 h. Eso sí: no hay que olvidar que, en la capital y otros núcleos urbanos, es frecuente que los comercios cierren cinco veces al día durante 15 minutos para que los empleados puedan cumplir con el precepto del rezo musulmán, a pesar de que en las zonas turísticas esta norma no está generalizada.
Hasta no hace mucho, muy pocos se hubieran imagino que un país marginado por las naciones libres y democráticas a causa de sus políticas segregacionistas consiguiera romper con la discriminación racial, restaurar la convivencia y consolidarse como uno de los principales destinos turísticos de África. Eso es precisamente lo que ha logrado Sudáfrica en tiempo récord.
Tras abolir el apartheid, vigente entre 1948 y 1991, la nación vivió sus primeras elecciones democráticas y no raciales en 1994. Así, tras 26 años en la cárcel, Nelson Mandela se convirtió en el jefe de Estado más admirado del mundo, lo que contribuyó a poner de moda al denominado país del arcoíris.
Al margen de su sorprendente transformación política y social, Sudáfrica lo tiene todo para enamorar al visitante. Uno de sus puntos fuertes es su extraordinaria diversidad paisajística, que incluye las bellas playas del océano Atlántico e Índico, de aguas de color azul turquesa; vastas llanuras, sabanas tropicales, sobrecogedores desiertos y montañas nevadas.
El paisaje urbano no es menos seductor, ya que aúna grandes ciudades de apariencia estadounidense con pequeñas aldeas zulúes, la Ruta Jardín con modernas metrópolis, como Durban, Johannesburgo o Ciudad del Cabo, y las townships como la de Soweto con grandes complejos turísticos ubicados en el litoral. Con una superficie que duplica a la de España, este país requiere ser recorrido sin prisas, para saborear sus múltiples matices. Eso sí: en cualquiera de sus rincones, el viajero encontrará gentes abiertas y hospitalarias que convertirán sus vacaciones en una experiencia única.
Con una historia marcada por la llegada de los navegantes portugueses a finales del siglo XV y por la aparición de los colonos holandeses y británicos en el siglo XIX, quienes pugnaron por el control de la zona —en algunos casos, rica en oro y perfecta para el cultivo de la caña de azúcar—, Sudáfrica ha conseguido dejar atrás la barrera impuesta entre negros y blancos, y ha conseguido fraguar una sociedad cada vez más inclusiva, si bien aún subsiste una importante brecha económica entre sus habitantes.
En esta lista de virtudes, no hay que pasar por alto sus excelentes vinos y las bondades de la elaborada cocina sudafricana, tan variada como su territorio.
Además, este país es fronterizo con la exótica Namibia, uno de los países con menor densidad de población del planeta, y poseedor de unos paisajes salvajes que dejan al viajero sin habla.
¿A qué esperas para dejarte cautivar por Sudáfrica?
…las competiciones de saltos de rana es un hobby de adultos en Sudáfrica?
De hecho, estos concursos suelen tener reglas muy estrictas y homologadas a nivel internacional. Estas normas regulan incluso el tamaño de las ranas participantes, cuya longitud no debe ser inferior a los 10,16 cm.
La regla básica del juego es ésta: “La competición de saltos de rana consta invariablemente de tres brincos consecutivos, que se suman para obtener el resultado”.
De acuerdo con el Libro Guinness de los récords, el mayor salto de la historia realizado por una rana corresponde a Santjie, un batracio de la especie Ptychadena oxyrhynchus que recorrió con tres brincos nada más y nada menos que 10,3 m. Precisamente, la marca se batió en un certamen celebrado en la ciudad sudafricana de Pietermaritzburg en 1977.
Para entrar en Sudáfrica, y si la estancia no supera los 90 días, los ciudadanos españoles sólo necesitan un pasaporte en vigor con un mínimo de 2 páginas en blanco para la estampación del visado, y con fecha de caducidad que sea, al menos, 30 días posterior a la fecha de salida del país. Debes de tener presente que no es posible la expedición de pasaportes temporales o de emergencia en el aeropuerto, por lo que aquellas personas que incumplan estos requisitos serán devueltos al aeropuerto de origen. Puede encontrar más información en la página del Departamento de Interior del gobierno sudafricano.
Todos los menores que viajen a Sudáfrica o desde allí deben estar siempre provistos de su certificado literal de nacimiento (original sin fecha de caducidad o fotocopia compulsada de menos de 3 meses de antigüedad). El certificado ha de estar traducido al inglés por un traductor jurado o por la embajada o consulado. Las autoridades sudafricanas han confirmado a la Embajada española que, en vez de los certificados de nacimiento, aceptan los libros de familia españoles sellados, firmados y traducidos.
Además, si viajan solos, acompañados por uno solo de los progenitores o por otros adultos, los menores deberán estar provistos de autorización de viaje —una declaración jurada hecha ante notario o la policía, que incluya datos de contacto, como un número de teléfono— y copia compulsada de los pasaportes del progenitor o progenitores que no viajen con el mismo. Como en el caso anterior, la autorización debe estar traducida al inglés por un traductor jurado o por embajada o consulado.
Los viajeros que provengan de países o zonas afectados por la fiebre amarilla tendrán que presentar el certificado de vacunación para entrar en Sudáfrica, no habiendo más vacunas obligatorias. En cuanto a las vacunas recomendadas, se aconsejan las de la hepatitis B y la tuberculosis.
La medicina privada en Sudáfrica es muy buena, si bien resulta muy cara. Por eso, te recomendamos contratar un seguro de viaje lo más completo posible, que cubra durante toda su estancia en el país los gastos médicos y, si fuese preciso, la evacuación médica o repatriación a España.
Aunque el agua del grifo de es de buena calidad, es preferible que las personas con el sistema digestivo sensible consuman agua embotellada.
Por otro lado, existe riesgo paludismo durante todo el año en zonas de baja altitud, siendo el más crítico el período que va de octubre a mayo.
Finalmente, te recomendamos no bañarte en aguas estancadas o con poco movimiento, para evitar así el riesgo de contraer esquistosomiasis.
Al encontrarse en el hemisferio sur, en Sudáfrica se dan el invierno y el verano austral. Por eso, deberás poner en la maleta prendas ligeras si viajes de noviembre a marzo, ya que en esa época del año las temperaturas oscilan entre los 30 y los 40 °C. Incluye en tu equipaje camisetas, pantalones cortos y largos, camisas de manga larga y una chaqueta (ya que en algunos lugares refresca por la noche). No olvides tampoco el traje de baño y el protector solar si planeas pasar tiempo en la playa, así como un paraguas o un chubasquero.
En cambio, si viajas de junio a agosto, lo mejor será que optes por ropa de abrigo. No obstante, independientemente de la época del año en la que tengas previsto desplazarte, no te olvides las gafas de sol, una gorra y calzado cerrado y cómodo.
Por supuesto, tanto si vas a hacer algún safari fotográfico como si no, ten a mano una cámara de fotos, pilas o baterías, cargadores, adaptadores de corriente, tarjetas de memoria adicionales y prismáticos. Cuando se trate de gadgets frágiles, llévalos siempre bien protegidos en fundas acolchadas.
Por lo que respecta a los artículos sanitarios, y aunque el riesgo de contraer la malaria en Sudáfrica es bajo, es recomendable tomar precauciones para limitar las picaduras de mosquitos. El repelente de insectos es imprescindible, sobre todo si deseas pasar mucho tiempo en contacto con la naturaleza, realizando excursiones u observando la vida silvestre. Además, también te recomendamos llevar medicamentos contra la malaria, previamente recetados por tu médico en España. Siempre que sea posible, duerme debajo de la red mosquitera que te facilitarán en tu hotel.
Sudáfrica se rige por el huso GMT+1 en invierno y GMT+2 en verano, igual que en la España peninsular, Baleares, Ceuta y Melilla. Por lo tanto, a menos que vengas de Canarias, no deberás ajustar la hora de tu reloj al llegar al territorio sudafricano.
La moneda oficial del país es el rand (R) o ZAR. Aproximadamente, un euro equivale a 16,60 rands. El rand se divide en 100 centavos. En la actualidad, hay en circulación monedas de 1, 2, 5, 10, 20 y 50 centavos, y de 1, 2 y 5 ZAR.
Es fácil cambiar euros en cualquier parte, y en la mayoría de los bancos hay mostradores específicos para el cambio de divisa. Las comisiones que se aplican varían en función del banco, por lo que te recomendamos informarte bien a la hora de decidir el lugar en el que cambiar la divisa. Algunos hoteles también ofrecen este servicio, si bien muchos cobran comisiones extremadamente altas. Si lo prefieres, puedes dirigirte a los llamados forex bureau, pero hay que evitar cambiar divisa en puestos callejeros, ya que son ilegales.
En los hoteles, restaurantes de cierta categoría y tiendas suelen aceptar pagos con las tarjetas de crédito extranjeras más habituales. No obstante, te recomendamos llevar siempre dinero en efectivo para no tener problemas.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que los bancos, oficinas de cambio y algunos hoteles y tiendas aceptan cheques de viaje.
En Sudáfrica hay 11 idiomas oficiales de Sudáfrica: afrikáans, inglés, ndebele, sotho del norte, sotho, suazi, songa, tswana, venda, xhosa y zulú. Menos del 2% de los sudafricanos hablan un primer idioma que no sea el oficial, mientras que la mayoría de los sudafricanos domina más de una lengua.
La corriente eléctrica en Sudáfrica es de 220 o 230 voltios. Los enchufes pueden ser de dos clavijas cilíndricas o de tres, más gruesas, de las cuales la más larga es de la conexión a tierra. Por lo tanto, deberás llevar contigo un adaptador.
Las tasas de salida de Sudáfrica están comprendidas en el precio del billete de avión, por lo que no tendrás que abonar ningún otro importe al abandonar el país.
Entre las compras típicas de Sudáfrica, destacan los diamantes, la joyería con metales nobles (como el oro o la plata), las piezas de artesanía de las tribus locales, sobre todo cestería y alfombras, y artículos de cuero.
Sólo se pueden pasar por la aduana un máximo de 200 cigarrillos, o bien 50 puros o 250 g de tabaco; 1 litro de bebidas alcohólicas o licores, 2 litros de vino, 50 ml de perfume y 250 ml de agua de colonia. Por otro lado, se aplican restricciones a la hora de sacar moneda extranjera del país, por lo que se deberán declarar todos los importes superiores a 5.000 rands.
Por otro lado, los extranjeros que estén de visita en Sudáfrica pueden solicitar el reembolso del IVA de cualquier producto por estrenar adquirido en el país y con un valor superior a los 250 rands. Este trámite puede realizarse en el aeropuerto o en los pasos fronterizos terrestres, dirigiéndose al agente de aduanas de la oficina de reembolso del IVA.
Con una ubicación privilegiada en el océano Índico, metros y metros de playas de arena blanca y aguas de un profundo color azul turquesa, Las Maldivas son un lugar de postal para perderse.
Ubicadas a 500 kilómetros al suroeste del extremo meridional de la India, este hermoso país está formado por un total de 1.190 islas coralinas, de las que 200 están deshabitadas. La mayor parte de las islas están repletas de una exuberante vegetación tropical; mientras que otras, al estar desiertas, son meras lenguas de arena o extremos de coral cubiertos de vegetación. Asimismo, todas ellas se encuentran rodeadas de arrecifes de coral que encierran lagunas de poca profundidad, ya que ninguna supera los 2 metros sobre el nivel del mar
Descubre este maravilloso país pensado para que el viajero disfrute al máximo: playas de cine, vegetación tropical, fondos de coral y hoteles de lujo con cabañas construidas sobre pilones, perfectas para parejas de recién casados, que sobrevuelan el agua azul turquesa. Pero también para aficionados al submarinismo, ya que Maldivas está considerado como uno de mejores escenarios para la práctica del buceo del mundo.
Y si lo que se busca es simplemente descansar, aquí podrás olvidarte de todo tomando el sol, paseando por la playa o contemplando puestas de sol inolvidables. Una de las experiencias más recomendadas es descubrir el impresionante fondo marino ya que la transparencia de sus aguas permite disfrutar de la rica fauna y flora autóctonas sin necesidad de sumergirse a grandes profundidades ni de moverse del hotel, practicando el snorkel . Además, también tendrás la opción de conocer diferentes islas realizando una excursión en ferry o alquilando barcos.
El submarinismo es la principal atracción de Maldivas; se calcula que el 60% de los visitantes realiza al menos una inmersión. Y el punto de buceo más conocido es el Atolón Norte de Malé, donde bancos de barracudas nadan a sus anchas entre espectaculares corales, junto a mantarrayas, un enorme animal de la variedad del pez raya, pero sin aguijón, que puede alcanzar los ocho metros. También puedes decantarte por el Atolón Ari, el mayor de Maldivas, cuyo atractivo reside sobre todo en la fauna, con tiburones ballena -una especie protegida inofensiva considerada la más grande del mundo, ya que en algunos casos llegando a los 15 metros de longitud-, tiburones de puntas blancas y también las mantarrayas. Destacan asimismo el Atolón Baa, zona protegida del tiburón ballena y el Atolón Sur de Malé, con grandes paredes y cuevas, con zonas ideales para buceadores menos expertos.
Los ciudadanos españoles no necesitan tramitar un visado para viajar a Maldivas como turistas. Se obtiene una autorización a la llegada al país para una estancia máxima de 30 días. Es necesario presentar el pasaporte en vigor con una validez mínima de seis meses, un billete de salida y reservas y detalles de contacto del alojamiento en Maldivas.
No se necesita ningún certificado de vacunación específica, a excepción de viajeros que provienen de una zona con riesgo de fiebre amarilla, a quienes se exige certificado de vacunación contra esta enfermedad. Se recomienda contratar un seguro médico internacional que cubra los gastos ocasionados por un accidente o enfermedad inesperada y que, en caso necesario, cubra el traslado en avión-ambulancia de Maldivas a España ya que estas situaciones en ausencia de seguro pueden requerir un gran desembolso del ciudadano, y que el Estado no se hace responsable de la falta de seguro.
Por otro lado, los servicios médicos locales son limitados. Es posible recibir asistencia básica en casos de emergencia y especialmente en afecciones relacionadas con el submarinismo. Para intervenciones quirúrgicas complejas, es aconsejable salir del país.
Maldivas cuenta con clima tropical moderado gracias a la presencia del Océano Índico por lo que, a pesar de los monzones, la temperatura es cálida y constante durante todo el año.
Con un promedio de entre 6 y 8 horas de sol al día, la temperatura suele oscilar entre los 26 y 31ºC, mientras que el agua del mar se encuentra entre 27 y 29 grados durante todo el año.
La hora oficial en Maldivas es GMT+5, es decir, 4 horas más que en España durante el invierno y 3 horas más durante el verano.
En Maldivas podrás comprar joyería de oro, plata, coral, madreperla y de concha de tortuga. Y entre los productos típicos destacan las conchas marinas (de tiendas oficiales, no deben cogerse en playas o en el mar), las cajas de madera laqueada y las alfombras de junco.
La moneda oficial en la República de las Maldivas es la rupia de Maldivas (MVR), más conocida como rufiyaa. En la actualidad un euro equivale aproximadamente a 17 rupias de Maldivas.
De todas formas, todas las transacciones con los turistas se realizan con dólares americanos o bien con tarjeta de crédito.
Las tarjetas de crédito más habituales como MasterCard, Visa y American Express se aceptan en la mayoría de establecimientos.
En Maldivas los enchufes tienen tres clavijas, por lo que necesitarás un adaptador para conectar los aparatos eléctricos. Te sugerimos comprarlo antes del viaje porque te saldrá más económico.
El idioma oficial de las Islas Maldivas es el dhivehi. Sin embargo, debido al turismo, en cualquier hotel los empleados hablan inglés.
No hay lugares particularmente inseguros en el archipiélago de Maldivas. En Malé, la capital, pueden darse hurtos o robos no violentos, pero en general el país es seguro.
La mayoría de los maldivos pertenecen a la religión oficial, el Islam sunita. Se trata de una sociedad poco radical y los maldivos son gente muy tranquila y hospitalaria, pero sobre todo muy acostumbrada al turismo.
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