Uruguay se podría definir como el paraíso desconocido de Latinoamérica. Ensombrecido por otros destinos vecinos de mayor trayectoria turísitica, Uruguay se está haciendo poco a poco con un importante hueco en el panorama vacacional mundial. Y argumentos no le faltan. Su capital, la ciudad portuaria de Montevideo, es sin duda uno de sus grandes atractivos, una moderna urbe global calificada desde 2006 de forma continuada como la ciudad con mejor calidad de vida de América Latina. Montevideo ofrece al visitante la Ciudad Vieja, el barrio más antiguo de la ciudad, un conglomerado de iglesias, museos y teatros de la época colonial donde pasear es un auténtio placer. Por las noches, el barrio deja aflorar su vibrante ambiente nocturno, el mejor lugar para disfrutar del tango y el candombe... bajo la atenta mirada de la puerta de la Ciudadela, lo poco que queda de la antigua muralla que abrazaba a Montevideo. El Palacio Legislativo, el Palacio Salvo, la Casa de Lavalleja, la Casa de Rivera, el Palacio Municipal y la Catedral, constituyen tan solo la punta del iceberg del patrimonio artísitico de la capital uruguaya. Pero es que además, Montevideo tiene unas hermosas playas donde relajarse y disfrutar de un clima espectacular, y un floreciente sector de turismo agropecuario en las afueras.
La segunda etapa de este magnífico viaje por tierras uruguayas se desarrolla en la ciudad balnearia de Punta del Este, llamado el Mónaco de Sudamérica. Conocida por sus fantásticas playas (Playa de los Ingleses, Playa El Emir, Playa Brava, Playa Mansa...), por deportes acuáticos como el surf, por el glamour de los visitantes al casino, por los yates amarrados en el puerto, y por su interminable escena noctámbula, destaca también por una excelente oferta gastronómica. Un moderno destino de ocio con atracciones para todas las edades. Además, no carece de atractivos culturales, como el Museo del Mar, el Faro de Punta del Este y la Iglesia de la Candelaria. Bienvenido a Uruguay, te sorprenderá.