Al sur de las Antillas, en las aguas del Mar Caribe cercanas a la costa venezolana, se encuentra el archipiélago que conforma la República de Trinidad y Tobago. Ésta se compone, principalmente, por dos islas principales, que son las que dan nombre al país y que abarcan una superficie de algo más de 5.000 km². Su capital es la ciudad de Puerto España, que se encuentra en la isla de Trinidad y que concentra el mayor número de habitantes del territorio. Tobago, por su parte, solamente alberga cerca del 4% del total de la población del país.
La República de Trinidad y Tobago cuenta, por otra parte, con una veintena de islas más, de dimensiones mucho más reducidas, como es el caso de las islas de
Chacachacare,
Monos,
Little Tobago o
Gasparee. Todas las islas del país presentan un entorno típicamente caribeño, con un dominante clima tropical, aguas cristalinas y
playas magníficas rodeadas de palmeras.
Y aunque este es sin duda uno de sus mayores reclamos, encontramos en ellas otros muchos atractivos paisajísticos que harán las delicias de sus visitantes. En Trinidad, por ejemplo, encontramos
tres cadenas montañosas y extensos bosques tropicales, habitados por
diversidad de aves y colmados de bellas cataratas y de senderos por recorrer. Aquí podemos ver también la majestuosa tortuga laúd, la especie más grande de tortuga marina, que anualmente acude a estas playas para desovar.
Desde que a finales del siglo XV
Cristóbal Colón diera con ellas, la historia de estas magníficas islas caribeñas ha estado ligada a la
colonización europea. Después de que fueran derrotados los indios caribes y los kalugo que las poblaban, este lugar estuvo dominado por los
españoles, los
holandeses, los
franceses y, finalmente, ya a principios del siglo XIX, también por los
británicos. En el año 1962 el territorio obtuvo su
independencia, que poco más de una década después dio lugar a la República de Trinidad y Tobago.
A este
convulso pasado colonial, compartido con muchas de las islas caribeñas, hay que sumarle la llegada de trabajadores procedentes de lugares tan diversos como Portugal, China, India y Oriente Medio, después de que fuera abolida la esclavitud. Estos acontecimientos explican la
extraordinaria mezcla de culturas que cohabitan en el país, algo que puede apreciarse tanto en la gastronomía como en las costumbres, la música o los templos religiosos de las principales localidades.
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