Comenzaremos la aventura en Seattle, una ciudad de la Costa Oeste norteamericana que vio nacer a grandes leyendas del rock mundial y que todavía hoy conserva su pasión por la música. Además de sus monumentos más destacados –como la Space Needle, el Chiluly Garden and Glass o el Museum of Pop Culture, la ciudad se encuentra rodeada de bellos parajes en los que disfrutar del senderismo y la naturaleza.
Desde allí volaremos hacia la moderna Vancouver, situada en la Costa Oeste de Canadá y repleta de atractivos para disfrutar de nuestra estancia. Entre los más emblemáticos, podemos mencionar el barrio de Granville Island –ideal para pasear tranquilamente y disfrutar de la gastronomía local–, el frondoso parque de Stanley o el Puente Colgante de Capilano.
Y por último pondremos rumbo a la encantadora Victoria, capital de la provincia de Columbia Británica, en la que encontraremos desde hermosos jardines hasta antiguas casas victorianas. Además, si nuestro viaje coincide en la temporada de avistamiento de orcas y ballenas, tendremos la fortuna de vivir esta experiencia.
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Salida con destino a Seattle, llegada y traslado desde el aeropuerto al hotel seleccionado en la ciudad. Resto del día libre. Alojamiento.
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Traslado por cuenta propia al aeropuerto, donde tomaremos un vuelo hasta Vancouver. Llegada, traslado desde el aeropuerto al hotel seleccionado y resto del día libre. Alojamiento.
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A la hora acordada, traslado al aeropuerto para tomar el vuelo de regreso a la ciudad de origen. Noche a bordo.
Llegada. Fin del viaje y de nuestros servicios.
Muy cerca de la frontera con Canadá, en la Costa Oeste de Estados Unidos, se levanta la ciudad de Seattle. Aunque no sea un destino comúnmente conocido, los viajeros que acuden a conocerla regresan encantados, a sabiendas de haber descubierto una pequeña joya con numerosos atractivos y alejada de los circuitos más turísticos. Además, los alrededores de la ciudad nos invitan a realizar algunas escapadas interesantes, por lo que la estancia en Seattle bien merece un par de días.
Bañada por las aguas del Pacífico y rodeada de bellos paisajes, esta ciudad ha dado al mundo algunas fórmulas de éxito en diversos ámbitos, ya sea el empresarial, el tecnológico o el musical, siendo conocida todavía hoy como “la ciudad del grunge”. Además, ofrece a los visitantes una buena oferta de actividades, espacios culturales y monumentos que harán de tu visita una experiencia única. Entre sus barrios podemos destacar el alternativo y animado Capitol Hill, la musical zona de Pioneer Square o Belltown, ideal para disfrutar del ambiente nocturno.
La arquitectura es una de las cosas más destacadas de la ciudad, que nos recibe con su particular skyline. En él, sobresale la icónica torre Space Needle, sin duda el monumento más conocido de Seattle. Su construcción, que tuvo lugar en 1962, está relacionada con la Exposición Universal de aquel año y alcanza los 184 metros de altura. Desde lo alto podremos disfrutar de las mejores vistas panorámicas de la ciudad, que además nos permiten una visión de 360°.
Muy cerca de allí encontramos otro lugar único en Seattle, el Chihuly Garden and Glass. Se trata de una exposición artística permanente instalada en los antiguos emplazamientos de la zona industrial, lo que le otorga un carácter único. La obra pertenece al artista local Dale Chihuly que, a través de la técnica del vidrio soplado, levantó una colorida exposición de figuras maravillosas. Además de las diversas galerías, destaca un elegante y grandioso invernadero de doce metros de altura.
Finalmente, algo más al norte, a orillas del Lago Union, encontramos otro de los espacios más curiosos de la ciudad. Nos referimos al Gas Works Park, una antigua planta de gas rodeada de una enorme explanada verde, donde además de relajarte podrás disfrutar de una de las mejores panorámicas de la Seattle.
…la primera tienda de Starbucks que se abrió fue en la ciudad de Seattle? Esta popular cadena de cafeterías, que actualmente se encuentra en numerosos países del mundo, inauguró su primer local en 1971, trasladándose pocos años después a la Plaza Pike de Seattle, un mercado histórico de Seattle que ofrecía algunos de los mejores cafés en grano recién tostados de la época. Este establecimiento sigue en funcionamiento, pero ha conservado su esencia original, por lo que no se parece mucho al resto de establecimientos de la marca que estamos acostumbrados a ver.
Uno de los mayores encantos de Seattle es su maravilloso entorno paisajístico, dominado por tres grandes reservas naturales y diversos volcanes de gran majestuosidad. Dicho esto, no es de extrañar que algunos directores de cine hayan elegido esta región para sus rodajes, como las cataratas de Snoqualmie –que aparece en la serie de Twin Peaks– o la localidad de Roslyn, popularizada en Doctor en Alaska.
Uno de los lugares más famosos y visitados es el Parque Nacional del Monte Rainier, situado a tan solo unos cien kilómetros al sur de la ciudad de Seattle y en el que encontramos el volcán Mount Rainier que, además de dar nombre al parque, constituye el punto más alto de la zona. Se trata, además, de uno de los volcanes más grandes del mundo y, a pesar de ser un volcán dormido, los geólogos consideran que sigue en activo.
Aunque este volcán es icónico y domina toda la región, toda la zona se caracteriza por la belleza de sus paisajes, formados por enormes bosques, lagos con cascadas y cumbres nevadas, por lo que supone un lugar idílico para los amantes del senderismo, de los deportes de montaña y de la naturaleza en general. Dentro del parque, que tiene una extensión cercana al millón de metros cuadrados, encontraremos numerosos senderos, en los que podremos pasear por nuestra cuenta.
Es importante tener en cuenta que los ecosistemas que constituyen el Parque Nacional del Monte Rainier son muy frágiles y, como cada año reciben la visita de hasta dos millones de personas, es muy importante que durante nuestra visita no alteremos el entorno. Para ello, debemos no dar de comer a los animales, no llevarse muestras de materiales o rocas y recoger todos los residuos que podamos generar durante la visita.
…que el Monte Rainier nació hace más de 500.000 años a partir de la acumulación de lava de otros volcanes? Curiosamente, al mismo tiempo que aquél se formaba, en sus alrededores el paisaje se iba modulando por la acción de los glaciares. Con el paso del tiempo, la cumbre de la montaña se fue deteriorando, pero con las erupciones acaecidas en los dos últimos milenios, el Rainier alcanzó su altitud actual, cercana a los 4.400 metros.
Aunque algunas décadas atrás Jimi Hendrix –uno de los mejores guitarristas de la Historia– había puesto su ciudad natal en el mapa musical, fue en la década de los ’90 cuando Seattle terminó por consolidarse en él. Durante aquella década, un periodista llegó a la ciudad atraído por los rumores de la efervescente actividad sonora que entonces empapaba toda la urbe y, tras su extenso reportaje, Seattle comenzó a ser un polo de atracción para los amantes de la música.
A partir de entonces, todo el país comenzó a hablar de Seattle y de su particular estilo de rock, que comenzó a ser conocido como grunge, y los conciertos –hasta entonces dedicados a un público modesto– empezaron a recibir la afluencia de más y más espectadores. En la ciudad nacieron grupos tan reconocidos como Nirvana, Pearl Jam, Mudhoney o Soundgarden, que capitalizaron este movimiento musical y que atrajeron la atención de las grandes discográficas.
Aunque aquella época queda ya algo lejos, todavía se puede sentir su potente latido y adentrarse en el ambiente musical de la ciudad. Una de las mejores opciones para ello es acudir al Museum of Pop Culture, que se encuentra en un magnífico edificio diseñado por el prestigioso arquitecto canadiense Frank Gehry. Allí, además de las actuaciones y conciertos que se proyectan en una enorme pantalla, podemos disfrutar de la Guitar Gallery y conocer la evolución de este popular instrumento, o admirar algunas interesantes exposiciones de vanguardia.
Los que quieran profundizar en la historia musical de la ciudad no pueden perderse el Moore Theater, que ha tenido un papel imprescindible en el ámbito cultural local. Situado en la 2ª Avenida, sus butacas han disfrutado del espectáculo de artistas como los mencionados Pearl Jam, así como el estreno de una adaptación teatral de la obra de The Who o, más recientemente, de los conciertos de James Blunt y Wilco. Por otra parte, los que quieran ver el lugar que ocupó el pequeño y peculiar estudio donde Nirvana grabó su primera maqueta –a comienzos de 1988–, pueden dirigirse a la calle Leary Way, en una esquina en la cual se encuentra el Reciprocal Recording.
Por último, también podemos visitar el Jimi Hendrix Park, un parque ajardinado creado recientemente como homenaje al artista, que nació en esta misma ciudad, y que nos permite dar un agradable paseo mientras rememoramos la exitosa carrera del guitarrista.
…si quieres disfrutar del ambiente musical de Seattle durante tu visita, encontrarás allí algunos locales emblemáticos. Uno de los más conocidos es The Crocodile, en el barrio de Belltown, que abrió a principios de los ’90 y que ha vivido la actuación en directo de artistas como Pearl Jam, Nirvana, REM o Yoko Ono.
Otro mítico local es el Blue Moon Tavern, en el que tocaron las principales bandas de grunge en sus inicios y que hoy sigue siendo un referente dentro de la escena musical de la ciudad.
Aunque sea la capital de la provincia canadiense de British Columbia, Victoria es una ciudad de dimensiones reducidas y de ambiente tranquilo, por lo que nos permite conocer la mayoría de sus atractivos caminando. La zona más interesante de la ciudad es la zona de Inner Harbour, la más popular y emblemática y en la que se concentran buena parte de los monumentos principales.
Esta área, situada frente al mar y rodeada de botes pesqueros, se caracteriza por sus numerosas calles peatonales. Aquí encontramos edificios tan icónicos como el del Parlamento de Victoria, erigido a finales del siglo XIX y rodeado de hermosos jardines, que puede visitarse a través de un tour guiado o por nuestra cuenta. Justo al lado se encuentra el fantástico Royal British Columbia Museum, que alberga una extraordinaria muestra de la historia regional, cultural y natural.
A poca distancia de aquí se levanta el hotel Fairmont Empress, donde podrás disfrutar de la hora del té en un elegante edificio de principios del siglo XX. Algo más al oeste del parlamento se encuentra la bella Mansión Gatsby, un magnífico ejemplo de arquitectura victoriana que, aunque no es una atracción turística en sí –pues funciona actualmente como hotel–, merece una visita por el exterior.
Para los que quieran disfrutar de la naturaleza y de los jardines de Victoria, no pueden dejar de visitar The Butchart Gardens, un espacio de más de veinte hectáreas y más de un siglo de antigüedad que nos deleitará con su encanto y su colorido floral. Aunque se encuentra en las afueras de la ciudad, el lugar cuenta con algunos lugares donde comer o tomar algo, por lo que supone un sitio excelente para hacer un pequeño descanso durante el día.
Por último, al este del centro de la ciudad encontramos el majestuoso Castillo de Craighdarroch, erigido durante el periodo victoriano inspirándose en las fortalezas escocesas de la época. Su visita nos permite hacernos una idea de cómo era la vida para la gente adinerada de aquel entonces, pudiendo recorrer algunas de las casi cuarenta habitaciones y subir a lo alto del edificio para disfrutar de una panorámica excelente.
…que las posibilidades continúan al llegar la noche en Victoria. Y es que la ciudad es conocida por su fantástica gastronomía y sus excelentes restaurantes, por lo que no debes perder la ocasión de deleitarte con sus elaboraciones culinarias, especialmente las que incluyen pescado o marisco.
Aunque en buena medida la cocina local es muy innovadora, mantiene una cierta herencia de su pasado inglés, con platos tan famosos como el roast beef, un asado de carne marinada durante horas en salsa, licor, pimienta y aceite.
Cualquiera que visite la ciudad de Victoria no debería perderse el Royal British Columbia Museum, un museo de historia natural y de historia de la Humanidad que fue fundado a finales del siglo XIX. Aunque uno no sea asiduo a visitar museos, su visita impactará a todos los públicos, pues la magnífica colección y sus presentaciones interactivas nos permiten sumergirnos en el pasado y disfrutar de la experiencia.
Además de ser uno de los más visitados de todo el país, está considerado como uno de los mejores museos regionales del mundo, y se encuentra situado en la zona de Inner Harbour, cerca del edificio del Parlamento. El edificio consta de tres salas permanentes, un cine IMAX –que proyecta tanto vídeos educativos como comerciales– y espacio para exposiciones temporales.
En la Galería de Historia Natural encontramos representada una multitud de especies de la provincia de British Columbia y alrededores, clasificadas en distintas ramas científicas –como la ornitología, la paleontología o la botánica–, así como recreaciones de los diversos ecosistemas y ejemplares tan espectaculares como un mamut en tamaño real.
Por otra parte, en la Galería de los Primeros Pueblos descubriremos como era la vida en la zona antes de la llegada de los europeos, podremos ver las máscaras ceremoniales y los tótems usados por los primeros pobladores del país, o pasear por una recreación de la ciudad de Victoria durante el siglo XX.
La provincia de Columbia Británica –en inglés British Columbia y abreviado a menudo como BC– es una de las diez que conforman Canadá. Se encuentra situada en la costa oeste del país, bañada por las aguas del Océano Pacífico y capitalizada por la ciudad de Victoria, aunque la localidad más poblada es la de Vancouver.
Los primeros europeos que llegaron a este territorio fueron los españoles, que a finales del siglo XVIII tuvieron que enfrentarse a los rusos y los ingleses por el control del territorio. Así, en 1843 los británicos terminarían levantando un asentamiento militar en la zona que hoy ocupa la ciudad de Victoria.
Una de las salidas más apasionantes que podemos llevar a cabo desde Victoria es salir en barco para avistar orcas y ballenas. Y es que las aguas cercanas a Vancouver Island –el territorio donde se asienta la ciudad de Victoria–, son uno de los lugares elegidos por estos animales entre los meses de marzo hasta finales de octubre.
Existen diversas compañías que ofrecen este servicio, cada una con una duración determinada y sus características, por lo que lo mejor es consultar unas cuantas agencias y elegir la que más se adapte a nuestros intereses. Normalmente, se tarda aproximadamente una hora en barco para llegar hasta el lugar de avistamiento, por lo que las salidas más cortas duran aproximadamente tres horas.
Esta inolvidable experiencia, que podemos iniciar directamente desde el Puerto de Victoria, nos permite conocer diversas especies de ballenas –según el día y la temporada–, como las ballenas jorobadas y las grises, así como orcas y diversidad de aves marinas. También es frecuente ver nadar a los delfines y a los leones marinos, y gracias a los guías que acompañan estas embarcaciones se puede aprender muchos sobre sus hábitos y comportamientos.
Y para complementar la visita, algunas embarcaciones llevan a bordo unos hidrófonos para escuchar en directo el canto de las ballenas bajo el mar.
...que Canadá es un país excepcional para el avistamiento de ballenas, si bien hay que tener en cuenta la temporada en que nos encontremos, pues se trata de animales migratorios. Lo bueno es que las posibilidades son altas tanto en la costa Este como en la Oeste del país, por lo que se trata de una excursión ideal si nuestro viaje coincide con su paso por las costas canadienses.
Unos de los pulmones verdes de la canadiense ciudad de Vancouver es el Stanley Park. Situado a sólo unas manzanas del centro se encuentra este sorprendente oasis natural salpicado de frondosos bosques de abetos y cedros, hermosas playas y lagos, vistosos jardines y fantásticas vistas del puerto, de la bahía English y de la cadena costera. Recorrer las principales zonas en bicicleta te permitirá conocer una de las estampas más idílicas y verdes de Vancouver y unas de sus principales zonas de esparcimientos
Aquí verás a un gran número de canadienses caminando o disfrutando al aire libre de su deporte preferido. Además, el Stanley Park hospeda también el Acuario de Vancouver, el mayor de Canadá que cuenta con 300 especies de peces, más de mil invertebrados, 56 especies de anfibios, 60 de mamíferos y algunas aves. Si lo visitas, podrás contemplar delfines, belugas, leones marinos de Steller, focas y nutrias. El horario es desde las 9:30h hasta las 18:00h durante los meses de julio y agosto y desde las 10:00h hasta las 17:00h de septiembre a mayo. ¡No te lo pierdas!
El Stanley Park cuenta con campos de tenis, un minigolf de 18 hoyos, dos piscinas, un teatro, una granja escuela para los niños, numerosas cafeterías, tiendas y un tren en miniatura que recorre la costa oriental de la península y el lago Beaver. Además, con el transcurso de los años han sido erigidas numerosos monumentos como las estatuas de Lord Stanley, la del poeta escocés Robert Burns y la del atleta Harry Jeromey.
El puente colgante de Capilano es una de las atracciones turísticas más populares de la ciudad con más de 800.000 visitas anuales. Fue construido en 1889 por George Grant
Mackay, el propietario de los terrenos del otro lado del río Capilano. Originalmente fue un primitivo puente de madera que posteriormente fue reconstruido en 1956 mucho más seguro y con barandillas.
El puente actual, quecruza el río Capilano, tiene una extensión de 140 metros y se encuentra suspendido a 70 metros de altura sobre el río, lo que le convierte en el puente colgante más largo del mundo. Cuando lo cruces, podrás disfrutar de las vistas y de los bosques centenarios cuyos árboles nunca han sido talados, además de los estanques de truchas y de una cascada de 61 metros de caída. ¡No te lo pierdas!
El Parque Capilano cuenta con otros siete puentes colgantes más que van por encima de sus árboles y entre sus copas, además de diversos senderos desde los cuales podrás observar aves de presa como el halcón de Harris y el búho real, y aprender sobre la flora y fauna que caracteriza a este ecosistema. Una de sus atracciones más interesantes, el CliffWalk, consiste en caminar por senderos suspendidos entre acantilados con vistas deslumbrantes al cañón.
Uno de los barrios en Vancouver más populares de los últimos años es el de Granville Island. Históricamente, esta zona estuvo destinada a albergar el sector industrial de la ciudad, pero después de un intenso proceso de desarrollo urbano, que comenzó en la década de los ’70, se ha convertido en un atractivo lugar en el que pasear y disfrutar de la diversidad de actividades que nos ofrece.
Granville Island se encuentra en la orilla sur de False Creek, formando parte del centro de la ciudad y enclavado en un terreno aislado que se conecta con el resto de la ciudad a través de un paso elevado. Hoy es una de las mayores atracciones de Vancouver, con interesantes centros de arte, talleres y puestos de comida, por lo que no puedes irte de aquí sin haberlo visitado. Es también un lugar estupendo donde pasear tranquilamente y disfrutar de su ambiente relajado.
Este barrio es ideal para visitar en familia, acompañado de algunos amigos o para pasear en soledad y dejarse llevar. Además de las numerosas tiendas y boutiques, en las que podrás ver prendas originales y artesanías, Granville Island cuenta con numerosos restaurantes y cervecerías para complementar la visita, algunos de los cuales nos ofrecen excelentes vistas frente a las aguas de False Creek.
Durante todo el año, este barrio celebra multitud de espectáculos y de festivales artísticos, así como actividades o eventos pensados para los más pequeños de la casa, por lo que es muy probable que tu visita coincida con alguno de ellos. Lo mejor es informarse a través de internet antes de realizar nuestro viaje, pues si coinciden con nuestro viaje bien merece la pena conocer el más carácter festivo del barrio.
Aunque parte del encanto del barrio es pasear sin rumbo por allí y saborear el ambiente local, existen algunos lugares concretos que también merecen una visita. El primero de ellos es el mercado público, ideal para sumergirse en la vida cotidiana de los lugareños. Otro imprescindible es la Granville Island Brewery, una de las fábricas de cerveza más longevas del país.
Pensado para los más pequeños encontramos el Kids Market, que concentra numerosas tiendas de juguetes, dulces y ropa, o el Museo de maquetas de trenes y barcos, que alberga una de las mayores colecciones del sector en el mundo. Por último, también podemos montar a bordo de un antiguo tranvía restaurado, que efectúa un bello de recorrido de unos 15 minutos.
La ciudad de Vancouver alberga muchos otros barrios de gran interés, comenzando por la zona del centro, que concentra numerosos lugares de interés, como galerías de arte, tiendas y monumentos. Destaca también la zona de Gastown, el más antiguo de los barrios de la ciudad, que además de los alicientes mencionados antes, también incluye un curioso reloj que funciona con vapor. También vale la pena acercarse a conocer el barrio residencial de West End –enclavado entre el parque Stanley y el centro de la ciudad– y Chinatown, considerado el segundo más grande de Norteamérica.
Cada año millones de viajeros de todo el mundo y del propio país recorren Estados Unidos. Su riqueza histórica, cultural y artística, así como su tradicional hospitalidad, convierten a este país en uno de los destinos más atractivos a nivel mundial. Con una extensión de más de 4.800 kilómetros entre el Océano Atlántico y el Océano Pacífico al oeste, Estados Unidos ocupa el corazón de América del norte. El país, que está formado por cincuenta Estados, tiene como capital a Washington D.C, un pequeño distrito federal ubicado entre Maryland y Virginia.
Uno de sus principales atractivos son sus grandes ciudades. Estados Unidos comprende ciudades coloniales, como Boston, hasta metrópolis de desenfrenada modernidad, como Los Ángeles. En estos dos extremos se sitúan una amplia variedad de ciudades. Washington D.C es la capital de Estados Unidos y es famosa por su dedicación a la política y por sus excelentes museos. Miami es una ciudad latina de Estados Unidos;
Nueva Orleans ofrece música (el jazz de esta ciudad es la contribución de Estados Unidos a la cultura universal), gastronomía y entretenimiento multicultural.
Nueva York y Chicago destacan por su arquitectura y apasionante vida nocturna. Por último, San Francisco y Seattle cuentan con emplazamientos pintorescos y un animado panorama cultural.
Consejos para visitar los parques
Para entrar en Estados Unidos con una estancia inferior a 90 días, los ciudadanos españoles no requieren visado. Tan sólo tendrás que tener un pasaporte de lectura mecánica (se emite en España desde el 25 de julio de 2003).
Desde el 12 de enero de 2009, es necesario rellenar un formulario online con una antelación mínima de 72 horas antes de llegar a Estados Unidos. El formulario debe ser rellenado para todas las personas que viajen, incluidos niños.
No se exige ningún certificado de vacunas para entrar en Estados Unidos. Sin embargo algunas son recomendadas: hepatitis B, si no has padecido la enfermedad antes y vas a realizar algunas actividades de riesgo. En el caso de que tengas pensado viajar a Hawai, te recomendamos la vacuna contra la hepatitis A, además de colocarte una vacuna de refuerzo de poliomielitis.
Estados Unidos no dispone de servicio sanitario público y la asistencia médica se encuentra gestionada de forma privada, lo que, en caso de necesidad, eleva mucho su coste. Por este motivo, nuestros expertos te recomiendan contratar con un seguro médico de viaje, con el objetivo de aplazar posibles gastos ocasionados por un accidente o una enfermedad inesperada.
En Estados Unidos tiene 4 husos horarios. Los 48 Estados continentales se dividen en Eastern Time, Central Time, Mountain Time y Pacific Time. Por su parte, Alaska y Hawai tienen su propia zona horaria. Entre cada zona existe una hora de diferencia. Por ejemplo, cuando son las 19:00h en Nueva York, son las 18:00h en Chicago, las 17:00h en Denver, las 16:00h en Los Ángeles, las 15:00h en Anchorage y las 14:00h en Honolulú y las 2:00h en España. Con respecto al meridiano de Greenwich, la franja Eastern Time supone una diferencia de cinco horas menos y Hawai once. Se cambia la hora a mediados de marzo y principios de noviembre para aprovechar mejor la luz del sol.
En Estados Unidos existen muchas compañías que ofrecen servicios telefónicos con diferentes tarifas. Casi todas las cabinas públicas aceptan monedas y tarjetas de crédito. Las llamadas locales cuestan entre 50 centavos y 1$. Las llamadas internacionales son muy caras. Te recomendamos emplear el servicio España Directo o la Tarjeta Personal de Telefónica que te permitirá llamar desde cualquier teléfono público o privado del mundo como si fuese el del propio usuario con solo marcar tu número de identificación personal.
La moneda oficial de Estados Unidos es el dólar americano o dólar estadounidense ($, USD, US$). Conviene llegar a Estados Unidos con el dinero en dólares, aunque también se puede cambiar en las terminales internacionales de los aeropuertos.
Los
billetes son de 1, 2, 5, 10, 20, 50, 100 dólares y las monedas de 1 dólar y de 50, 25, 10, 5 y 1 centavo de dólar (100 centavos = 1 dólar).
Las tarjetas de crédito que se aceptan son VISA, MasterCard, American Express y Diners Club (DC). Las puedes utilizar en hoteles, restaurantes y tiendas. Te recomendamos que dispongas de una tarjeta de crédito ya que, además de facilitarte la estancia y los tipos de cambio, son mejores que los de las divisas extranjeras.
Si optas por la opción de los cheques de viaje, debes emitidlos directamente en dólares para que sean aceptados en la mayoría de los establecimientos y puedas cambiados en cualquier banco.
La corriente eléctrica es de 120 V, 60 Hz. Necesitarás un adaptador de clavija americana para utilizar tus aparatos europeos.
Está totalmente prohibido entrar a los Estados Unidos fruta, plantas, carne, pájaros, drogas, armas, munición y material pornográfico, además de otros productos provenientes de países como Vietnam o Corea. Para estar exentos del pago de tasas aduaneras se debe llevar un máximo de un litro de alcohol, 2 litros de vino, 200 cigarrillos y regalos cuyo importe total no superen los 100$.
En general, no hay problemas de seguridad en EE.UU. Sin embargo te recomendamos en lugares con mucha gente tomar ciertas precauciones con los carteristas, además de no andar solo durante la noche. Tal y como aconseja el Ministerio de Asuntos Exteriores, es aconsejable evitar los barrios marginales de las ciudades, como por ejemplo la zona de Anacostia tanto de día como de noche, en Washington.
Las propinas forman parte de la vida de Estados Unidos. En general, suele darse entre 1 y 2 dólares al taxista, al botones que te ayuda con las maletas, al guía, al camarero…En los restaurantes, es suficiente con un 10 % o 15 % de la factura, aunque si el servicio ha sido excelente te recomendamos ofrecer un 20 %.
Canadá es un popular destino de vacaciones que ofrece al visitante una atractiva mezcla de sofisticación urbana y el placer al aire libre. El tamaño del país, el segundo más grande del planeta, obliga a que la mayoría de los viajes se centren en algunas de las grandes ciudades (Vancouver, Toronto, Ottawa o Montreal), aunque también se puede viajar a zonas remotas como los asentamientos inuit de los alrededores de la bahía de Hudson.
Ubicada en el extremo septentrional del continente americano, con una extensión de 9.970.610 km2, Canadá se encuentra deshabitada en un 70% del territorio debido a las vastas y yermas extensiones heladas del norte. La mayor parte de sus 30 millones de habitantes reside cerca de la frontera con Estados Unidos, en una franja que se estrecha desde la costa oriental hasta Columbia Británica, al oeste. Más del 60% de la población vive en el extremo suroriental del país, en las provincias de Ontario y Quebec. Aquí se concentra la industria canadiense, que incluye los sectores eléctrico, hidroeléctrico, maderero y papelero. Las provincias costeras de Nueva Escocia, New Brunswick e isla Príncipe Eduardo son las más pequeñas, pero la belleza de sus costas atrae a miles de turistas cada año, así como la provincia de Terranova y Labrador que también es famosa por su encanto abrupto.
La impresionante variedad del grandioso e indómito paisaje canadiense es lo que atrae a gran parte de los visitantes. La mayoría de los deportes de aventura suelen tener lugar en los espaciosos parques de atracciones naturales que constituyen los 44 parques nacionales del país, algunos de ellos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La variedad de actividades es muy amplia, desde excursiones en trineo o moto de nieve con guías inuit, hasta cruceros primaverales por las floridas islas Thousand de Ontario. Otras opciones incluyen viajes en tren por las Montañas Rocosas, pesca de trucha en lagos apartados y cristalinos y senderismo de primera clase.
Por otro lado, las grandes ciudades cuentan con eminentes museos, galerías de arte y orquestas muy respetables. Y es que el país es cuna de músicos de la talla del gran pianista Glen Gould. De Canadá han surgido numerosas estrellas internacionales del pop y el rock como los cantautores Joni Mitchell y Neil Young o artistas más comerciales como Céline Dion, Bryan Adams y Shania Twain. Además, la cultura cosmopolita del país ofrece una amplia variedad musical en sus bares, cafés, salas de conciertos y numerosos festivales.
Canadá ofrece mucho más que los típicos muñecos de la Policía Montada y las camisetas con la hoja de arce. El visitante puede elegir entre una amplia gama de productos, desde equipos electrónicos hasta ropa y joyas. También hay productos únicos del país como jarabe de arce de Quebec, salmón ahumado de Columbia Británica y botas camperas de Alberta, sin contar los artículos de arte nativo inspirados por siglos de tradición, que incluyen tallas de los pueblos de la costa occidental y pinturas y tapices inuit. Todas las poblaciones importantes cuentan con centros comerciales, grandes almacenes, comercios especializados, galerías y mercados callejeros.
Para viajar a Canadá únicamente para los pasajeros de nacionalidad española, se requiere tener el pasaporte en regla con al menos seis meses de vigencia, no siendo necesaria la obtención de visado. El plazo máximo de estancia turística son 180 días.
Además, deberán obtener por vía electrónica una autorización de viaje
ETA, previa al inicio de su viaje. Requisito obligatorio a partir del 29 de septiembre de 2016. Nosotros te podremos realizar las gestiones para su obtención.
No se exige ningún certificado de vacunas para entrar en Canadá. Sin embargo, las Autoridades Sanitarias canadienses recomiendan la vacuna contra la gripe durante el período de otoño - invierno.
Por otro lado, se recomienda contratar un seguro médico privado (enfermedad, accidentes y repatriación) ya que la asistencia sanitaria a extranjeros no es gratuita, ni siquiera en casos de gran urgencia, sino que por el contrario puede llegar a ser muy cara. No existe convenio bilateral España-Canadá en materia de asistencia sanitaria.
Canadá cuenta con seis zonas horarias y con una diferencia de cuatro horas y media entre costa y costa. El horario canadiense tiene seis horas menos con respecto al español. Entre Vancouver y Halifax hay cinco husos horarios: Pacifico, Montaña, Central, Oriental y Atlántico, con una media hora de diferencia entre Terranova y el huso horario del Atlántico. Cada provincia, excepto Saskatchewan, cambia la hora para ahorrar energía desde mediados de marzo hasta octubre o noviembre.
La moneda oficial de Canadá es el dólar canadiense (1 CAD = 0,65 € aproximadamente).Conviene llegar al país con algo de moneda local, unos 50 o 100 dólares canadienses y algunos billetes pequeños para dar propina y para el taxi.
Las tarjetas de crédito que se aceptan son VISA, MasterCard, American Express y Diners Club (DC). Las puedes utilizar en hoteles, restaurantes y tiendas.
La corriente eléctrica es de 120 V, 60 Hz. Necesitarás un adaptador de clavija americana para utilizar tus aparatos europeos.
Los dos idiomas oficiales de Canadá son el inglés y el francés.
A no ser que el servicio este incluido en la cuenta, se suele dejar una propina del 15% sobre el total. Los taxistas también esperan una propina similar. Por otro lado, los mozos de aeropuertos y estaciones de tren esperan una propina de un dólar canadiense por bulto, y es habitual dejar algo a las camareras del hotel.
Aunque en Canadá, las estaciones varían según la región, se puede decir que los inviernos -de noviembre a marzo- son largos y fríos, mientras que la primavera y el otoño son más suaves.
Está totalmente prohibido entrar a Canadá comida, animales, plantas y drogas, además de existir limitaciones en las bebidas alcohólicas y de cigarrillos para consumo personal.
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